Bocado de Coma a Barreda

Que la etapa maratón iba a ser vital para el resultado final del Dakar lo sabían todos los pilotos. Contaban con que en la llegada a Bolivia, tras el día descanso, las estrategias de unos y otros iban a cambiar, por eso de que el terreno escondía trampas que podían provocar problemas mecánicos que ellos mismos debían solucionar. Y así fue. Marc Coma culminó en segunda posición por detrás de Gonçalves, y recortó en seis minutos la distancia sobre Barreda, décimo segundo, que se mantiene líder, pero con una ventaja que pasa ahora a ser de seis minutos, por los doce con los que contaba antes de la etapa. El piloto de Torreblanca sufrió su primer percance mecánico al romper el manillar de su Honda tras una fuerte caída, lo que le impidió mantener el altísimo ritmo que impuso su principal rival, que ahora lo observa unos cuantos minutos más cerca.

"En el kilómetro 200 había mucho barro, he frenado pero la moto se ha deslizado durante mucho metros y al final ha impactado contra un bache y al caer de la moto se ha roto el manillar", relató el piloto de Honda. "Después he tenido que completar los 130 kilómetros restantes que eran de navegación difícil con una sola mano. Pero bueno, ahora cambiaremos el manillar y la moto estará perfecta para mañana", aseguró el castellonense.

"Ha sido un día extremo. Con el paso de los coches y la lluvia, prácticamente no quedaba pista, estaba todo muy roto. Al principio he salido rápido para llegar hasta Joan, y tras cogerlo he preferido quedarme atrás porque estos días siempre he ido yo por delante", valoró Coma. "En la salida de un pueblo, al acabar una speed zone de golpe le he visto salir por los aires. Me he parado a ver cómo estaba, me ha dicho que bien, y he intentado llegar hasta el final sin correr demasiados riesgos porque la etapa maratón siempre es difícil. Hoy nos ha salido un poquito a favor, pero sigue estando igual de complicado que antes. Estamos un poquito más cerca pero nos quedan seis días de carrera, una vida entera", valoró el tetracampeón del Dakar.

En coches, el saudí Alrajhi se impuso en la segunda parte de la etapa maratón, la octava para los coches, y se adjudicó su primera victoria en el Dakar. El piloto de Toyota, que había rozado la victoria en anteriores etapas convirtiéndose en la revelación de la categoría en su primera participación, superó al argentino Orlando Terranova, ganador en la primera parte disputada el sábado, que cruzó la meta con el segundo mejor tiempo, por delante de Al-Attyhad. El catarí mantiene la primera plaza de la general a ocho minutos de De Villiers, que sufrió un percance mecánico cuando un helicóptero pasó muy cerca de su vehículo levantando una nube de polvo que escondió una piedra contra la que chocó el sudafricano. El impacto provocó que pinchara una rueda que tiraba por tierra las posibilidades de victoria del piloto de Toyota.

Nani Roma fue sexto, muy penalizado por el hecho de tener que cargar con las piezas para los demás pilotos de la marca, especialmente al polaco Holowcyzc, ya que al tratarse de una etapa maratón, debían ser los propios pilotos quienes llevasen a cabo las reparaciones de sus vehículos sin ningún tipo de asistencia mecánica. El español es 27º en la general, a nueve horas y veinte minutos de la cabeza de carrera.