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Con el foco puesto en la grada

El Atlético juega su primer partido en el Calderón desde la reyerta mortal El club reconoce un descenso en la venta de entradas para el encuentro contra el Villarreal, blindado con 740 policías

Ladislao J. Moñino
Miembros de seguridad, en la entrada del Vicente Calderón, antes del partido contra el Villarreal.
Miembros de seguridad, en la entrada del Vicente Calderón, antes del partido contra el Villarreal.Claudio Álvarez

A primera hora de la tarde de este sábado, en el Atlético reconocían que la venta de entradas ante la visita del Villarreal discurría a un ritmo menor que el de anteriores partidos. Además del horario (19.00), la meteorología y el inicio de los gastos de la campaña navideña, el club no escondía la influencia de los catastróficos hechos sucedidos hace dos semanas, trágicamente coronados con el homicidio de Francisco Javier Romero Taboada, en el descenso del taquillaje.

El miedo de los aficionados a acudir a los estadios es una de las grandes derrotas del fútbol ante el fenómeno ultra. Hoy hay un muerto de por medio sin que aún se haya detenido a los culpables, una grupo que alberga hinchas violentos expulsado por el club y un fuerte despliegue policial para garantizar la seguridad de los asistentes ante un encuentro considerado de alto riesgo. Demasiado envoltorio desagradable, más después de que ayer el Frente emitiera un comunicado por Twitter diciendo que el Atlético no podía disolverle como peña al no serlo y recriminándole a la plantilla que no le apoyara públicamente. El foco está más puesto en las gradas y en los aledaños del estadio que en la hierba y eso siempre es una mala noticia para la fiesta que deber ser un partido de fútbol.

La cronología

Francisco J. Romero Taboada, ultra de los Riazor Blues, murió el domingo 30 de noviembre en una reyerta entre radicales en las inmediaciones del Calderón, horas antes del Atlético-Dépor. La pelea se saldó con 10 heridos y 21 detenidos. Los autores del homicidio siguen sin ser arrestados.

El martes 9 de diciembre, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, destituyó a los dos agentes de policía que coordinaron la seguridad del Deportivo y del Atlético.

Miembros del Frente fueron fotografiados el martes realizando el saludo fascista durante el Juve-Atlético.

El viernes 12, el Atlético anuncia que prohíbe la simbología del Frente.

El paisaje de esta tarde en el Vicente Calderón poco tendrá que ver con lo que debe ser la simple celebración de un juego: 740 policías y la tensión en los registros a la entrada del fondo sur para impedir que se introduzcan en el campo distintivos del Frente Atlético o todo tipo de simbología que haga referencia a la xenofobia, el racismo o la violencia. Un panorama tan necesario por los graves hechos acaecidos hace dos semanas como desolador. No hay fútbol sin aficionados y la violencia ya los ha desterrado en países tan pasionales e identificados con el juego como Argentina. No hay mayor derrota para el fútbol que un seguidor que no puede acudir de forma pacífica a un estadio con una bufanda o una camiseta de su equipo por temor a ser agredido. El club ya ha expulsado a ocho socios del Frente que participaron en la trifulca y a otros siete identificados que no son afiliados les ha prohibido la entrada.

“¿Influirá en el ambiente la expulsión del Frente Atlético?”, le preguntaron ayer a Diego Pablo Simeone. Su respuesta siguió la misma línea de las ofrecidas desde la reyerta mortal. Apuntó al fútbol Simeone y prefirió obviar la carga ambiental que rodea al encuentro. “Soy entrenador y me centro en lo que me importa, que es ganar. Trabajamos toda una semana pensando en el Villarreal y solamente miramos que tenemos que ganar”.

“¿Qué ambiente espera? ¿Es un examen para la afición?”, le insistieron al técnico rojiblanco. “Como equipo y como club es un partido importante y tenemos que vivirlo de esa manera. El partido se juega en el campo y nosotros tenemos que mandar toda la energía positiva del campo hacia afuera, es una transmisión que se ha hecho mutuamente y siempre hemos sido muy fuertes en ese sentido. Ojalá sigue siendo igual”, respondió. “¿Qué mensaje manda a la afición?”, le repreguntaron. “Tenemos que estar todos juntos, y juntos podremos hacer un buen partido”, abundó El Cholo.

Tenemos que estar todos juntos. El partido se juega en el campo”, dice Simeone

En esa misma línea seguida por su técnico, el Atlético lanzó un mensaje a través de sus tres capitanes, Gabi, Raúl García y Godín. Le preocupa al club el estado de ánimo de la hinchada no violenta, en la que confía para mantener esa relación simbiótica que tantas veces ha tirado del equipo cuando lo necesitaba. “Más que nunca necesitamos a nuestra afición, ésa que siempre ha estado al lado de su equipo animando con pasión”, solicitó Gabi. “Un partido no lo ganan sólo 11 jugadores. Un partido lo gana el equipo y su afición. Su aliento, su cariño, su fuerza, nos hacen ganar partidos y títulos. Vamos a demostrar cuáles son nuestros valores. Contamos con ustedes”, dijo Godín. “La afición tiene que animar como siempre a su equipo, con la ilusión y la pasión que han demostrado hacia sus colores en todos los partidos y respetando a los rivales. Tenemos que estar todos muy unidos. Necesitamos la fuerza del Calderón”, advirtió Raúl García, que hoy será titular ante el Villarreal. Simeone también anunció el regreso de Miranda, recuperado de su lesión.

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Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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