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Diario del Palomero
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Premios, apodos y promesas

Como cada lunes y jueves, Juanma Iturriaga analiza los principales temas de la actualidad desde su peculiar óptica

Cristiano Ronaldo en la ceremonia de entrega del Balón  de Oro.
Cristiano Ronaldo en la ceremonia de entrega del Balón de Oro.JAVIER GANDUL (AS)

12/01 Lunes

Día de premios este lunes en donde recuperamos definitivamente la rutina semanal después del atracón de fiestas y festejos navideños. Lunes en el que los gimnasios se llenan de gente, los habituales y aquellos que entre uva y uva prometieron que este año sí, este año iban a hacer deporte regularmente. Si nos atenemos a los estudios realizados sobre “éxito o fracaso de las promesas de Nochevieja” antes de terminar este mes el 80% de los buenos propósitos se quedarán en nada, lo que no impedirá que cuando termine este año todavía en pañales, volvamos a hacerlo. Ya se sabe, la constancia en los reveses dio el triunfo a los portugueses. Hablando de premios y de portugueses, ¡por fin! se celebró la (soporífera y artificialmente alargada) gala del Tostón de Oro futbolístico. Ganó, como no podía ser de otra forma, Cristiano Ronaldo, que de golpe y porrazo alimentó dos leyendas. La deportiva, gloriosa sin duda, pues estamos ante uno de los grandes de la historia. Y también la personal, que no cuenta con líneas tan bonitas. Su grito pasó a formar parte de esa lista de esos comportamientos de Ronaldo que nos hacen levantar la ceja como si fuésemos Ancelotti y pensar, pero ¿a qué viene esto?

La sensación en el 'Tostón' de oro es que la mayoría de los protagonistas están a disgusto. Sonríen con fórceps, no tienen problema en mostrar señales de aburrimiento y contestan a desgana

Hay una cosa que me suele llamar la atención de esta ceremonia. Se supone que es una fiesta, donde se homenajea a lo mejor del año, aparecen grandes estrellas del presente y el pasado y es un canto al fútbol, espectáculo global donde los haya. Pero la sensación es que la mayoría de los protagonistas, sobre todo los principales, están a disgusto. Sonríen con fórceps, no tienen problema en mostrar señales de aburrimiento y contestan a desgana. Si sumamos esto a un guión más encorsetado que otra cosa y unas preguntas tópicas contestadas con respuestas tópicas, divertirse, lo que se dice divertirse, no parece que lo hagan. Y claro, el espectador tampoco.

El problema, creo, es que el sentido del humor y el fútbol no se llevan muy bien. Todo es tan solemne, o se pretende que sea, que al final resulta plato de difícil digestión. Quizás deberían aprender de los Globos de Oro, donde además de homenajearse, se meten puyas, se ríen unos de otros y nadie se rasga las vestiduras por ello. Igual la solución es contratar a Tina Fey y Amy Poelher para el año que viene. Aunque ya lo intentó Eva Hache en los premios de la Liga de Futbol profesional y no lo consiguió. En último caso, en lugar de un salón de actos, se podría hacer en un lugar donde los invitados estuviesen sentados en mesas redondas y poner en cada una de ellas unas cuantas botellas de champán para que la gente, entre premio y premio, se refresque por dentro y se le quite ese rictus de “a ver cuando termina esto para que me pueda ir a mi casa”.

13/01 Martes

Bueno, vale, Cristiano ganó y Messi perdió. Eso ya se contó ayer, pero habrá que estirar un poco el tema ¿no? Liquidado lo principal, queda espacio y (supuesto) interés por escrutar lo secundario o anecdótico, por lo que hay que entregarse al noble arte de la traducción de frases, caras, encuentros o desencuentros. Lo que se dijo o no se quiso decir, las expresiones de los rostros, que si se saludaron o se evitaron, todo es útil mientras pueda tener una buena teoría detrás. Real o imaginaria, poco importa. Que si Messi estuvo muy serio mientras Luis Enrique le ponía por las nubes, que si Neuer no felicitó a Ronaldo, que por qué no estaba la bella Irina en Zurich, cualquier cosa puede valer para (esperemos) cerrar de una santa vez este asunto.

