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Bartomeu renegociará con Nike y Qatar y piensa seguir hasta 2022

La asamblea de socios del Barcelona aprueba el último ejercicio, con unos ingresos récord de 530 millones y unos beneficios de 41 millones

Los directivos del Barcelona durante una votación de la asamble.
Los directivos del Barcelona durante una votación de la asamble. Toni Albir (EFE)

Josep Maria Bartomeu, presidente no electo del Barcelona, anunció ante la Asamblea de Compromisarios su intención de presentarse a las elecciones de 2016. Bartomeu, socio y peñista, como recordó ante una asistencia récord (1.112) en el Palau de Congresos de Cataluña, explicó que cumplirá su mandato actual y tratará de presentar en su momento un programa mejor del que ahora defiende desde la dimisión en enero pasado de Sandro Rosell.

Muy metido en su papel, Bartomeu lideró ayer la que era su primera asamblea como presidente y se mostró especialmente próximo con los socios, ya fuera el presidente de la peña de Nueva York o el señor Toni Pinilla, que le echó en cara que fuera capaz de justificar los 80.000 euros gastados en abogados durante la última temporada. No tuvo ningún reparo el presidente en utilizar a menudo la frase “todos cometemos errores” en un intento de subrayar la “humildad” como uno de los valores del Barça.

Bartomeu aguantó y respondió a cuantos le recriminaron que su cargo no está legitimado por las urnas. “Acabar el mandato es una manera de dar seriedad al club”, afirmó. “Defendemos el proyecto, se fue Sandro pero seguimos trabajando” se justificó, ante quien le recriminó: “Es usted como el gobierno de Madrid que no nos deja votar con la ley en la mano y la usa para imponernos su presidencia sin que le hayamos votado".

El vicepresidente económico ha explicado que la deuda del club asciende a 287 millones y se ha reducido en 144 millones durante los últimos cuatro años

Bartomeu dio respuesta con la misma paciencia a quien le reclamó “más mujeres en la junta”, que al que le instó a que el club blaugrana se declare antifascista y antihomófobo. El presidente asumió incluso la defensa de Toni Freixa, que ha dejado de ser portavoz y secretario, sustituido por Manel Arroyo y Jordi Moix. “Somos 18 directivos y estos temas los limpiamos en casa; ya le contestó yo, no va a dimitir”, afirmó el presidente mientras cerró la boca Freixa.

A Bartomeu se le aprobaron por amplia mayoría las cuentas, en muchos casos “desde la confianza y a ciegas”, tanto las del año pasado (529,9 millones de euros presupuestados), que incluyen unos beneficios de 41 millones (los más altos de la historia después de los 49 alcanzados en el curso 2011-2012), como los de la próxima temporada (el presupuesto asciende a 539 millones y se preve un superavit de 18 millones). El vicepesidente económico Xavier Faus precisó que en los últimos cuatro años, desde la temporada 2010-2011, cuando la actual directiva entró en el club, el Barcelona ha acumulado unos beneficios de 113 millones y ha reducido la deuda a 287 (en el último ejercicio la ha rebajado en 44 millones).

Se renegociarán los contratos con televisión, Nike y de patrocinio (Catar hasta 2016) y la firma de acuerdos con Beko e Intel

Los números, en cualquier caso, merecieron un aviso del presidente de la comisión económica, Ramon Adell, quien reclamó “vigilar los gastos en salarios deportivos”, que se han situado al límite después de un último aumento del 3%. “Ha sido duro”, le reconoció el presidente, que sólo se puso nervioso cuando apareció la duda de por qué Iñaki Urdangarín sigue siendo patrón de la Fundación.

Bartomeu se mostró igual de cercano con Pep Guardiola y Johan Cruyff que con Josep Lluís Núñez, cuando un socio se quejó que el museo del club llevara todavía el nombre del expresidente, condenado por defraudar a Hacienda. Muy contemporizador con asuntos pasados, e incluso afligido por errores como el que provocó la sanción de la FIFA en el caso de los menores de La Masia —insistió por contra que no había delito fiscal en el caso de Neymar—, Bartomeu se mostró más ambicioso al defender la necesidad de “completar la acción de gobierno” y dibujó la renegociación de los contratos con televisión, Nike y de patrocinio (Catar hasta 2016) y la firma de acuerdos con Beko e Intel. El presidente, que solo estuvo torpe en la explicación de la prejubilación del utillero Chema Corbella — “es una persona que ha aportado mucho al vestuario; la prejubilación en personas que hacen un esfuerzo físico y en horarios intempestivos a veces es buena”, dijo— sostuvo de nuevo que la sentencia que se espera sobre la acción de responsabilidad contra el expresidente Joan Laporta y 16 directivos “será buena para el Barcelona”

"Igual el año que viene empezamos a las 10 en lugar de las 12”, concluyó Bartomeu, tras responder a casi cien preguntas de los socios. “Es bueno que hablemos, igual hacemos dos asambleas al año” —en la próxima se presentará el proyecto ganador del nuevo estadio y del Palau Blaugrana. El presidente llegó al palco del Camp Nou en el minuto 38 del partido contra el Eibar.

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