Belmonte solo es el principio

Mireia Belmonte es la cara del éxito del deporte femenino español en 2014. Sus triunfos y sus récords del mundo, aunque hayan sido en la piscina no olímpica, hablan de una deportista colosal que apunta a lo más alto en los Juegos de Río 2016. Pero es solo una cara más de la tendencia que se anuncia imparable desde Londres 2012, cuando las olímpicas españolas lograron 11 de las 17 medallas de la delegación.

En el año 2014 la tendencia se ha consolidado. Porque ya no puede hablarse solo de triunfos aislados protagonizados por talentos individuales, como la propia Mireia Belmonte o la sorprendente Carolina Marín, campeona del mundo de bádmiton, ese deporte que hasta ahora dominaban con raqueta de hierro las deportistas asiáticas, sino también por un puñado de equipos sobresalientes. Como las chicas del baloncesto, que solo cedieron en el Mundial ante el coloso estadounidense; o las mujeres del waterpolo, que lideradas por monstruos como Jennifer Pareja o Laura Ester, se proclamaron campeonas de Europa tan solo un año después de ganar el Mundial; o el más reciente éxito, el del balonmano femenino, que solo cayó ante Noruega en los Europeos. Incluso el fútbol, ese deporte tan masculino, ha logrado su particular victoria al clasificarse para el Mundial, que se celebrará el próximo verano en Canadá, por primera vez en su historia.

El éxito por equipos vino del baloncesto,el balonmano,el waterpolo y el fútbol

Estos son algunos de los hitos del deporte femenino español el año pasado:

» Mireia es de otro mundo. En los Mundiales de piscina corta en Doha, Mireia competía contra sí misma y sobre todo con Katinka Hosszu. En un día, la nadadora de Badalona asombró al planeta y marcó el récord mundial en 200 metros mariposa e hizo lo mismo en los 400 estilos. La proeza, que le valió dos oros, puso a Belmonte, que con 24 años ya atesora dos platas olímpicas, en el buen camino para los Juegos de Río 2016.

Con cuatro oros en Doha y tres récords mundiales en apenas 10 días (200m mariposa, 1m 59,61s, 400m estilos, 4m 19,86s, ambos en Doha, y en los 1500, 15m 19,71s, en los Campeonatos de España), Mireia cerró un año de ensueño. En agosto se adjudicó seis medallas en los Europeos de Berlín, que inauguró con el bronce en los 5km en aguas abiertas. Una extravagancia que puso a prueba su superación. La plata en los 400m estilos y en los 800 libres, el oro en los 1.500 libre y en 200m mariposa y el bronce en los 400m libre la encumbraron en Alemania.

Con luz propia brilló Carolina Marín, campeona del mundo de bádminton

» Carolina, reina entre asiáticas. Marcando otro hito en la impresionante era que vive el deporte femenino español, Carolina Marín se infiltró en la cima del bádminton, un deporte de eterno dominio asiático. La onubense se coló con 21 años en la final del Mundial de Dinamarca. Enfrente se encuentra la vigente campeona olímpica. 78 minutos de final y un 17-21, 21-17 y 21-18 que la encumbró a la cima mundial, con remontada incluida. La trayectoria de Marín en 2014 apuntaba alto. En abril se convirtió en la primera española campeona de Europa, tras el oro logrado en Kazán. Era la 11ª del mundo, la única de las 20 mejores que no era de Asia. Entonces, su técnico, David Cabello, fue prudente y dejó para los Juegos de 2020 las opciones de subirse a lo más alto en el podio olímpico, “por edad y clasificación”.

» El primer Mundial. El momento: el partido contra Rumania. Natalia Pablos, delantera de España, cabecea a la red un centro de Marta Torrejón. 0-1. Poco después, y tras una pared entre Vero Boquete y Jennifer Hermoso, la delantera del Bristol Academy hace el segundo. “Ya no nos lo pueden quitar”, pensó Vero Boquete, la capitana del equipo que dirige Ignacio Quereda desde hace 26 años. Lo que no les podían quitar era la clasificación para el Mundial. La primera que conseguía en su historia la selección femenina de fútbol. Se jugará el próximo verano en Canadá, donde España comenzará ante Costa Rica, Corea del Sur y Brasil la fase de grupos en Montreal.

La histórica clasificación puso el foco mediático en un grupo de jugadoras que espera que el hito redunde en mejoras para el fútbol femenino, todavía a años luz de países como EE UU, donde es profesional; Inglaterra, semiprofesional; o Suecia o Alemania, donde llenan páginas de periódicos.

Se conoció que las dietas de las jugadoras no pasaban de los 25 euros al día, y la federación se comprometió a mejorarlas e incluso a incluir primas, aunque sin concretar nada más.

En paralelo, 60 de las mejores futbolistas internacionales del mundo, entre las que se encuentra Boquete, demandaron a la FIFA y a la federación canadiense ante el Tribunal de Derechos Humanos de Ontario por la decisión de que el Mundial de 2015 se juegue en césped artificial, lo que consideran discriminatorio.

En un país dominado por el fútbol, había una asignatura pendiente con la selección femenina. Con algunos títulos en las categorías inferiores (Europeo sub-19, en 2004, Europeo sub-17 en 2010 y en 2011), los éxitos no llegaban a la absoluta. Ahora España tiene la oportunidad de darle un impulso histórico con su mejor generación de jugadoras.