_
_
_
_
_

Un recurso en suspenso

El Barça decidirá el viernes sobre la acción de responsabilidad después de que este jueves hable Laporta

Josep Maria Bartomeu, presidente del Barça, en la última asamblea.
Josep Maria Bartomeu, presidente del Barça, en la última asamblea. EFE

El martes habló el juez Juan Manuel Martínez Borrego: “Desestimo la acción de responsabilidad social que la actual directiva del FC Barcelona interpuso contra el expresidente Joan Laporta y 16 de sus directivos”. Hoy, ya exculpado, se pronunciará Laporta: apuestan algunos que será conciliador, después de sentirse ganador y una vez repuesto su honor; la manera de ser del expresidente, en cualquier caso, invita a ser prudente sobre sus intenciones.

Y mañana se reunirá de manera extraordinaria el consejo que preside Josep Maria Bartomeu para decidir si recurre la sentencia: no hay unanimidad en la junta, dividida entre los que quieren cerrar el conflicto y los que aspiran a llegar hasta las últimas consecuencias por mandato de la Asamblea de Compromisarios. La presentación del recurso antes de 20 días supondría de facto ejecutar la sentencia de los avales que afecta a ocho de los 17 directivos implicados en la acción de responsabilidad —cada uno debería presentar un aval de 2,9 millones de euros.

A la espera de que cada parte se pronuncie por su cuenta, representantes de ambas se citan en actos de la sociedad civil catalana. El mismo martes, Bartomeu y Albert Perrín, uno de los exculpados en la demanda, se abrazaron en una cena del Club Churchill. Allí, cenando, bebiendo y fumando puros, se supo que buena parte del barcelonismo aboga por sacar al club de la ciudad de la Justicia.

Los 99 folios de la sentencia dejan de todas maneras dudas jurídicas suficientes para que nadie se precipite, y menos en el caso del Barcelona, que invierte 900.000 euros al año en abogados. Apenas hay tiempo legal para convocar una asamblea extraordinaria y resolver si se presenta o no recurso y, por otra parte, hay quien teme que un compromisario pueda demandar al club si acepta el fallo y no llega hasta las últimas instancias judiciales, extremo que un acuerdo de ambas partes podría evitar.

La junta del Barça se muestra dividida mientras los exculpados abogan por llegar a un acuerdo

Al respecto, hay un dato revelador. El acta de la asamblea del 16 de octubre del 2010, origen de la acción de responsabilidad civil, recoge, en el turno de ruegos y preguntas, una intervención del entonces presidente Sandro Rosell al socio José Manuel Planes. “Se iniciaría un proceso legal; habrá un juez que decidirá qué se hace”, expuso Rosell. “Es un tema que se pondrá en manos de la justicia, un juez lo analizará todo y decidirá si tiene razón de ser o no y por qué cuantía, si fuera el caso”. Nunca se habló de llevar el tema hasta el último extremo, de manera que algunos abogados de la parte demandada entienden que la junta actual no puede ampararse en la voluntad de los compromisarios para persistir en el caso.

La directiva tiene un problema añadido que emana de un auto del propio juzgado 39, con fecha 14 de mayo de 2014, en el que se advierte de que en el supuesto de que el juez decidiera considerar culpables a los encausados por la denuncia presentada en su día por Rosell y la directiva azulgrana, consideraría depurar responsabilidades ejercicio por ejercicio fiscal y no por el todo. Así, en una interpretación llana del texto, se supone que llegado el caso se pedirían responsabilidades a los directivos atendiendo a su periodo de gestión, de manera que podrían resultar implicados algunos exmiembros de la junta que no fueron incluidos en la demanda.

La presentación de un recurso provocaría además la paradoja de que ocho directivos tengan que avalar 23,2 millones de euros —2,9 millones cada uno— por unas pérdidas que el juez no ha reconocido. Un argumento parecido al que ha utilizado alguno de los demandados en la acción de responsabilidad, exdirectivos que no participaron de las deudas que se les imputaban.

Varios abogados restan importancia, por otra parte, al hecho de que el juez haya fijado unas pérdidas diferentes con respecto a las aprobadas por la asamblea, y por tanto su importe no afectaría a las cuentas posteriores y no se imputaría a la junta.

Leída la sentencia y consultados los abogados, hoy empieza el turno de los protagonistas con Laporta.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_