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Sainz cumple con su parte

Carlos Júnior, hijo del bicampeón del mundo de rallies, gana el título de World Series a la espera de que Red Bull le siente el año que viene en un Toro Rosso

Oriol Puigdemont
Carlos Sainz Junior conversa con Roberto Mehri, en una exhibición.
Carlos Sainz Junior conversa con Roberto Mehri, en una exhibición.Toni Rodriguez (AS)

Carlos Sainz Júnior, Carletes, hijo del bicampeón del mundo de rallies, espera la llamada de Helmut Marko, el principal asesor de Dietrich Mateschitz, propietario del imperio energético de Red Bull. El Doctor Marko es, probablemente, la persona que más influencia tiene a la hora de elegir quién se pone al volante de los cuatro monoplazas de la compañía austríaca en la parrilla del Mundial de Fórmula 1, especialmente en el caso de Toro Rosso. Además, es el ideólogo y principal valedor del Júnior Team, la plataforma que la marca del búfalo rojo creó en su día para formar a jóvenes corredores en su camino hacia la F-1. De ella han salido, por ejemplo, Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo, hoy compañeros en Red Bull.

La idiosincrasia de este programa de desarrollo sigue el patrón de la selección natural de Charles Darwin, esto es, aquella que defiende que solo los individuos mejor preparados y adaptados sobreviven. En el ámbito de las carreras, la adaptación se mide en éxito, o sea, en victorias. Y este sábado, Sainz se proclamó en Jerez campeón de World Series, el certamen que Red Bull emplea como lanzadera -hay quien opta por la GP2, que es tres veces más cara-. Además, lo hizo a lo grande, como el corredor más precoz en lograrlo (20 años, un mes y 18 días), y con el récord de victorias (siete).

"Si en diciembre me hubieran dicho que ganaría de esta forma no me lo habría creído. Tenía que ganar o ganar, y al final lo he podido hacer con siete triunfos. Lo que toca ahora es disfrutarlo, mirar atrás y tomar conciencia de lo que hemos conseguido", dijo Sainz, el primer español en ganar el certamen. El destino ha querido que se coronara exactamente 24 años después de que su padre celebrara el primer título mundial de rallies, en aquel San Remo de 1990. El chico ha cumplido con su parte, ahora solo hay que esperar y ver a quién llama Marko para que acompañe en Toro Rosso a Max Verstappen.

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