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Un asesor de Messi admite el trasvase de fondos a paraísos fiscales

Guillermo Marín reconoce ser el apoderado de la sociedad de Curaçao que recibió el dinero por los supuestos partidos benéficos, pero no aclara si el jugador es el propietario

Messi, junto a Guillermo Marín.
Messi, junto a Guillermo Marín.Richard rad (getty)

Los partidos pregonados como benéficos y altruistas bajo el epígrafe Messi y sus amigos contra el resto del mundo, celebrados en cuatro países americanos en los veranos de 2012 y 2013, no fueron ni benéficos ni altruistas. Y, además, esconden una maraña de sociedades y trasvases de dinero a paraísos fiscales: Curaçao (sudeste del Caribe) y Hong Kong (China), según se desprende de las pesquisas de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

El empresario argentino Guillermo Marín, la persona que coorganizó y representó a Lionel Messi Cuccittini, el astro del Barcelona, en estos eventos, incurrió en graves contradicciones y lagunas durante la declaración que prestó en junio pasado en Madrid ante la Guardia Civil. Estos agentes investigan desde hace un año supuestos delitos fiscales, falsedades y blanqueo de capitales procedentes de esos encuentros. Interrogado por la Guardia Civil, Marín comenzó diciendo que Messi no cobró nada de esos eventos. A continuación, admitió que, por cada uno de los seis partidos que jugó en América en 2012 y 2013, la fundación del futbolista, recibió 50.000 dólares, 300.000 en total (algo más de 266.000 euros). Y, finalmente, cercado por las preguntas de los agentes, concluyó reconociendo que ordenó la remisión de dinero (no precisa cuánto) a una cuenta del First Caribbean International Bank de Curaçao en beneficio de la sociedad Mandatos Valneg.

El fiscal de delitos económicos pide al juez que cite a Marín

¿Y quién está detrás de esa cuenta?, le preguntaron. No lo aclaró. Admitió que él tiene vinculación con esa cuenta de Curaçao a través de su sociedad Player’s Image, radicada en Uruguay, pero a los solos efectos de “marca y visibilidad”, y que detrás de ella hay “abogados de ese país”. En los paraísos fiscales hay abogados, denominados fiduciarios, que actúan de pantalla de los auténticos titulares. Son testaferros. Las pesquisas revelan, también, que la cantidad enviada a Curaçao fue muy superior a los 300.000 dólares que dejó entrever Marín. Sólo los dos partidos que disputó Messi en Colombia (Medellín y Bogotá) generaron cinco transferencias bancarias a Curaçao (están acreditadas en las diligencias) que superan el millón de euros. Ese dinero lo transfirió a ese paraíso fiscal, por indicación de Marín, la firma Total Conciertos, promotora de dos encuentros en Colombia y uno en Estados Unidos. Si Marín dice que él es solo la imagen de esas sociedades y que detrás de ellas hay abogados, “¿a quién representan esos abogados?”, se preguntan los investigadores.

Llamadas no devueltas

J. A. H.

El representante de Messi en los supuestos partidos benéficos de América, Guillermo Marín, se comprometió en junio del año pasado con la Guardia Civil a aportar facturas y otros documentos que acreditaban los pagos. A finales del pasado año, seguía sin dar señales de vida, según fuentes de la investigación. Una de las contradicciones en las que incurrió es que señaló que él mismo se hizo cargo de los desplazamientos y alojamiento de los jugadores, a pesar de que los contratos de esos partidos recogen con nitidez que tales gastos corren por cuenta de la organización. Preguntado por los agentes matizó luego que él se hizo cargo de los de 2013 y los promotores de los de 2012.

Marín no ha aportado los documentos a los que se comprometió con la UCO. Tras declarar en junio pasado, se marchó a Argentina. Tres meses después fue localizado telefónicamente por un agente de la UCO en Buenos Aires. Marín dijo que no podía hablar porque estaba en una reunión y se comprometió a devolverles la llamada al día siguiente.

A finales del pasado noviembre aún no lo había hecho. La Guardia Civil optó por acudir al despacho de su abogado en España y entregarle en mano una nueva citación.

La Guardia Civil ha pedido al juez de Madrid que investiga este asunto, el magistrado Eduardo López Palop, que envíe una comisión rogatoria al citado paraíso fiscal para determinar quién hay realmente detrás de esas cuentas. En los documentos acreditativos de las transferencias, hechas directamente por la promotora Total Conciertos, en la parte superior derecha, figuran manuscritos los apellidos “Messi-Marín”. La investigación sospecha que hay más transferencias y no sólo a Curaçao. También a Hong Kong. Marín, en la declaración que prestó el pasado 3 de junio ante la Guardia Civil, dijo ignorar que tuviese cuentas en la excolonia británica. No solo Total Conciertos organizó partidos de la gira Messi y sus amigos contra el resto del mundo. En los dos de Estados Unidos intervino la promotora Número 5 Producciones. La sospecha es que hay más pagos a Hong Kong. En las pesquisas, hay testigos que hablan de los “cuatro melones” (cuatro millones de dólares, 3,55 millones de euros) que Messi percibió por esos encuentros.

