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El Villarreal vence por inercia

El conjunto de Marcelino suma una nueva victoria ante un limitado Levante

Vietto conduce el balón.
Vietto conduce el balón.ÁNGEL SANCHEZ (DIARIO AS)

En uno de sus peores partidos, el Villarreal encontró el gol de nuevo, 24 partidos consecutivos anotando entre las tres competiciones que se encuentra inmerso. Fue suficiente el error de Mariño, el portero gallego formado en el club castellonense, y la atención de Vietto en el rechazo al disparo de Manu Trigueros para que el conjunto de Marcelino lograra una nueva victoria trabajada y con escasa púrpura ante un Levante decente en defensa y sin atributos ofensivos.

Le costó al Villarreal encontrarse a sí mismo, superar al conjunto de Lucas Alcaraz al que su organización le alcanza para defenderse, para ningunear al rival. Desvirtuó el Levante al grupo de Marcelino. Pero fue incapaz de dar un paso adelante, de inquietar siquiera a Asenjo, que vivió una noche fría y plácida, acompasado con una defensa que tan solo ha concedido 17 goles llegada la primera jornada de la segunda vuelta.

Villarreal, 1-Levante, 0

Villarreal: Asenjo: Mario, Musacchio, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Jonathan dos Santos, Trigueros (Rukavina, m. 68), Bruno, Moi Gómez, Uche (Giovani, m. 63) y Vietto (Gerard Moreno, m. 81). No utilizados: Juan Carlos; Dorado, Pina y Nahuel.

Levante: Mariño; Iván López, Vyntra, El Adoua, Morales (Nikos, M. 46); Sissoko (Xumetra, m. 80), Camarasa; Rubén, Víctor Casadesús, Ivanschitz (El Zhar, m. 70); y Barral. No utilizados: Jesús; Martins, Pedro López y José Mari.

Goles: 1-0. M. 56. Vietto.

Árbitro: Fernández Borbalán. Amonestó a Vyntra, El Zhar yCamarasa.

Unos15.000 espectadores en El Madrigal.

Liderado por Bruno, el Villarreal quiso manifestar desde el inicio su superioridad técnica ante un Levante organizado y dispuesto, bien defendido en última instancia por Mariño, el portero gallego formado en la cantera amarilla que sin embargo concedió un gol en un disparo que no llevaba demasiado veneno. Concebido para resistir, el Levante no se siente incómodo siendo sometido al dominio contrario, muy capaz de negar al rival, no así, por el contrario, para reafirmarse a sí mismo. Le costaba al conjunto amarillo encontrar los caminos hacia el marco granota, tácticamente perfecto en las labores de contención, impenetrable para un Villarreal menos brillante de lo habitual, sin Cheryshev sancionado, percutiendo por el costado izquierdo y que tanto rédito está dando al ataque amarillo, incómodo ante el buen hacer defensivo que sostiene al conjunto levantinista.

Menos fluido en ataque, el Villarreal se mostraba previsible en el despliegue, apenas inquietaba a un Levante bien posicionado, sin más ambición que negar el ataque amarillo y cazar esporádicamente un contragolpe letal o una acción aislada con la que asustar a un Asenjo que contó con pocas acciones para intervenir, asistido por un sistema defensivo engranado, con Musacchio al frente del eje central del conjunto amarillo, una vez traspasado a Gabriel Paulista al Arsenal de Arsene Wenger.

Tocaba y tocaba el Villarreal de manera horizontal, sin dañar el engranaje levantinista, falto de verticalidad y picante. Hasta que a Trigueros le dio por lanzar un disparo desde fuera del área que Mariño no acertó a atajar apenas pasados los 10 minutos del segundo acto. El rechazo cayó a los pies de Vietto para adelantar a un Villarreal poco reconocible hasta esos instantes, apenas superior a un Levante que cuestiona siempre a sus contrarios pero que no encuentra vías para incomodarlos. El noveno gol del joven delantero argentino.

No encontró respuesta el Levante al gol del Villarreal, mal endémico de los equipos cuya pelea es la salvación, con pocos recursos en el ataque, demasiado inofensivo. Poca cosa para un Villarreal que en uno de sus peores encuentros logró una nueva victoria que le mantiene en lo alto.

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