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Valero, hacia el infinito

Qatar despacha a Alemania (26-24) y peleará por una plaza en la final del Mundial contra Polonia, verdugo inesperado de Croacia

Alejandro Ciriza
Valero Rivera, rodeado de los jugadores cataríes
Valero Rivera, rodeado de los jugadores cataríesGuillaume Horcajuelo (EFE)

Decían que en algún momento terminaría el embrujo, que el proyecto sintético de Qatar caería por su propio peso. ¿Qué supera la fase de grupos? Bueno. ¿Qué supera los octavos? Correcto, al fin y al cabo es la anfitriona del torneo y no ha escatimado en millones ni medios para confeccionar un magnífico equipo; sin experiencia, sí, pero un elenco en el que figuran nombres como los de Saric, uno de los mejores porteros del mundo, y Valero Rivera, el señor de los banquillos, bien merece un mínimo respeto. Pero, ¿acaso alguien auguraba que se colaría en la semifinales, tumbado a toda una Alemania por el camino? Pocos, muy pocos.

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El equipo catarí no es ningún farol. Va a por todas, sin importarle quién esté de por medio. Así se lo hizo saber a su última víctima, una selección sospechosa desde que accediera por la puerta de atrás al campeonato, gracias a la gentileza de la Federación Internacional (IHF). Qatar se ganó el pase ante Alemania (26-24) por derecho propio. Saric estuvo inmenso una vez más bajo la portería, especialmente cuando el rival más apretaba. Y Capote (8/11, un 73% de acierto), Markovic (6) y el pivote Vidal (4/4) hicieron el resto. Tiene mimbres Qatar, moldeado a base de jugadores foráneos —la mitad de su plantilla son foráneos—. Vaya si los tiene.

Ahora, para nadie supone una quimera que la anfitriona se cuele en la gran final. Polonia, sorprendente verdugo de Croacia (22-24), será su adversario en el penúltimo peldaño. “Estoy feliz por este país, porque apoya el deporte como pocos”, incidía Valero, rumbo al infinito en su exótica aventura por el desierto. “¿Te sientes catarí?”, le cuestionaron acto seguido los periodistas alemanes, pícaros, en dos ocasiones: “Sólo soy un entrenador. Mejor hablamos de balonmano, ¿ok?”.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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