_
_
_
_
_

El Dépor de Lendoiro queda al desnudo

Una auditoría externa revela un catálogo de irregularidades que lleva a la actual directiva a plantear la responsabilidad judicial de su predecesor

El expresidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro.
El expresidente del Deportivo, Augusto César Lendoiro. Xurxo Lobato

En diciembre de 2012 Augusto César Lendoiro presentó ante los más de 20.000 accionistas del Deportivo un beneficio anual de 5.610 euros. Era lo habitual: durante 20 años el club cerró de manera sistemática los balances con superávit. Días después el club gallego protagonizó el mayor concurso de acreedores de la historia del fútbol español. Su deuda se elevaba entonces a más 160 millones de euros, casi 96 de ellos con la Agencia Tributaria. Ahora Constantino Fernández Pico, el sucesor de Lendoiro al frente del Deportivo, se apoya en una due dilligence externa de la que apenas un esbozo alerta sobre un modo de entender la gestión de un club de fútbol cuando menos sorprendente. “Las cuentas eran falsas”, lamenta Fernández, que apunta que no tiene intención de hurgar en el pasado, pero sí de reclamar en los tribunales compensaciones allá donde entiendan que se cometieron errores graves o negligencias. “Más o menos en febrero ya habremos tomado una decisión sobre si buscamos la responsabilidad de los anteriores consejeros”, asegura.

Uno de los peajes de cara al futuro más inmediato que se arrastran de ese maquillaje contable tiene que ver con el impuesto de sociedades. “Como en teoría ganamos dinero durante tantos años no tenemos bases imponibles negativas para compensar los beneficios que esperamos ahora”, apunta Fernández. Es decir: el Deportivo espera para este año beneficios de 9 millones, pero deberá abonar 2 millones en ese concepto por presentar en su día números negros que, en realidad, eran rojos. “Si las cuentas no fuesen mentira podríamos compensarlo. Es algo importantísimo y estamos intentando solucionarlo consultando a diferentes instancias, pero no es sencillo”, explican desde el club, que ya ha empezado a abonar pagos a Hacienda para ir enjugando la deuda. “No le podemos exigir mucho. Quien mintió en las cuentas fue el Deportivo, era el club quien no ingresaba las retenciones del IRPF desde 2004.”, matiza.

No le podemos exigir mucho. Quien mintió en las cuentas fue el Deportivo" , afirma el actual presidente

Durante los últimos años de la presidencia de Lendoiro en el Deportivo hubo unas pautas de comportamiento que ahora quedan al desnudo. En su último presupuesto anual presentado el 20 de diciembre de 2013 el veterano dirigente había estimado una previsión de 4 millones de euros de ingreso por el seguro de descenso que, como compensación por pérdida de derechos audiovisuales, habían suscrito la mayoría de clubes de la Liga de Fútbol Profesional y del que él fue uno de los principales impulsores. Pero ya sabía que no lo iba a cobrar. Lendoiro había enviado un burofax el 4 de diciembre a la agrupación de interés económica conformada por los clubes para gestionar ese seguro solicitando el pago de las cantidades que entendía ya debía haber percibido apenas un mes antes. En la misiva solicitaba que le indicasen a que equipos debía presentar factura “a fin de evitar el ejercicio de acciones judiciales”. Ocho días después le contestaron. Y le remitieron a una cláusula firmada en 2010 por la que se había determinado que los clubes en situación concursal (el Deportivo llevaba en ese trance once meses) no tenía derecho a percibir compensación por el descenso de categoría. Le recordaron además a Lendoiro que no había pagado las aportaciones (unos 600.000 euros) que le correspondían al seguro tanto en esa campaña como en toda la anterior y que los 25 equipos que componían la agrupación se habían visto obligados a depositar en la Agencia Tributaria 4,4 millones de euros, además de intereses de demora y recargos, por una derivación de responsabilidad originada por pagar al Deportivo irregularmente el seguro tras su descenso en la campaña 2011-12. “Fuimos a por una y nos dijeron tres”, resume Fernández, que concluye: “De nada de esto se informó por parte del club, se metió ese supuesto ingreso en el presupuesto y aquí paz y después gloria”. Obviamente el Deportivo no cobró ese dinero que reclamaba Lendoiro y su actual Consejo de Administración ya pagó los 600.000 euros que debía. “En mi primera reunión con el grupo de clubes les dije que no era un moroso, que tuvieran confianza”, recuerda Tino Fernández.

