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Eibar, repleto y feliz

Los eibarreses se han acostumbrado ya al estrellato al que les ha llevado su equipo

Pequeños aficionados del Eibar pisan un paso de cebra
Pequeños aficionados del Eibar pisan un paso de cebra Juan Herrero (EFE)

Eibar ya no se sorprende con las luces del fútbol que le enfocan continuamente. Llega el Real Madrid y el revuelo es notable, pero la auténtica revolución comenzó hace ya algún tiempo. Primero fueron pequeños saltos cuando el equipo regresó a Segunda División, donde había sido el equipo que más tiempo militó en la categoría de plata. Un clásico en una división que le venia como anillo al dedo. Las luces se encendieron de golpe cuando estuvo a punto de ascender en 2005, con aquel equipo de Silva, Iraizoz, Garitano (el actual técnico), dirigidos por José Luis Mendilibar. Allí comenzó a fraguarse la pregunta que parecía eterna: ¿puede un equipo como el Eibar jugar en Primera?, que si el tamaño de la entidad, del campo, que si las instalaciones, que si el presupuesto. El dinero, siempre el dinero de por medio cuando se habla del fútbol español. Las luces le enfocaron también cuando el Atlético visitó Ipurúa cuando habitaba en el infierno. Y también cuando le tocó en suerte el Real Madrid en la Copa en 2004 y empató 1-1 con gol de Cuevas al Madrid de Casillas, Guti (que el hizo el gol de los blancos) y compañía, aunque a aquella cita no acudieran ni Beckham, ni Zidane, ni Raúl.

¡Quién nos iba a decir que nos conocerían hasta en China!", se sorprende el veterano aficionado

Pero todas las luces se encendieron de golpe cuando la temporada pasada logró el ascenso. Y , más aún, cuando tuvo que hacer frente a una ampliación de capital que amenazaba con derretir el inmenso logro conseguido. Lo uno y lo otro convirtieron al Eibar en el equipo de todos. La humildad por vez primera en el fútbol español cotizaba al alza. Y Eibar se llenó de periodistas de todo el mundo que querían conocer in situ el lugar del milagro. "Creo que he dado más entrevistas que Pablo Iglesias", resumía entre carcajadas un tabernero de la animada Plaza Unzaga, donde se concentra el griterío de las grandes fiestas. "Era una sensación extraña", continua, "por un lado te sentías halagado por tanta expectación, pero por otro lado tenías la sensación de ser un extraterrestre al que todos quieren conocer".

La visita del Real Madrid ha elevado el voltaje de la ciudad. A pesar de que el día nació gris, día de llovizna y barrillo en el campo y evolucionó hacia la primavera, Eibar está iluminada de alegría. Los restaurantes están llenos, sobre todo los más conocidos, aquellos a los que se va en días señalados. Y el de hoy lo es. Desde hace días, muchos de ellos tienen el aforo reservado. Las iniciativas se multiplican: día de la chistorra, del Club Ciclista Eibarrés, la gigantesca tarta de chocolate para degustar a partir de las cuatro de la tarde, los castillos hinchables para los más pequeños en la plaza Unzaga.

Si ganamos al Real Madrid, el gol o los goles del Eibar van a dar la vuelta al mundo cuarenta veces"

La Peña Eskozia la Brava es un clásico de la ciudad. Son de los que no fallan, ni fallaron nunca. "Hoy se va a llenar Ipurúa, pero no hace tanto que en el campo estábamos 500 o 600 espectadores. Aquello tenía más mérito, porque sobre aquello se ha construido esto", comenta un veterano aficionado a quien no se le olvida el pasado, "ese que ahora todo el mundo está recordando: la proclamación de la República, las fábricas de armas y aquel Eibar futbolístico que tenía a Garate como un dios, al que siguieron otros".

También el Real Madrid se sentirá acompañado en Eibar. El partido ha sido elegido para reunir a las peñas madridistas del País Vasco en un acto antes de acceder a Ipurúa. El Madrid también ha revisado todas las condiciones del campo, los vestuarios, el acceso a Ipurúa, el aparcamiento del autobús. Desde el jueves, incluso, están los utileros madridistas en Eibar, para sorpresa del unico utilero eibarrés.

Los focos apuntan directamente a Ipurúa, tanto que una empresa china de venta por internet de recambios y accesorios para el automóvil, Tuhu, aparecerá en la parte trasera del pantalón de los futbolistas del Eibar. lo hará solo en este partido. Al menos de momento, porque ese es el espacio utilizado por Wico, uno de los patrocinadores del equipo armero. "¡Quién nos iba a decir que nos conocerían hasta en China!", se sorprende el veterano aficionado "Si ganamos al Real Madrid, el gol o los goles del Eibar van a dar la vuelta al mundo cuarenta veces". Y el tabernero de la plaza Unzaga seguirá mirando por encima del hombro a Pablo Iglesias.

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