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Más imprevisible que nunca

El Barça se bate en Amsterdam envuelto en incógnitas sobre los intérpretes y el estilo

Jordi Quixano
Neymar y Messi en el Arena Stadium de Ámsterdam.
Neymar y Messi en el Arena Stadium de Ámsterdam.Peter Dejong (AP)

Luis Enrique fue claro al llegar al Barça: “Jugaremos con nuestro estilo y trataremos de ser imprevisibles”. Ayer, Andoni Zubizarreta, director deportivo, calcó el argumento: “El estilo no se discute, pero buscamos soluciones para no ser previsibles”. Aunque la búsqueda del tesoro no llegó a buen puerto ante el Málaga, PSG, Madrid ni Celta, tropiezos que le colocan cuarto de la Liga y que acentúan las incógnitas de un equipo que quizá se bate con el rival más favorable. Sobre todo porque el Ajax siempre quiere jugar el balón desde atrás y porque en el Camp Nou le dio tiempo y espacio para pensar.

El Barça anda metido en una zozobra institucional, salpicada por juicios de todos los colores, que sacude a una entidad que siempre contó con los futbolistas como el mejor de los pegamentos. “Siempre hay presión. Toca ganar, clasificarnos y ver los otros partidos con una mira más tranquila”, respondió Luis Enrique, que se definió como “espontáneo, simpático, atractivo y modesto” ante las críticas de la última semana. “Respeto todas las opiniones”, se arrancó; “pero buscamos una mejor versión del Barça. Ser fieles es el primer objetivo y estamos en un proceso de aprendizaje”.

Buscamos una mejor versión del Barça. Ser fieles es el primer objetivo y estamos en un proceso de aprendizaje” Luis Enrique

Ha querido Luis Enrique absorber y regatear a los detractores como hace con el micro ante las cuestiones futboleras. Pero el balón no atiende a su voluntad; la alternancia de golpeos y el estilo directo no parece descascarillar a rivales como el Madrid o quizá los ingleses, que tienen la contra insertada en su DNI. El Barça jugó su mejor encuentro ante el Ajax, por lo que Luis Enrique aspira a reforzar su idea. “Hay que ser impredecible”. El problema es que hasta sus propios jugadores no saben cómo ni cuándo van a jugar, de ahí la sorpresa de Mathieu al actuar de lateral en el clásico. “Imprevisible no significa inventar nada. He crecido con la idea Barça como entrenador y los resultados dirán si acertamos o no. Pero no voy a cambiar por uno, dos o 10 resultados negativos”, sentenció.

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