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Messi, en el epicentro electoral

El argentino se perfila decisivo en la lucha entre los candidatos a la presidencia del Barça, sin posibilidad de jugar la baza de los fichajes a causa de la sanción de la FIFA

Robert Álvarez
Messi y Laporta, en un acto de 2008.
Messi y Laporta, en un acto de 2008.ENRIC FONTCUBERTA (EL PAÍS)

Messi está en el epicentro de la crisis institucional y deportiva que sacude al Barcelona, aventada por un cúmulo de conflictos de toda naturaleza. Y Messi se perfila como un factor determinante en las elecciones que el presidente del club, Josep Maria Bartomeu, ha fijado para el final de la temporada. Los candidatos a presidir el club a partir del próximo verano se enfrentan a unas elecciones atípicas. No podrán avalar sus proyectos con fichajes rutilantes como suele ser habitual debido a la sanción impuesta por la FIFA (un castigo por incumplir el reglamento con menores de edad traídos a la Masia). No se le permite al club contratar jugadores hasta enero de 2016. “Es evidente que la sanción condiciona y mucho la política deportiva en el primer año. Pero en estas elecciones hay muchas cosas en juego, mas allá de las deportivas”, afirma Agustí Benedito, el segundo candidato más votado en las elecciones de 2010 tras Sandro Rosell y que desde hace ya tiempo se postula de nuevo para los próximos comicios.

La resolución del conflicto entre Messi y Luis Enrique será vital para la directiva. Bartomeu subrayó en la rueda de prensa en la que anunció elecciones: “Messi es el líder del equipo. El mundo del fútbol sabe que no está en venta. Está contento y feliz, tiene contrato hasta 2018 y quiere seguir ganando”. El ansia de títulos es uno de los factores que el entorno del jugador esgrime como causa principal de los desencuentros que ha mantenido con Luis Enrique. Messi no está conforme con la gestión y los resultados del equipo desde que el entrenador asturiano relevó a Martino.

La sanción condiciona y mucho la política deportiva en el primer año”

Agustí Benedito

El resto de los aspirantes saben que el desenlace de la temporada será vital para el futuro próximo de la estrella del equipo. En ese sentido se ha expresado Benedito. Ha pedido a la junta de Bartomeu que no adopte ningún tipo de decisión en los temas de más trascendencia. El de Messi es clave y Benedito mantiene una magnífica relación con Jorge Messi, el padre y representante del jugador. El Barcelona está pendiente ahora de la contratación de un director deportivo que ocupe el puesto del despedido Zubizarreta. Bartomeu será quien decida. Los candidatos a la presidencia no podrán fichar hasta enero de 2016, pero sí podrían contar como baza con la contratación de un nuevo entrenador, aunque Luis Enrique tiene contrato hasta 2016.

Existen otros asuntos igualmente vitales para el futuro del club. Bartomeu ha anunciado que, pese a haber convocado elecciones, mantendrá su hoja de ruta y negociará los derechos de televisión de cara a la temporada 2015-2016 y el contrato con Nike, a pesar de que no concluye hasta 2018 y que proporciona al club unos ingresos de 30 millones anuales.

Otra alianza estratégica del club blaugrana es con Qatar, el patrocinador principal oficial de la camiseta. El acuerdo concluye en junio de 2016 y le asegura al club unos ingresos de 100 millones de euros en tres años. Pero ese convenio se ha convertido en motivo de discordia y rechazo entre gran parte de la afición barcelonista debido a las negativas connotaciones políticas y sociales del país árabe.

Para evitar la polémica, la fecha más idónea para celebrar las elecciones sería el 21 de junio 

Además de la situación deportiva y económica del club, planean otras incógnitas sobre las próximas elecciones. Todavía no se sabe la fecha exacta en que se celebrarán. Los Estatutos auspiciados por la junta de Bartomeu y aprobados en octubre de 2013, recomiendan que se celebren en día de partido. Será difícil que así sea porque el último encuentro de Liga en el Camp Nou se disputará el 23 o el 24 de mayo, contra el Deportivo, y coincide con las elecciones municipales.

Si la nueva junta toma posesión antes del 1 de julio, esos pocos días computarían como un año de mandato, como ya sucedió en 2003, una situación que conllevó gravísimas divergencias en el barcelonismo. Para evitar la polémica, la fecha más idónea sería el 21 de junio. Pero los Estatutos establecen que, en el caso de que la Junta finalice de manera anticipada su mandato y deba decidir la Junta Gestora —sería presidida por el presidente de la comisión económica, Ramon Adell—, las elecciones no podrían celebrarse entre el 15 y el 30 de junio. Si la nueva junta toma posesión antes del 1 de julio, su mandato real sería de cinco años y no de seis como está establecido. Hay otras fechas, además a tener en cuenta: la final de Copa se celebrará el 30 de mayo y la de la Champions, el 6 de junio. El rompecabezas no es fácil.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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