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Miller cita a Márquez en Valencia

El australiano, hueso duro, le complica la vida al español en una carrera que gana Vázquez

N. T.
Efrén Vázquez, vencedor de Moto3 en Sepang (centro), junto a Jack Miller y Álex Rins.
Efrén Vázquez, vencedor de Moto3 en Sepang (centro), junto a Jack Miller y Álex Rins.AZHAR RAHIM (EFE)

Escucha a su hermano mayor, Marc, y trata de seguir sus consejos. Él le explica cómo cerrar los huecos, cómo imponerse en un cuerpo a cuerpo, cómo aguantar la posición. Y los dos lo practican cada semana en pistas de tierra, con motos de dirt track o de motocross. Claro que pelearse con Jack Miller en la pista es otra cosa. Lo sabe bien Àlex Márquez, que este domingo, en Sepang, perdió casi todas las batallas con el australiano, acabó quinto y tendrá que esperar a Valencia para proclamarse campeón de Moto3. Tendrá, eso sí, que terminar en el podio. Miller, el chaval que debutará el año que viene en MotoGP sin pasar por Moto2, paso casi obligado para la mayoría, no se lo pondrá fácil, como tampoco lo hizo en Sepang, donde terminó segundo.

Le complicó la vida en cada curva. Sobre todo en la primera, al final de la recta de meta, pero también en la décima, en subida. Le ganaba la partida, cada vez, por el interior, con un paso delicioso, bordeando la curva a la perfección; con algo de mala leche también, sin miedo al toque. Porque tenía más que ganar y menos que perder que su rival. Por eso jugó en el filo en todo momento. Y, quizá, también porque no se ha olvidado de cuándo y por qué perdió el liderato: fue en Alcañiz y después de un toque con Àlex.

Miller le complicó la vida en cada curva con algo de mala leche y sin miedo al toque

Más cauto estuvo este domingo el pequeño de los Márquez, muy abierto en tantas curvas, errático. Y también valiente, aunque lo suficientemente inteligente como para no meterse en todas las fiestas a las que le invitaba Miller. Demasiado ruido en la pista y en una carrera que se disputó en grupo, un grupo que fue de cuatro pilotos en unas pocas vueltas y que llegó a ser, para desgracia de Márquez, de hasta seis o siete en otras. Y allí se perdió él, que trataba de no alejarse demasiado del colín de la KTM del australiano.

Tenía que vérselas también de vez en cuando con un rapidísimo Efrén Vázquez, a la postre ganador de la carrera tras una fulgurante entrada en la recta de meta, empujado por la velocidad de su Honda. También se las vio con su compañero de equipo, Álex Rins, que culminó una remontada maravillosa, desde la 17ª posición de la parrilla al tercer escalón del podio. Y hasta con Kent, que esta vez sí ayudó a su amigo Miller, no como en Japón, y se coló en la última vuelta por delante de Márquez, quinto.

Marc Márquez: “Àlex también puede hacer lo mismo”

N. T. / Sepang

La de Moto3 fue una carrera dura. Había un título en juego y Miller no se lo tomó a broma. Al pequeño de los Márquez le aparecían codos, rodillas y motos por doquier, y él, un piloto fino al que no le gusta meterse en jaleos, no aceptó el trato. No tenía previsto Dirección de carrera actuar de oficio, pero el equipo español puso una reclamación que finalmente tuvo una respuesta negativa. No consideran que ni el comportamiento de Miller, ni el de Kent, ralentizando el ritmo de Márquez, contravengan las reglas de la FIM.

“Estoy contento porque he terminado de pie la carrera, que no era nada fácil. Nosotros vamos a acatar la decisión que tome Dirección de carrera. Y vamos a ir a Valencia con la cabeza alta, con una sonrisa y con muchas ganas”, declaró Àlex, que no se lo tomaba a guasa, como su rival. “No creo que esté molesto, él es el mejor haciéndolo”, declaró Miller en referencia a la carrera de Aragón.

Marc Márquez, campeón del mundo y hermano mayor, lo tenía claro: “Tengo experiencia en estas situaciones con Dirección de carrera, me han llamado muchas veces, pero yo hace mucho tiempo que no veía a alguien dar hasta siete toques de ese estilo. Fue realmente agresivo. Pero si Dirección de carrera se lo permite creo que mi hermano tiene suficiente cuerpo y potencial para hacer lo mismo”, dijo, tajante.

Fue la carrera de Miller prácticamente perfecta. Tan sólo le faltó ganar. Pero el arrojo derrochado en la pista, aquellos movimientos bordeando el juego sucio para sacar a Márquez del primer viraje en tantas ocasiones, o ese paso por curva delicioso, además de mantener la expectación y el espectáculo, tuvieron su recompensa en forma de puntos. No le ocurrió lo mismo a Márquez, a quien su hermano mayor le insiste en que debe pensar menos encima de la moto y jugarse más el pellejo. Perdió la carrera en la última vuelta: tras pasar tercero por meta, llegó a final de recta en buena posición, pero se abrió demasiado y les facilitó a todos el adelantamiento.

El resto lo haría Kent, que se colocó en frente de él y, con un ritmo algo inferior, fue alejándole de la pelea por el podio para que no pudiera intentar un nuevo ataque en la contrarecta, al borde de la última curva. No lo hizo. Y tendrá que esperar a Valencia. Tiene 11 puntos de ventaja sobre Miller, así que será campeón si sube al podio, por mucho que el australiano gane la carrera.

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Sobre la firma

N. T.
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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