_
_
_
_
_

Partido de caché

El Barcelona, incapaz de ganar hasta la fecha a los grandes rivales, definirá ante el PSG su futuro inmediato en Europa y su estatus como equipo “Sobre todo, intentaremos defender”, expuso Blanc

Jordi Quixano
Luis Enrique, en el último entrenamiento del Barça.
Luis Enrique, en el último entrenamiento del Barça.Vicens Giménez

El Barcelona se presentó en el Parque de los Príncipes con una hoja de servicio excepcional, imbatido en la Liga y en Europa, dinámica triunfal que prohibía cuestionar los cambios de Luis Enrique, con los extremos cerrados, transiciones fulgurantes y defensa de lo más adelantada para ayudar en el acoso. Pero el PSG desmontó la idea, vencedor del duelo de la ida de la liguilla (3-2). Luego tocó el Madrid y el Barça volvió a darse de bruces con la realidad, competitivo pero todavía incapaz de superar a un rival grande. Ahora, tras encadenar otras siete victorias, alguna notable como ante el Sevilla o Valencia, llega de nuevo el PSG. “Le tenemos ganas”, reflexionó Luis Enrique; “por el resultado de la ida y porque es un aspirante como nosotros a la Champions”.

El técnico azulgrana, sin embargo, asegura que es poco más que un partido, toda vez que desacreditó la valía de acabar como campeones de grupo y medirse con un segundón.Ser los primeros tiene una importancia relativa”, expuso el entrenador; “pero no es definitivo porque sólo te da una ventaja parcial. No es el partido más importante de la temporada; espero que estén por llegar”. Pero la historia reciente le contradice. Sobre todo porque en 20 de las últimas 24 eliminatorias de octavos (contando los tres últimos años) ganaron los cabezas de serie, los que tenían el factor campo como ventaja (el 83,3% de las eliminatorias). “Es un partido muy importante porque queremos ser primeros”, replicó David Luiz, central del PSG. “Ganar te da ventaja y todo suma en esta competición de detalles”, abundó Laurent Blanc, el entrenador parisino.

No cuenta el Barça con Alves ni con Rafinha, ambos sancionados. “A pesar de la ausencia de Alves, reforzaremos la banda izquierda porque ahí cae Messi, que es el mayor peligro del Barça”, expuso Blanc. Preocupación doble de Luis Enrique porque tiene otros tres laterales (Montoya, Douglas y Adriano) y no cuenta con ninguno de ellos. Tampoco funciona Alves, hasta el punto de que prueba a Bartra en los entrenamientos como reconvertido y, ante el Valencia, jugó Busquets de volante para tapar el agujero. Y eso, en un Barça que presiona tan arriba, es un pecado capital como demostró el propio PSG. “La teoría, de no atacar con demasiados y tener equilibrio, es fácil. Pero el balón te acaba encantando y hay que vigilar y estar atentos a la segunda línea de presión”, se explayó el técnico azulgrana. Recogió el testigo Blanc: “El Barça ataca a veces con ocho y defiende con dos o tres, y muy lejos de la portería. Podemos hacerles daño si les robamos el balón”. Aunque, comedido como pocas veces, añadió. “Sobre todo, lo que intentaremos es defender porque no queremos ser pretenciosos y decir que tendremos el balón”.

El Barça definirá hoy su futuro en Europa y, de paso, su estatus porque, de ganar, revalorizaría su caché.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_