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Kyrgios desata la locura

A los 19 años, el australiano remonta un punto de partido en contra frente al italiano Andreas Seppi y se convierte en el tenista más joven en cuartos desde 1990

Juan José Mateo
Nick Kyrgios of Australia sirviendo en su partido contra el italiano Andreas Seppi.
Nick Kyrgios of Australia sirviendo en su partido contra el italiano Andreas Seppi.Scott Barbour (Getty)

Justo antes de que Australia celebre su día nacional, un tenista local desatando la locura: Nick Kyrgios, de 19 años, se clasificó para los cuartos de final remontando 5-7, 4-6, 6-3, 7-6 (5) y 8-6 una desventaja de dos sets frente al italiano Andreas Seppi, el verdugo de Roger Federer. El héroe local, que ya eliminó a Rafael Nadal en octavos de Wimbledon 2014, se medirá ahora a Andy Murray —que batió a Dimitrov por 6-4, 6-7, 6-3 y 7-5—. Antes, un partido que eriza a la grada, calentada por su favorito a base de aces, gritos, palabrotas, raquetas rotas, puños cerrados y golpetazos inclementes.

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“Mi meta es ser el número uno”

“Es una locura, todavía no lo he interiorizado. La emoción más fuerte de mi vida”, resume el ganador. Sus razones tiene: Kyrgios, el novato de sangre caliente, salva un punto de partido en contra ante Seppi, a los 30 años el veterano de sangre fría. Así, animado por su familia al completo desde el palco, el desgarbado pegador australiano se convierte en el primer cuartofinalista local desde 2005 (Hewitt). También es el tenista más joven en llegar a esa ronda desde 1990 (Andrey Cherkasov). Desde 2001 (Roger Federer) no se veía a un tenista menor de 20 años jugando en esa ronda de dos torneos grandes (Wimbledon 2014 y Abierto de Australia 2015). Marcas que retratan a un jugador de potencial infinito y margen de mejora evidente: sacador de los de verdad buenos (puede apostar tanto por la potencia como por la colocación), capacitado para los cambios de dirección y con buena mano, a Kyrgios le faltan todavía recursos defensivos, además de la paciencia y la estabilidad mental que dan la experiencia. Un pecado de juventud que compensa con un hambre insaciable y un arsenal ofensivo rebosante de argumentos.

Puede apostar por la potencia o la colocación en el servicio, le faltan recursos defensivos, paciencia y estabilidad mental

Además, en la madrugada española del domingo al lunes, cuatro tenistas de La Armada juegan para unirse a Rafael Nadal en los cuartos de final del Abierto de Australia: David Ferrer, Feliciano López, Guillermo García López y Garbiñe Muguruza, citados, respectivamente, con Kei Nishikori, Milos Raonic, Stan Wawrinka y Serena Williams. De ellos, Ferrer, López y Muguruza han pisado alguna vez esa ronda en los grandes. Por allí se pasea ya Kyrgios, un chaval, con la tranquilidad de quien simplemente está cumpliendo con su destino.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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