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El portero ha vuelto

Los técnicos de la selección están convencidos de que Iker Casillas ha recuperado su mejor versión Sergio Ramos no viaja a Eslovaquia por un problema muscular

Casillas, este lunes en el entrenamiento en Las Rozas.
Casillas, este lunes en el entrenamiento en Las Rozas.KIKO HUESCA (EFE)

La sonrisa de Iker Casillas miente menos que sus palabras. “Algunos se cansan de las caras. Son 13 años en el Bernabéu”, asumió al fin el portero, que el domingo abandonó el campo de su vida tras golear al Athletic de Bilbao tras escuchar aplausos (5-0). Hace sólo un mes, en el mismo escenario, tocaba la pelota y lo único que resonaban en su cabeza eran pitos. “Era cuestión de tiempo que se diera la vuelta a la tortilla. En estas situaciones todos hacemos autocrítica. A todos nos ha pasado. Cuando hablamos de Iker hablamos de un trozo de escudo del Real Madrid, lo normal es lo que pasó el domingo”, razonó este lunes, al llegar a la Ciudad del Fútbol en Las Rozas, Sergio Ramos, al hablar de su capitán.

Por la tarde, Ramos cogió la misma maleta y volvió a casa por “molestias en el sóleo”, según dice el parte médico, de manera tan escueta como lo pidieron los servicios médicos del Real Madrid a los de la federación. Ramos se perderá en consecuencia los partidos contra Eslovaquia, el jueves, y en Luxemburgo, el domingo, clasificatorios para la Eurocopa de Francia 2016. El seleccionador, Vicente del Bosque, citó a Bartra, del Barcelona, para sustituirle.

Con la crisis de Iker, al Madrid se le rompió el escudo, al portero se le partió el corazón y a Del Bosque se le cayó la portería. Pero todo parece reconstruido. Eso al menos creen en Las rozas, donde la situación de Iker, unida a la lesión de Valdés, la suplencia de Reina en el Bayern de Múnich y la inexperiencia de De Gea en la absoluta (suma dos entorchados) llegó a ser un problema para Del Bosque al regreso del desastre de Brasil. El bigotudo respira al ver de vuelta al capitán, tras la exhibición del cancerbero del United, decisivo contra el Everton, respira tranquilo. A la sombra, repite Casilla, del Espanyol.

Iker es una leyenda y es muy fuerte de cabeza”, le piropea De Gea

Iker ha vuelto y este lunes desfiló por la alfombra que recibe a los seleccionados sin ser noticia, agachado ante las cámaras que grababan a Ramos. Y eso es noticia, por natural. Viene de jugar y parar, lo que ha hecho siempre. Y por una vez desde hace mucho tiempo, no se para a dar la cara, porque si mete dos buenas manos en un partido es lo normal. Por eso este lunes por la mañana en Las Rozas parecía el Iker de siempre, camiseta, tejanos y una maleta de ruedas, cara de estar bien.

Apareció en el entrenamiento y se le vio presente como hacía tiempo que no lo era, en las bromas y en las risas sobre todo. Un alivio para Del Bosque, que antes del Mundial se pasó horas preguntado y preguntándose por su estado, dudando. Sin Valdés, lesionado, a punto estuvo de apostar por Reina, pero le convenció a los técnicos su actitud en la concentración de Washington y la generosidad ganó a las dudas: jugó contra Holanda. La gratitud, la idea de no pasarle factura, le dejó en el campo contra Chile. Contra Australia hubo excusa: Reina merecía un partido en el Mundial. Para entonces, Iker era un guiñapo. Ya no lo parece.

Del Bosque respira al ver el último recital del joven portero del Manchester United

Tras un verano tremendamente doloroso, en el que intentó y no pudo irse del Madrid porque, entre otras razones, el club tampoco le ayudó, Iker regresó a la selección el pasado mes de septiembre enfangado en dudas y fue suplente de De Gea, portero del United, en el amistoso que España jugó en Francia. Probablemente, Del Bosque trató con esa decisión tanto de proteger al portero, metido en el ojo del huracán en su club, como de darle importancia a De Gea, que jugó en el Stade de France su segundo partido con la absoluta. Se tapó el seleccionador porque en esos momentos era muy consciente de que el portero del Madrid atravesaba una situación complicada, pitado por su hinchada y en duda su puesto bajo los palos, y no quiso darle la puntilla en La Roja. Pero la cosa ha cambiado mucho en solo un mes. “Ha recuperado su zona de seguridad”, advierten en la selección. “Es una leyenda y muy fuerte de cabeza, le piropea De Gea.

Aunque Del Bosque sigue teniendo en mente darle minutos al que hasta ahora era portero de la Sub 21, De Gea, en Las Rozas se da por hecho que el partido contra Eslovaquia es el más complicado de la fase de grupos camino a la Eurocopa de Francia, así que muy mal se le tiene que dar a Iker Casillas para no sumar en el campo de Zilina el partido número 158 con La Roja.

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