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El valedor de Khedira

Ancelotti argumenta que para tener el balón a veces hacen falta especialistas que, como el alemán, sepan quitárselo al rival La pareja que forma con Kroos, campeona del mundo en Brasil, nunca fue titular en el Madrid

Diego Torres
Kroos, el domingo en Mestalla.
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La entrada de Sami Khedira en el partido que el Madrid disputó el domingo en Mestalla demostró que ante situaciones de extrema necesidad el entrenador Carlo Ancelotti es proclive a hacer lo que le dicta su convicción más íntima. El técnico valora a Khedira como a una pieza imprescindible. Esa certeza de que el volante central es un recurso muy útil para el equipo parece reforzada tras la derrota contra el Valencia (2-1). La transformación del Madrid en los 20 minutos que Khedira permaneció en el campo desempeñando tareas que apuntalaron a su compatriota Toni Kroos en el mediocentro respalda la tesis del entrenador. Con los dos alemanes el Madrid recuperó la pelota y la iniciativa. Metido en su área, el Valencia acabó defendiéndose a la desesperada.

Khedira es objeto de debate dentro del club. Sus detractores, próximos a la directiva, entienden que carece de la técnica suficiente. Este déficit hace que su ingreso en el equipo implique que haya que prescindir de alguien mejor dotado para el toque, con la consiguiente interferencia en la circulación del balón. A este razonamiento Ancelotti opone su aplastante lógica padana y señala que para mover el balón primero hay que tenerlo. Y que, en ocasiones, no se puede tener sin jugadores que se lo sepan quitar al adversario. Frente al Valencia, los tres centrocampistas titulares del Madrid bajaron su promedio de robos: Kroos de 6,4 de media a 5,1; Isco de 5,2 a 3; y James de 4,8 a 4. Siguiendo este discurso, la consecuencia fue que la pelota fue del Valencia, y que, para remediarlo, hubo que introducir a Khedira, experto en recuperación.

Khedira y Kroos formaron la pareja de medios que conquistó el Mundial de Brasil. Pero todavía no han coincidido como titulares en el Madrid. La versión del club apunta a los continuos problemas físicos de Khedira, que acaba contrato en junio y cuya renovación ha sido prácticamente desestimada.

La tesis de que el volante es un recurso muy útil se reforzó en la derrota de Valencia

Ancelotti reiteró desde que llegó al Madrid que su deber es preparar al equipo para ser competitivo en las situaciones de máxima exigencia, porque frente al 95% de los rivales sus jugadores no tendrán grandes inconvenientes. Bajo esta premisa, explicó que solo las partes más críticas de los partidos de Liga le sirven de botón de muestra. Considerando la desigualdad inédita entre los equipos del campeonato, estos momentos útiles para el análisis son infrecuentes. La visita a Mestalla, por ejemplo. Y, sobre todo, la segunda parte, cuando el Valencia metió el empate (1-1) en una jugada que exhibió las carencias de Kroos en un contexto poco favorable. Gayà, el lateral valencianista, cogió la espalda del alemán antes de servir el gol a Barragán y, de paso, expuso los desequilibrios que pueden producirse en el mediocampo madridista en ese 5% de partidos de la temporada que son el objetivo principal del trabajo técnico. A los 20 minutos, Ancelotti cambió a Bale por Khedira en una decisión que expresa algunas de sus opiniones más arraigadas.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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