El Deportivo incumplió durante años sus obligaciones mercantiles y societarias

El catálogo de irregularidades es variado. El Deportivo incumplió durante años sus obligaciones mercantiles y societarias. Los acuerdos adoptados en las juntas de accionistas no se inscribían en el registro mercantil, ni siquiera se hizo con el que en 1999 determinaba que Lendoiro debía cobrar como presidente el 1% del presupuesto anual del club. Ese acuerdo no se inscribió en la Junta hasta marzo de 2013.  Ningún libro de actas reflejó hasta diciembre de 2012 los acuerdos de una sociedad anónima que se habia constituido veinte años antes. No hay constancia de un libro o registro físico donde se registren los nombres de los más accionistas del club. Además el Deportivo cobrará este año 18 millones de euros más IVA de un contrato de televisión que se cifra en 23. No hay un limbo para esa cantidad que falta, sí una explicación que detalla Fernández: “Cinco de ellos, como cinco del año que viene se cobraron en 2007 y ya se han gastado. Cinco más IVA porque como no se paga era todo para adelante”, recalca. No es el único dinero del futuro que se gastó en el pasado porque también partidas de patrocinios de años venideros ya se cobraron y se invirtieron en tapar agujeros. Además Lendoiro había edificado en los últimos años un grupo de empresas en torno al club con negocios de hostelería y comerciales, una compañía de tecnologías y servicios, un gimnasio, una clínica y hasta un periódico ya en liquidación. “Las fuentes de financiación no deben reducirse al fútbol. Esta es la revolución que viene”, anunció en su día. Todas esas aventuras ofrecieron pérdidas millonarias, pero ahora se echa de menos un registro de operaciones entre estas sociedades. “Había una caja única descontrolada”, lamenta Constantino Fernández.

El club heredó, en definitiva, de la era Lendoiro 72 conflictos judiciales abiertos

En el ámbito laboral se vieron afectados empleados del club. El año pasado el técnico Fernando Vázquez fue sancionado en varias ocasiones y al equipo lo dirigió desde el banquillo el segundo entrenador, Manuel Pombo. Cuando los nuevos directivos llegaron al club en enero pasado se encontraron con una situación inesperada: “Pombo ni tenía contrato, ni cobraba. Menos mal que no pasó nada en ningún viaje. Es realmente sorprendente”. Vázquez y Pombo, destituidos en julio, ya cobraron su finiquito. No así dos de sus predecesores, José Luis Oltra y Miguel Ángel Lotina, tampoco sus ayudantes. La única sede del club dada de alta como centro de trabajo era el local social. Ni el estadio de Riazor, ni el centro de adiestramiento de Abegondo figuraban como tal. Ningún entrenador del fútbol base tenía contrato de trabajo, tampoco los porteros que trabajan en Riazor los días de partido. Los jugadores no fueron ajenos a los problemas: la inspección de trabajo sancionó con 14.000 euros al Deportivo porque Javier Camuñas, estuvo en la temporada 2012-13 siete meses sin estar dado de alta en la Seguridad Social. Y hubo que abonar 17.000 más porque al brasileño Evaldo no se le tramitó ni el permiso de residencia ni el de trabajo.

El Deportivo heredó, en definitiva, de la era Lendoiro 72 conflictos judiciales abiertos. Ha cerrado 22 y durante el último año no abrió ninguno. Germán Rodríguez Conchado, asesor jurídico del club durante décadas en las que fue cercano colaborador de Lendoiro, reclama a la entidad 3,3 millones de euros (2,7 en concepto de honorarios por la presentación del concurso de acreedores y 600.000 por un pleito). El Deportivo paga ahora 60.000 euros anuales -“de tarifa plana”, apuntan”- por sus servicios jurídicos. “Si hay que abrir un juicio lo haremos. Vamos a defender el dinero de todos ustedes como si fuera el nuestro o el de nuestros hijos”, aseguró Constantino Fernández a los accionistas reunidos hasta altas horas de la madrugada de ayer, sin rastro del anterior mandatario, en un auditorio coruñés. A ellos les recordó como cuando llegaron a la sede social se encontraron algo parecido a un solar. “En la mesa del presidente tan sólo había un paquete de clips”. Ni él ni sus cinco consejeros perciben un euro por regir el club.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_