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El Calderón sí reconoce al campeón

El Atlético se impone con rotundidad al Córdoba (4-2) con Griezmann como bigoleador

Ladislao J. Moñino
Griezmann celebra uno de sus goles.
Griezmann celebra uno de sus goles.Claudio Alvarez

La historia ha generado en el Atlético y en su hinchada una capacidad endogámica para defenderse de los oprobios. En cada ninguneo padecido emerge una corriente natural de calor mutuo que tiene más que ver con el orgullo que con el consuelo. Equipo y afición tienden a fundirse en la adversidad. Al grito de campeones, campeones fue recibido el equipo de Simeone tras el esperpento de los premios de la Liga de Fútbol Profesional. “LFP, el campeón os saluda”, rezaba una pancarta en el fondo sur. Tiene el Atlético un gen que le hace crecerse como pocos ante la injusticia. Y nadie como su entrenador para utilizarla como acicate en un partido resuelto con tanta paciencia como toques ante el blindaje del Córdoba. No se descompuso siquiera ante el empate del Córdoba, al que respondió de inmediato al imponente cabezazo de Ghilas con otro de Griezmann. Ya había respondido también la grada con su aliento tras esa igualada efímera.

Atlético 4 - Córdoba 2

Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Arda (Raúl García, m.61), Gabi (Saúl, m.66), Mario, Koke; Griezmann (Cristian Rodríguez, m.77) y Mandzukic.

Córdoba: Juan Carlos; Pantic, Iñigo López, Iago Bouzón, Pinillos; Cartabia, Luso, López Garai (Abel, m.78), Fidel (Vico, m.66); Ghilas y Xisco (Rossi, m.63).

Goles: 1-0, m. 44: Griezmann. 1-1, m. 53: Ghilas. 2-1, m. 58: Griezmann. 3-1, m. 61: Mandzukic. 4-1, m. 81: Raúl García. 4-2, m. 86: Ghilas.

Arbitro: Clos Gómez (C. Aragonés). Amonestó a los visitantes Iago Bouzón (m.37) y Cartabia (m.60).

Incidencias: partido correspondiente a la décima jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 54.000 espectadores, entre ellos unos 2.000 aficionados del Córdoba. Lleno.

La respuesta del equipo al agravio del lunes fue un duelo ganado desde una autoridad palmaria. Siempre metido en campo contrario, con un gobierno del juego que alejó mucho la portería de Moyá a los futbolistas del Córdoba. Dominador por colocación y ambición, fue otro partido más para examinar el cambio de pelaje ofensivo del campeón. Si Mandzukic es por obligación la última gran referencia, Koke, Arda y Griezmann son el trámite por necesidad. Los tres procuran ocuparon espacios entrelineas para generar fútbol por el medio. Donde antes había un pase vertical para ventilar todas las líneas posibles, ahora hay uno de los mediocentros a cualquiera de esos tres creadores y buscadores de zonas para recibir que hicieron mucha pupa de salida al rival.

Esta variante se suma ya a la de la combinación de Arda y Juanfran. Se juntan Koke, Arda y Griezmann mucho para desequilibrar con toques cortos, driblar o abrir a una banda. Son las turbinas de este Atlético más retórico en ataque que terminaron por derribar la muralla estática que dispuso Djukic, sometida a un acoso y derribo que apenas le permitió estirarse en un par de contras. Koke estrelló en el larguero una de esas combinaciones tan estéticas y cada vez más frecuentes. El gol llegó una vez más procedente de una jugada a balón parado que le cayó a Griezmann. Soltó la cintura el francés para amagar antes de descerrajar un zurdazo que se coló en la portería de Juan Carlos tras pegar en un defensa. Fue el primer tanto en Liga del menudo delantero, del que Simeone pretende un segundo punta que tenga tanto desequilibrio como gol.

Donde antes había pases verticales ahora hay uno de los medios a los tres creadores

Salió el Atlético con el mismo talante hegemónico en el segundo acto, pero se encontró con su propia medicina. Se despistó Juanfran en el segundo palo y Ghilas cruzó con un cabezazo que pareció un puntapié el balón el tenso y preciso saque de esquina ejecutado por Fede Cartabia, ayer menos ruidoso y chispeante de lo habitual. Al minuto del empate ya había filtrado Arda un pase a Griezmann, que quiso resolver con un toque delicado que desvió Juan Carlos, rápido en la salida y certero en la intuición del remate. La continuidad en ese nuevo juego es otra de las virtudes que trata de imponer Simeone. No se descompuso el Atlético con los intentos de parar el juego de los jugadores del Córdoba. En esa descarga constante e inmediata Juanfran puso una rosca tensa a la que se anticipó Griezmann en el primer palo para conectar un testarazo abajo contundente que dobló las manos de Juan Carlos.

La rápida resolución certificó ese paisaje invariable. Se movió el marcador, pero no los trazos del juego. Mandzukic hizo el tercero de cabeza tras una falta lateral botada por Koke, que encarna tanto la mutación del Atlético como su versatilidad. Crea mucho más juego y mantiene la capacidad del equipo para resolver las jugadas de estrategia. Lleva ya 11 pases de gol, una barbaridad, el último un centro que Raúl García pescó con la coronilla.En ese crecimiento continuo del Atlético, quizá los despistes como el del segundo gol del Córdoba son anómalos en el campeón que ayer reconoció el Calderón.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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