_
_
_
_
_

“Sentí la presión de no fallar”

Jorge Lorenzo repasa los porqués de su peor temporada desde que debutó en MotoGP

Nadia Tronchoni
Jorge Lorenzo, durante el gran premio de la Comunidad Valenciana.
Jorge Lorenzo, durante el gran premio de la Comunidad Valenciana.Alberto Saiz (AP)

No le duelen prendas en reconocer los porqués de su mala temporada, ni en asumir que sí, que ha sido mala, de las peores desde que llegó a MotoGP en 2008. Si algo le sobra a Jorge Lorenzo es sinceridad. Y no falta de eso en una entrevista realizada por el equipo de comunicación de Yamaha al terminar el curso el pasado fin de semana. “Empecé mal, con varios errores muy grandes en las dos primeras carreras; después la moto fue evolucionando, los neumáticos fueron cambiando y mi condición física mejoró. Al final los resultados fueron saliendo desde Sachsenring”, explica.

Admite el piloto mallorquín, finalmente tercer clasificado del Mundial merced a un buen final de temporada, que el momento más comprometido de la temporada fue el periodo de carreras entre Qatar, Austin y Argentina. “Allí tenía mucha presión y tenía que hacer un buen resultado porque si no se complicaba mucho la temporada. Los errores no nos permitían más margen y en aquellos instantes sentí la presión de no fallar”. También ha habido momentos felices, entre ellos, los fines de semana en Aragón o Japón, los de sus dos victorias del año –cifra, por cierto, sólo superior a la de su debut en 2008, cuando ganó una carrera–; “pero también ha habido segundos puestos muy bonitos como en Mugello o Silverstone”, añade. Y apunta que aunque no estaba obsesionado con la victoria, que llegó después de la de su compañero de equipo Valentino Rossi –“sabía que llegaría cuando estuviéramos preparados”– esta fue como una liberación.

De los cuatro de delante, no soy el mejor frenador, ni el mejor en el cuerpo a cuerpo, pero soy completo”

Hace autocrítica y echa la mirada atrás, hacia la pretemporada: “Me arrepiento de no haber planificado mejor el tema de las operaciones invernales para extraer las placas –le retiraron placas de operaciones anteriores que le estaban dando molestias– y no haber entrenado un poco mejor para llegar en forma al inicio de temporada”. Ha vuelto a entrenarse con su padre (quien guió su formación desde pequeño y con el que pasó temporadas no tan buenas) y el objetivo para el 2015 pasa por “no perder la motivación, los reflejos y pulir los puntos débiles”.

Esos puntos que le acerquen a los mejores de la categoría otra vez: “Ir rápido encima de una moto es un compromiso entre no frenar muy tarde para no perder aceleración y no hacerlo pronto para no perder metros. Quizás, de los cuatro pilotos de delante, yo no sea el mejor frenador, ni en un cuerpo a cuerpo el que mejor se sepa defender a nivel de ritmo, pero soy completo”, explica.

La mentalidad de Márquez y la capacidad de Rossi le han empujado a mejorar

El dos veces campeón del mundo, que arrancó el curso incómodo con los nuevos neumáticos Bridgestone y algo decepcionado con el rendimiento de su moto, reconoce la mejora de la Yamaha, que le ha permitido competir de tú a tú con el mejor de este 2014, Marc Márquez. “Ahora mismo tenemos una moto muy completa, que acelera, que corre bastante y que tiene un gran chasis; quizás a nivel de electrónica hay mucho por mejorar y también en la frenada, que no es nuestro punto fuerte”.

Con la misma sinceridad con la que reconoce sus errores, Lorenzo descubre su admiración por sus rivales. De su compañero Rossi, subcampeón, destaca “su capacidad para improvisar en carrera y su inteligencia encima de la moto”; de Márquez, “esa mentalidad de no rendirse nunca bajo ninguna circunstancia y de no contentarse, intentando ganar cualquier carrera, aunque eso también tiene sus riesgos”; y del otro piloto de Honda, Dani Pedrosa, que es muy técnico: “aprovecha mejor que nadie su ventaja con el peso en aceleración y velocidad punta, aunque le penaliza en otros aspectos”.

Además, admite que tanto Márquez como Rossi le han empujado a mejorar. “Marc quiere dominar siempre y en todos los circuitos, eso te anima a intentar batirle en casa sesión, en cada circuito”. Lo de Valentino, opina, tiene un mérito tremendo: “Ha luchado contra tres o cuatro generaciones diferentes y ha seguido siendo competitivo. Y no hablo de sus números, que son impresionantes. Pero pasar de dos años malos con Ducati, un año así así como el año pasado y ahora volver a hacer podios y ganar carreras es algo que nadie ha conseguido, es un gran ejemplo para los pilotos jóvenes que deben darse cuenta de que se pueden encontrar motivaciones para superarse, para cambiar el estilo de conducción, para adaptarse a los nuevos tiempos”. Para él, dice, ha sido un gran estímulo. Y lo seguirá siendo en 2015, cuando aspira a ganar su tercer título en la categoría reina.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_