Bartra hace de Piqué

Le gusta tanto a Luis Enrique mover fichas que no hay manera de que repita una alineación, y menos en defensa. Hasta ayer, en el retorno a Amsterdam del Barcelona, el técnico asturiano había usado, en los 13 partidos disputados, nueve combinaciones defensivas diferentes. En el Arena volvió a meterle mano al tema, inventándose una nueva fórmula. Cuando recurría a Bartra, el técnico solía emparejarle por norma a Piqué, dejando a Mathieu de pareja de Mascherano. Hasta el Bernabéu, cuando el barcelonés formó pareja con Mascherano y el francés jugó de lateral zurdo.

Ayer Piqué se quedó otra vez fuera del equipo, por segundo partido consecutivo, y fue el de Sant Jaume dels Domenys el que formó pareja de con Mascherano en ausencia de Mathieu, lesionado. Nueva defensa y el mismo partido de Bartra, que otra vez, volvió a jugar a un buen nivel.

A Piqué le multaron por usar el teléfono móvil en el banquillo de Montilivi, en Girona, durante la segunda parte de la final de la Supercopa catalana, contra el Espanyol. Había sido sustituido en el descanso, y tres días después, el entrenador le dejó en la grada ante el Celta, sin desmentir ni confirmar que la decisión tuviera más que ver con un acto disciplinario que con una cuestión deportiva. No dio más explicaciones el asturiano, que se limitó a decir que “las cosas del vestuario se quedan en el vestuario”

A los jugadores les exijo el máximo en lo deportivo, en el comportamiento no tengo ninguna queja de nadie”

Luis Enrique

Anoche negó que la suplencia de Gerard Piqué tenga que ver con un castigo: “No”, respondió rotundo a la pregunta. “A los jugadores, y no hablo solo del que me preguntas, les exijo el máximo en lo deportivo; en el tema de comportamiento no tengo ninguna queja de nadie”, dijo el técnico azulgrana. Se vio triste a Piqué en Amsterdam antes y después del partido, con la mirada perdida y escuchando música. Hasta ayer, había jugado dos partidos en Champions, con un gol ante el Apoel, y seis de Liga, cinco como titular.

Por el contrario, a Bartra se le vio activo y feliz, en especial tras el gol del Messi, que nació por su empeño por disputarle el balón al portero Cillessen después de un pase de Alves. “La he puesto sin mirar” reconoció después del partido, que volvió a llenar de buenos detalles y otra vez lo hizo casi todo bien. Pero parece que al joven internacional español todo le cuesta el doble en el Barcelona, con Vilanova, con Tata Martino y también desde que llegó Luis Enrique. En lo que va de curso, Bartra ha sido suplente en seis partidos de Liga y de los cuatro en los que ha participado, solo en dos apareció como titular. La de ayer, en cualquier caso, significó su tercera aparición en la Champions; en las anteriores, como anoche, jugó siempre desde el inicio. Bartra recuperó ayer siete veces el balón, no perdió un pase en todo el partido y además dio una asistencia de gol al omnipresente Messi.

Contra el Ajax, Bartra jugó por él y por Alves, al que sacó más de una vez las castañas del fuego, muy descolocado el brasileño, mal auxiliado también por Rakitic. Alves completó otro partido lleno de errores en una noche en la que el Barcelona volvió a parecer cojo: todo lo que hizo bien Jordi Alba, en ataque y en defensa —el árbitro le perdonó un posible penalti por manos—, lo hizo mal el brasileño al otro lado. El jugador de L' Hospitalet recuperó 18 veces el balón y lo perdió dos mientras que el brasileño, antes de ser sustituido por Adriano, ganó cinco veces el esférico y lo perdió siete.