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“Vendrán momentos peores”

Luis Enrique asume la culpa de la derrota en el Bernabéu, invita a poner las notas a final de curso y replica con dureza a Mathieu, que aseguró estar sorprendido por jugar de lateral

Jordi Quixano
Luis Enrique, durante el partido contra el Madrid
Luis Enrique, durante el partido contra el MadridGonzalo Arroyo (Getty )

Digerida la derrota ante el Madrid en el Bernabéu, el técnico azulgrana Luis Enrique asumió el traspié como propio, ejercicio de autocrítica. Aseguró, en cualquier caso, que no le interesa la opinión general sino que le sobra con las reflexiones de su cuerpo técnico y suyas. “Hay gente que tiene capacidad para escuchar y aceptar las críticas. Yo no soy de esos. No sé lo que se ha dicho”, se arrancó; “pero sí estoy contento por nuestra autocrítica y eso me llena de motivación. Asumo toda la culpa. Lo creo y lo acepto así”. Pero, orgulloso, dejó en varias ocasiones una coletilla: “Estamos en la jornada nueve y vamos líderes con el Sevilla. Así que no todo ha debido de ser desastroso”.

Superado por el fútbol vertiginoso del Madrid, por unas contras a las que no supieron echar el lazo, Luis Enrique rehusó como siempre hablar de fútbol, del porqué del tropiezo: “Claro se ha analizado el partido y estuvimos bastante lejos de los conceptos sobre los que habíamos trabajado. Fuimos inferiores al rival y es normal haber perdido ese partido”. Dejó claro, sin embargo, que no tiene pegas al comportamiento de sus jugadores: “Estaría preocupado si fuera un problema de actitud. Y no es así porque mis futbolistas estuvieron a un nivel muy alto de intensidad y físico. Pero nos llevaron al juego de transiciones y no supimos tener posesión de balón”. Una detracción pronto maquillada: “Pero fuimos un equipo valiente y no nos escondimos, pues tuvimos nueve córners por tres del Madrid. Eso quiere decir que no nos escondimos”.

Prefiero que los jugadores me digan lo que piensan a la cara”

Prosiguió con su discurso el técnico. “Estas derrotas son unas referencias bestiales para ver en qué debemos ser más quisquillosos y mejorar”, aceptó el entrenador; “y está claro que para un culé perder en el Bernabéu siempre es muy desagradable. Claro que a la plantilla le ha afectado y se pasa el consiguiente luto de perder un partido en el que has puesto muchas ilusiones. Pero un futbolista profesional está acostumbrado a superar estas situaciones porque tiene el ADN de competir”. Ocurre que sólo han sabido competir ante equipos de menor enjundia y caído ante los más competitivos: el PSG y el Madrid. “Esto es un proceso en el que ya dije que iban a haber momentos difíciles. Y vendrán momentos peores. Cuando acabe la temporada, veremos”.

Mano dura con el vestuario

Los jugadores tienen unas oportunidades y si no dan el nivel… pues se van. Pero aun no lo hemos visto suficiente"

El Barça tiene un problema de laterales, pues en el clásico sentó a su mejor carrilero (Alba) para dar cabida a Mathieu y, en el lado opuesto jugó como siempre Alves. Pero el francés, acabado el encuentro, aseguró estar sorprendido por jugar en el costado izquierdo. “Prefiero que los jugadores me digan lo que piensan”, expuso Luis Enrique al tiempo que torció el gesto. Y abundó: “Entendería que estuviera sorprendido si lo pongo de extremo o de punta. Aquí lo que tienen que hacer es entrenarse a tope y autocrítica. Y si lo sorprende jugar en una de esas dos posiciones, lateral o central, pues apaga y vámonos. Más claro el agua”. Del mismo modo, también dejó diáfana su postura con respecto a Montoya, que hace más de un mes que no juega. “En un entrenador hablan más los hechos y actos que las palabras. Le tengo aprecio y admiro, pero mis decisiones son buscando lo mejor del equipo. Sé que es una situación delicada para él y se está portando de una manera ejemplar. Tendrá que esperar a su momento, si es que llega”.

Más condescendiente se mostró con Douglas. “No sé porque hay esa animadversión hacia él. Tuvo la mala suerte de jugar un día en el que el equipo estuvo mal. Parece que es el pecador de todo. Pero es un jugador que nos va a ayudar seguro en el futuro”. Y apostilló: “Los jugadores tienen unas oportunidades y si no dan el nivel… pues se van. Pero aun no lo hemos visto suficiente”. Queda por ver quién de ellos juega en el partido de mañana de la Supercopa de Cataluña ante el Espanyol.

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