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El mejor amigo de Mandzukic

Raúl García libera al ariete de las tareas de desgaste y desata su faceta más rematadora

G. P.
Raúl García remata ante Botía
Raúl García remata ante Botíaalejandro Ruesga

Son pocos los jugadores a los que Simeone no corrige algún movimiento cada vez que asoman cerca de su interminable zona técnica. Raúl García está entre ese pequeño grupo de afortunados. No es que el navarro no cometa errores durante los partidos, tiene más que ver con la representación que hace el jugador sobre el campo de lo que el argentino quiere que ocurra a su alrededor. Ante el Olympiacos actuó de delantero centro, incluso en una posición más adelantada que la de su compañero Mandzukic, lo que tuvo un efecto demoledor en el rendimiento del croata.

Actuando como una especie de media punta sin censura, Raúl García cargó por momentos con el peso de la marca defensiva, al tiempo que se asoció por ambas bandas situando al croata ante un escenario más liberado de presión y en el que brilló su capacidad rematadora. Con la presencia del navarro en ataque solucionó Simeone uno de sus mayores quebraderos de cabeza. Apostó por él por delante de Griezmann y Raúl Jiménez, Cerci y su castigo al margen. El mayor despliegue defensivo de García, su fortaleza en el juego aéreo y una mejor interpretación del juego de ataque de Arda o Koke jugaron a su favor.

Se asoció por ambas bandas situando a Mandzukic ante un escenario más liberado de presión

De ahí que en la primera de las muchas ocasiones que se generaron desde el costado derecho llegase el gol del navarro con un error de Roberto mediante. Pero para cazar el balón se ha de interpretar por dónde puede aparecer. El exportero del Atlético no acertó a enviar la pelota lejos del área y se la entregó de nuevo a Juanfran, que inicialmente había filtrado un pase para Mandzukic al que el croata no llegó. Realizó un nuevo centro el alicantino y esta vez con un suave giro de tobillo Raúl García acertó a enviarlo al fondo de la portería griega. No se había cumplido el primer cuarto de hora del partido y su presencia sobre el campo ya se había justificado no sólo a ojos de Simeone, sino también para la hinchada. Con el de ayer, suma tres goles en lo que va de temporada, el primero en Europa.

Sabido es que los goles multiplican la confianza como los errores dinamitan la conciencia y a Raúl García se le iluminó el espíritu. Lo demostró tratando de tirar un caño ante Masuaku cuando disponía de un centro como mejor alternativa y a Mandzukic como ansioso destinatario.

La mejor sintonía la demostró también al liberar a Mandzukic de la presión de tener que sostener el juego de espaldas, así como de ofrecerse como la única alternativa por alto. Agradeció el croata el reparto de tareas y lo secundó con tres goles. El primero, fruto de un gran centro de Ansaldi, el segundo tras una buena entrega de Arda que cabeceó con elegancia, misma jugada que en su tercer tanto, pero esta vez a centro de Gabi. Como para no estarle agradecido.

En uno de los partidos más efectivos de Mandzukic tuvo mucho que ver su amigo Raúl.

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Sobre la firma

G. P.
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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