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Racing gana la liga argentina y acaba con una sequía de 13 años

El club de Avellaneda se consagra con la estrella de Diego Milito, vigente a sus 35 años

Alejandro Rebossio
Diego Milito pelea un balón con Rolando García
Diego Milito pelea un balón con Rolando García Marcos Brindicci (REUTERS)

Estrella de Avellaneda. Así es Diego Milito, que con 35 años mantiene su magia y su instinto goleador que han llevado este domingo la liga argentina a manos de su amado Racing. La Academia de Avellaneda, popular club de la periferia sur de Buenos Aires, se había consagrado campeón en 2001 tras una sequía de 35 años. En aquella última semana de diciembre Milito y sus compañeros le dieron el título tan esquivo. Pasaron 13 años sin ligas para el sufrido Racing hasta que en junio pasado El Príncipe dejó el Inter, con el que había ganado un scudetto y una Champions League, y volvió en un excelente estado a su club de origen hacerlo triunfar otra vez.

Racing venció en la última jornada 1-0 a Godoy Cruz Antonio Tomba, de Mendoza, con gol de una promesa que aún no ha sobresalido como se esperaba pero que apareció en el momento justo, Ricardo Centurión, de 21 años. En un partido dominado desde el primer minuto por el equipo intenso, dinámico y presionado que a mitad de año armó el entrenador Diego Cocca, el gol llegó a los tres minutos del segundo tiempo tras una jugada que inició por el medio Milito, que conectó con el gran asistente de la plantilla, Gastón Díaz, y que acabó en un inusual cabezo de Centurión.

De los cinco grandes del fútbol argentino, Racing era el que llevaba más tiempo sin ganar la liga. En estos años un club más modesto como Vélez Sarsfield lo había superado en campeonatos, al alcanzar diez. Racing ha conseguido este domingo su octava liga. En la era no profesional había conquistado otras nueve.

Racing está presidido por un empresario hostelero que migró de pequeño de Galicia a Argentina

Pocos imaginaban que La Academia ganaría el torneo de Primera 2014. Había acabado en el penúltimo lugar en la liga anterior, pero el presidente de Racing, Víctor Blanco, un empresario hostelero gallego de 66 años que migró de pequeño a Argentina y que este domingo ha sido reelecto por los socios del club, organizó una revolución en la plantilla hace seis meses. En 2013 había llegado al poder después de disputas internas en una institución que había sobrevivido quebrada entre 1998 y 2008.

Blanco ha invertido en jugadores como el atacante Gabriel Hauche y contrató a mitad de 2014 a Cocca, que venía de lograr que Defensa y Justicia ascendiera por primera vez en su historia a Primera, y a Milito, que hace diez años había dejado Argentina y Racing para brillar en clubes como Zaragoza e Inter. El Príncipe, que también jugó el Mundial 2010, prefirió volver al equipo de sus amores antes que retirarse en una liga adinerada de algún país sin tradición futbolística. En Racing lo recibieron con los brazos abiertos, pero, en lugar de montar una dupla ofensiva con Hauche, lo hizo mejor con quien se transformaría en el máximo goleador de la plantilla, Gustavo Bou, otro recién llegado.

A sus 24 años, Bou ha encontrado por fin su mejor nivel después de circular por una lista de cinco clubes de Argentina y Ecuador. Marcó diez tantos en 19 jornadas. Milito y Bou atosigaron este domingo una y otra vez a Godoy Cruz, pero su portero, Sebastián Moyano, impidió que la diferencia fuera mayor al 1-0.

El gol llegó por la cabeza de otro que volvió a Racing a mitad de año, Centurión. Este joven jugador había probado suerte en la temporada anterior en el Genoa, pero allí solo jugó 12 partidos y no marcó nunca. Este domingo, en la decisiva última jornada del torneo, mostró su habilidad para dominar el balón y además anotó. En el certamen también se han destacado otros en la plantilla como el defensa Yonathan Cabral, de 22 años, el recuperador de balones Ezequiel Videla, Díaz y Hauche, que pese a todo anotó cinco goles en el torneo, uno menos que Milito.

Pero no se puede hablar de este Racing vencedor sin mencionar al portero Sebastián Saja, un histórico del club, que también había sido campeón en 2001, pero que en el inicio del torneo de Primera 2014 sufrió fuertes críticas de sus propios hinchas. Sucede que en la quinta jornada Racing debía jugar el derbi de Avellaneda contra Independiente y el entrenador Cocca dijo antes del choque: “Prefiero perder el clásico, pero pelear el campeonato”. Independiente ganó 2-1 y los hinchas racinguistas desenfundaron en los siguientes partidos banderas contra Cocca y Saja, a quien responsabilizaban de la derrota e incluso de haber sido sobornado. Pero el tiempo dio la razón a ambos. Racing sumó 13 victorias, dos empates y cuatro caídas para ganar la liga. Era un torneo en el que brillaba River Plate, con el renovado fútbol ofensivo que impuso el entrenador Marcelo Gallado, pero en las últimas jornadas el millonario apostó todo por la Copa Sudamericana. Así fue que en la antepenúltima jornada Gallardo plantó un equipo B para enfrentar a Racing en la liga y entonces los de Avellaneda ganaron 1-0 y le arrebataron la primera posición.

Este domingo estaba lleno el estadio Presidente Perón, que lleva ese nombre por aquel hincha de Racing. Otro expresidente argentino, Néstor Kirchner (2003-2007), y su influyente hijo Máximo, figuran en la lista de famosos fanáticos del club. El también llamado Cilindro de Avellaneda estaba preparado para la fiesta. Racing debía ganar para evitar un desempate con River. Y lo hizo. Para unos hinchas acostumbrados al sufrimiento como los de La Academia ha vuelto la hora de festejar. Y lo han hecho de la mano de Milito, la estrella de Avellaneda.

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