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El Madrid no rota ni en Basilea

Las bajas hacen que Ancelotti solo pueda dar descanso a los laterales.

Diego Torres

Las crónicas costumbristas presentan a Carlo Ancelotti como un irreductible aficionado al culatello. El entrenador del Madrid es fiel a las costumbres culinarias de su patria chica, el antiguo Ducado de Parma. Pero la gente olvida que también es leal a sus botas de tacos. A veces, como ayer en el estadio de St. Jakob-Park, se enfunda sus Nike y echa a correr. Corrió durante el calentamiento del equipo, procurando que su cuerpo de fornido cincuentón siguiera el ritmo de los futbolistas profesionales. Se unió al pelotón en las series de 50 metros. Una, dos, tres. Hasta que el pelotón apretó. Con Cristiano y Ramos, los velocistas, a la cabeza. Aceleraron. Y entonces el míster se quedó solo. Trotando en la noche fría y húmeda. Se frenó, recuperó el aliento, y estiró los viejos músculos de tigre.

El último entrenamiento antes del penúltimo partido de la fase de grupos tuvo el rigor impropio de una jornada en la que ya está casi todo resuelto para el Madrid. “Será un buen partido”, dijo Ancelotti, “porque se jugará con intensidad”. El Basilea pelea por la clasificación. El Madrid compite por cosas menos urgentes. Conservar el impulso ganador, por ejemplo. Mantener la moral elevada de unos futbolistas que sospechan que pueden estar ante un ciclo histórico. Ya no les basta con la Décima. Quieren la Undécima porque así se les considerará como a uno de los equipos más grandes de siempre. Para reafirmar esa determinación vienen bien los récords. Si el Madrid gana esta noche igualará las 15 victorias sucesivas de los equipos de José Mourinho en 2012 y Miguel Muñoz en 1960.

No hay forma de evitar las simetrías porque la racha del Madrid comenzó a finales de septiembre contra el Basilea. Entonces el equipo venía de caer ante el Atlético (1-2) y aquella victoria en el Bernabéu supuso un cambio. Del mal juego se pasó al bueno, y del pesimismo a la euforia. Tres meses más tarde, Ancelotti no puede rotar al equipo titular, a excepción de los titulares. Illarra recién se recupera de una lesión; Khedira dice que le duele la cadera; y Pepe anda con achaques. Benzema es imprescindible y Cristiano y Bale quieren jugar. El Madrid no se juega nada, pero habrá chicha incluso en Suiza.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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