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El Madrid espabila a tiempo en Gran Canaria

Los de Laso remontan 15 puntos de desventaja con un contundente parcial de 16-29 en el tercer cuarto y derrotan al peleón conjunto de Aíto (80-88)

Faustino Sáez
Llull busca el tiro ante Kuric
Llull busca el tiro ante KuricElvira Urquijo A. (EFE)

El Madrid mantuvo en Gran Canaria su condición de equipo invicto en lo que va de 2015 (ocho victorias en ocho encuentros) tras superar al peleón conjunto de Aíto con un ejercicio de abulia y arrebato concentrado en dos actos contradictorios: con 28 puntos en toda la primera mitad y 60 en el segundo tramo. Dos partidos en uno. Dos equipos en uno. Ganó el conjunto solvente con repertorio sobrado para imponerse a la clase media de la Liga, desmintiendo al grupo disperso al que le cuesta engancharse a la competición local después de los asaltos europeos.

El dinamismo de Báez y la puntería de Kuric otorgaron rápidamente la iniciativa al Herbalife Gran Canaria ante un Madrid amañanado. Campazzo, con menos de dos minutos en su hoja de servicios ante el Panathinaikos, era el encargado de lanzar el ataque madridista, pero su espesura contagió a un equipo errático en el lanzamiento (3 de 11 en tiros de dos; 1 de 4 en triples) e impreciso en la circulación de balón (6 pérdidas en el primer cuarto). Laso, que bramaba por esa falta de concentración, anticipó su habitual rotación para romper la inercia del partido, pero ni Nocioni, ni Rivers ni Mejri, ni siquiera Sergio Rodríguez fueron capaces de enmendar el calamitoso inicio de los visitantes (17-9, m. 10).

Gran Canaria, 80-R. Madrid, 88

Herbalife Gran Canaria: (17+21+16+26): Bellas (8), Kuric (10), Newley (12), Báez (10) y Tavares (6) -cinco inicial-, Summers (-), O'Leary (9), Paulí (8), Kendall (13) y Oliver (4).

Real Madrid: (9+19+29+31): Campazzo (-), Carroll (7), Fernández (11), Reyes (11) y Ayón (2) -cinco inicial-, Nocioni (14), Llull (14), Rodríguez (7), Maciulis (7), Bourousis (10), Rivers (3) y Mejri (2).

Árbitros: Hierrezuelo, Castillo y Martínez Díez. Eliminaron por faltas personales al local Kendall (min. 39) y al visitante Bourousis (min. 37).

Gran Canaria Arena. 9.056 espectadores.

Una defensa en zona (2-3) y el empuje de Llull sacudieron ligeramente la pereza de los blancos en el segundo acto. Pareció espabilar el Madrid con un tapón de videoteca de Nocioni a Tavares y con un bingo de Rivers desde el 6,75 (22-16, m. 14). Pero, precisamente ahí, cuando los de Laso parecían aterrizar por fin en el Gran Canaria Arena, el conjunto de Aíto aceleró con pasión. Primero Pauli, después Kendal y, casi siempre, Newley zarandearon a su rival con un estirón que alcanzó los 15 puntos de ventaja (36-21, m. 18, tras una técnica a Felipe Reyes por protestar). Para entonces, sólo Bourousis alcanzaba los 5 de valoración, ningún jugador blanco superaba ese guarismo en anotación y cuatro de ellos puntuaban en negativo. Oliver movía al Gran Canaria con fluidez ante un Madrid obtuso en ataque y disperso en defensa. La estadística era contundente al descanso: 20-17 en rebotes; 11-4 en asistencias; 6-12 en pérdidas y 54-15 en valoración. Apenas el arrebato de Llull sirvió para maquillar ligeramente el tanteador antes del viaje a la caseta (38-28). Había regresado el Madrid de finales de 2014. Ese equipo ciclotímico que perdió seis de sus 14 partidos entre el 14 de noviembre y el 30 de diciembre. Ese grupo atribulado que firmó estampas de abulia como las de Miribilla. Esta vez espabiló a tiempo. “Nos hemos ido al descanso con la sensación de que nos dominaban totalmente. Hemos encarado muy mal el partido: Pero, a partir del descanso, parecíamos otro equipo en cuanto a intensidad y nivel defensivo, y a juego en ataque pasándonos el balón”, declaró Laso al término del encuentro.

Cuestión de actitud. Para el tercer cuarto, el técnico vitoriano recurrió a lo más parecido a su quinteto titular (Llull, Rudy, Maciulis, Felipe y Ayón), y el propósito de enmienda ajustó la defensa y enderezó el rumbo. Los blancos pasaron de anotar 28 puntos en 20 minutos a lograr 29 en esos 10 minutos; y de los 15 a los 58 de valoración. El lituano Maciulis ejemplificó los valores recuperados con siete puntos, dos rebotes, una asistencia, dos robos y tres faltas recibidas en 10 minutos en pista que concluyeron con un parcial de 16-29 (54-57, m. 30). Un triple del alero lituano devolvió la ventaja al Madrid (49-51, m. 28) y dejó sonado a su rival. El Herbalife vio como en un santiamén se venía abajo su trabajo y se destapaban todas sus carencias. La falta de tiro exterior comenzó a lastrar el ataque de los amarillos que, sin la lucidez de Tavares, se metió en un atolladero. Nada volvió a ser igual después de ese parcial que llegó a ser de 13-29.

No firmó la rendición el Gran Canaria, que estiró su resuello hasta la recta de meta (73-77, m. 37). Pero la sociedad Sergio Rodríguez-Nocioni se encargó de gestionar la ventaja del Madrid. El Chapu, con 14 puntos (4 de 5 en triples), encendió el perímetro visitante (7 triples en la recta final) para rematar la contundente segunda mitad con la que los blancos arreglaron el desaguisado de los primeros 20 minutos.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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