El Juzgado de Instrucción 51 de Madrid indaga si el dueño de esas cuentas es Messi. Al tener residencia en Barcelona, el astro argentino está obligado a tributar en España por los ingresos que obtenga dentro y fuera de España. Ocultar al fisco un mínimo de 120.000 euros de ingresos rebasa la esfera del ámbito administrativo tributario para adentrarse en el delito fiscal. Estas pesquisas por delito fiscal son distintas de las que ha desarrollado un juzgado de Barcelona contra Messi, quien tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados para responder de un supuesto fraude derivado de la no tributación de los derechos de imagen del jugador obtenidos en los ejercicios 2007, 2008 y 2009. El juez considera que el futbolista es el sujeto pasivo y beneficiado del impago de esos tributos, aunque su padre ha dicho que es él quien le lleva las cuentas.

Messi, junto a Robinho, en un partido benéfico.
Messi, junto a Robinho, en un partido benéfico.reuters

Los encuentros supuestamente benéficos de Messi se disputaron en Cancún (México), Bogotá (Colombia) y Miami (EE UU) en 2012; y en Medellín (Colombia), Lima (Perú) y Chicago (EE UU) en 2013. La razón por la que este asunto lo lleva un juzgado de Madrid deriva de que la firma Total Conciertos, organizadora de los partidos de Colombia, es la misma que también promovió en Madrid un concierto del popular cantante mexicano Vicente Fernández, en el que se sospecha pudo cometerse blanqueo de capitales.

En la maraña de sociedades y cuentas que se cruzan en las pesquisas por los seis partidos de América aparentemente benéficos y altruistas, Guillermo Marín reconoció que él es “el apoderado” de la sociedad Player’s Image S.A., dueña de la cuenta del First Caribbean de Curaçao, que la tiene residenciada en Uruguay y que, a su vez, es la titular de la sociedad Mandatos Valneg. Pero no aclaró quién es el auténtico titular, pese a reconocer que él es el apoderado.

En los documentos de las transferencias figuran manuscritos los apellidos “Messi-Marín”

Este es uno de los motivos por los que la Fiscalía de Delitos Económicos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, en un escrito del 23 de diciembre, demanda al juez Eduardo López Palop que cite e interrogue a Guillermo Marín en calidad, de momento, “de testigo”. Los investigadores de la UCO, en cambio, sostienen que debe ser citado directamente como imputado. Marín vive en Buenos Aires, pero son frecuentes sus viajes a España. Es posible que tenga que declarar en febrero en los juzgados de Madrid.

Marín declaró a la UCO que fue Andrés Barco, representante de Total Conciertos, quien promocionó como benéficos y por su cuenta los partidos, y que el único acuerdo que había era que en las camisetas figurase el logo de la Fundación Leo Messi, y que esta fue la receptora (luego reconoció que el dinero acabó en Curaçao) de los 300.000 dólares que Messi recibiría por los seis partidos en los que intervino, y para los que se llevó a sus colegas del Barcelona Mascherano, Dani Alves y el portero Pinto.

Todos ellos han negado que cobraran dinero por esos partidos, salvo los gastos de desplazamiento y alojamiento. No fue así en todos los casos. Fabio Capello y algunos jugadores exigieron como pago dinero en metálico y rechazaron ser abonados en especies. Messi y su entorno viajaron en un avión privado que debía costear la organización de los partidos, la firma Total Conciertos, en el caso de los celebrados en Colombia.

Marín se presentó ante la UCO como alguien que lleva 20 años de intermediario entre marcas comerciales y deportistas de élite, y afirmó que él se lleva una comisión de los acuerdos que logre cerrar entre unas y otros. Él gestionó seis partidos. Y aseguró que el promotor del partido de Cancún fue Guillermo Lara, quien pagó casi un millón de euros, aunque el contrato de ese encuentro estipulaba 2,5 millones de dólares; que Total Conciertos fue la promotora del partido de Bogotá, con Andrés Barco a la cabeza, que pagó 1,7 millones, aunque el contrato era de 2,5, y que el partido de Miami (Estados Unidos) de 2012 lo patrocinó la firma Bacardi, que pagó lo estipulado, 2,5 millones de dólares, en 2013.

En Medellín (Colombia), Total Entertainment pagó 200.000 dólares, si bien el contrato era de entre 1,5 y 2,5 millones (no recordaba la cantidad exacta). Además, declaró que cobró de la marca UNE, como esponsor, 415.000 euros. Y del partido de Perú, en 2013, cuyo promotor fue Salomón Villafuerte, cobró los 900.000 dólares acordados. Y en Chicago, ese mismo año, otros 700.000 dólares de la sociedad Número 5 Producciones, pese a que lo acordado eran 2,7. Se llegó al acuerdo de rebajar el precio debido a la poca asistencia de público a los partidos.

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