Jugadores de la selección española de balonmano a su llegada al aeropuerto de Doha (Catar) el pasado martes.
Jugadores de la selección española de balonmano a su llegada al aeropuerto de Doha (Catar) el pasado martes.VALDRIN XHEMAJ (AS)

Aunque a veces no lo parezca, pasan más cosas que estas en el universo deportivo. Por ejemplo, que este jueves comienza el Mundial de Balonmano, donde acudimos como vigentes campeones. Se celebrará donde ahora se celebra casi todo, en un emirato. En esta ocasión será, Qatar, donde acuden Los Hispanos a darlo todo. Parece que estos tiempos donde la mercadotecnia manda, o tienes un buen nombre de batalla o no eres nada. La Roja, la rojita, la ÑBA, las guerreras de balonmano o waterpolo femenino, los hispanos, etc.

Eso sí, la noticia previa al campeonato más curiosa ha sido la contratación de 60 peñistas españoles para que animen a la selección local, que está dirigida por un mito de nuestro balonmano, Valero Rivera. Para los que piensan que hay cosas que no tienen precio, esto tiene que ser un duro revés, pues la afiliación deportiva a unos determinados colores parecía ser una de esas cosas tan relacionada con los sentimientos que resultaba imposible de comprar con dinero. Pues quien sabe si estos millonetis de Qatar, Dubai o cualquier sitio donde les salen los dólares por las orejas, han inaugurado una nueva profesión. La de hincha, hasta ahora asunto amateur. Tampoco hay que rasgarse las vestiduras. Si los deportistas cambian de camisetas, si son un día incondicionales de un equipo para mañana ser de otro, ¿por qué no los aficionados?. Como dicen los jugadores cuando cambian de club, “yo soy un profesional y me debo al que me paga”, pues lo mismo.

14/01 Miércoles

Ya lo había avisado por activa y por pasiva. Si este año vamos a tener una buena ración de algo, va a ser de elecciones. Las últimas anunciadas, las catalanas para el 27 de septiembre. Como sigamos a este ritmo, no va a quedar hueco para las generales, que si las últimas fueron en Noviembre de 2011, tocarían este final de año. El problema no son la profusión de consultas, sino que ya están TODOS en precampaña. Y si antes les creíamos poco, ahora sabiendo que casi todo lo que dicen tiene un claro interés electoral, sospecho que les creeremos aún menos. Eso sí, ellos a lo suyo, que es decir cosas con seguridad, como si se la creyesen, mientras los destinatarios de estas misivas nos quedamos perplejos. Ahí está nuestro presidente en Grecia, advirtiendo sobre aquellos que prometen cosas en la campañas que luego no pueden cumplir. Ole, ole y ole. El campeón mundial de promesas incumplidas en menos tiempo poniéndonos en alerta sobre la posibilidad que haya mas como él. No queda otra que descubrirse.

El campeón mundial de promesas incumplidas en menos tiempo poniéndonos en alerta sobre la posibilidad que haya mas como él

Pero no nos pongamos pesimistas, y menos el día en el que el aeropuerto de Castellón ha sido inaugurado. Ya no es sólo un aeropuerto para que paseen las personas, sino que ¡llegan y salen aviones! No muchos, pero bueno, poco a poco. El primer avión llevó al Villareal a San Sebastián y luego se clasificaron para cuartos de final de la Copa del Rey. En un mundo donde las supersticiones están a la orden del día, como se corra la voz de que salir del aeropuerto de Castellón da suerte, veo a muchos equipos yéndose hasta allí para volar a donde toque con la confianza que da el saber que la suerte te va a acompañar.

Termino con la noticia de que dos escaladores estadounidenses han logrado subir por primera vez en la historia sin más ayuda que sus manos y sus pies el Dawn Wall, la que se consideraba la pared más difícil del mundo. Está en el Valle de Yosemite, un sitio muy flipante que tuve la suerte de visitar hace seis años. Han tardado dos semanas en subir los poco más de novecientos metros, donde se han dejado, literalmente, la piel en el intento. Preguntados por la razón de su proeza, dijeron que “tenemos todas estas ideas acerca de dónde están nuestros límites, pero puede que estemos totalmente equivocados”. Toda un resumen de la gasolina que debe alimentar a los deportistas para enfrentarse con éxito a su constante reto. El que resume el slogan “Más alto, más fuerte, más rápido”.

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