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“Me dejaré la cara por este equipo, como siempre”

Piqué quiere devolver la confianza a Del Bosque ahora que ya no es titular en el Barça

Piqué, a la izquierda, en el entrenamiento de ayer con Iniesta, Juanfran, Cesc y Del Bosque
Piqué, a la izquierda, en el entrenamiento de ayer con Iniesta, Juanfran, Cesc y Del BosqueKiko Huesca (EFE)

Gerard Piqué llegó a Las Rozas el lunes al mediodía y, en vez de pasar por la alfombra roja que recibía a los internacionales, pasó a espaldas del fotocall donde esperaban las cámaras a los futbolistas. No se escondió, más bien al contrario; jugueteó, vaciló consciente de que le esperaban. No tiene ganas de que le encuentren, más allá de la concentración de un equipo que siente suyo, y fuera se deja encontrar solo cada vez que abre la boca vía twitter. Piqué se dejó ver el 11 de septiembre en la manifestación que llenó las calles de Barcelona de personas reclamando el derecho a voto sobre la independencia de Catalunya y el lunes se incorporó a la concentración de la selección española, que hoy viaja a Eslovaquia. El jugador está bajo el punto de mira de la afición, y ayer fue insultado por un aficionado durante la práctica de la selección en Las Rozas, que acabó expulsado por miembros de seguridad de la RFEF.

Los compañeros y el técnico lo protegen, pero ayer fue insultado por un aficionado

Piqué se perfila como titular del equipo ante Eslovaquia, porque en ausencia de Ramos, lesionado, Del Bosque parece necesitado de experiencia y él acumula 61 partidos con España. Sería su reaparición tras la derrota contra Holanda en el Mundial de Brasil porque hace un mes, tras hablar con Del Bosque, el seleccionador atendió su solicitud. “Tengo molestias en la cadera”, advirtió el jugador. No le convocó el técnico. Piqué jugó el siguiente partido con el Barcelona y se le disparó desde distintos sectores. “Si le preguntas, dice que está acostumbrado, que pasa. Solo le ofende que duden de su compromiso con este grupo”, sostiene un buen amigo.

Piqué, durante el entrenamiento efectuado esta tarde en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas
Piqué, durante el entrenamiento efectuado esta tarde en la Ciudad del Fútbol de Las RozasKiko Huesca (EFE)

Piqué levanta sospechas desde la pinta y desde pequeño. “Soy un sobrado”, se acepta. Así que aceptó ser señalado en el Mundial, aunque fuera como culpable del fracaso, como si no le bastara con su propia pena, porque sabe mejor que nadie que no dio la talla. “Por eso le dolió como a nadie. No estaba fino, llegó muy tocado en la cadera”, se recuerda ahora en el grupo de La Roja. Piqué vivió con la misma pasión que el de Sudáfrica y rodeado de casi los mismos, a excepción de Puyol, pero en otras circunstancias y mermado. Fue el primero en lamentar la derrota, aunque su imagen en el último partido, al sol de Curtitiba antes del duelo contra Australia, diera que pensar.

“Ese es el mismo Gerard que se partió la cara en un partido contra Suiza en el primer partido el Mundial del 2010”, le defienden en la selección. “Me volveré a partir la cara por este equipo, que es mi equipo, como he hecho siempre”, aseguraba Gerard ayer, mientras excusaba conceder entrevistas. “No tengo nada que decir”, asegura un jugador que viene de buscar explicaciones a su suplencia reiterada, al menos más de lo que le gustaría, en el Barcelona, y para quien volver a Las Rozas tiene algo de bálsamo. “Está feliz de estar aquí y se le nota”, le reconocen en la federación, Del Bosque el primero, y Toni Grande a su lado, con los que tiene una relación de lo más fluida. Saben que se puede fiar de Piqué, aunque solo seas porque le han visto jugar decenas de partidos con molestias.

El central apareció por la tarde, en el entrenamiento, vestido de negro y se entretuvo antes del ejercicio hablando con Carvajal, Iturraspe y Albiol, la mano derecha en la boca, para que no sepan que está diciendo, y el brazo izquierdo gesticulante, entre risas. Es veterano, y ejerce de tal. “Le hemos visto cariñoso, y como mayor, más maduro”, le reconocen los que mejor le conocen en La Roja. “Su compromiso con el equipo es evidente”. “A ver si ahora también vamos a dudar de él”, lamenta Casillas.

“A Piqué no le afecta que se hable de él”, dice Pedro Rodríguez, su compañero en el Barcelona. Su mejor amigo en el equipo lo tiene claro. “Esta aquí porque quiere. Su presencia en la diada es una elección personal”, señaló Fàbregas, que se reía. El volante del Chelsea sabe, perfectamente, que en torno a su amigo todo se magnifica. “Es él, ya sabes. Con otro no pasa”, defiende a su amigo de infancia.

PRÓXIMAS CITAS

Eslovaquia-España, jueves 9, a las 20.45 en TVE-1

Luxemburgo-España, domingo 12, a las 20.45 en TVE-1

“Valoramos cuestiones deportivas”, dice Del Bosque. “Piqué siempre va a tener las puertas abiertas de la selección. No está bien que se vuelvan a crear polémicas. No hay duda de que lleva muchos años viniendo y siempre lo ha hecho muy bien”, asegura Ramos. “Mis amigos independentistas quieren que gane España”, declaró Piqué una vez, en París, antes del trascendental partido contra los Francia camino del Mundial de Brasil.

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