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El Villarreal espera al Barça

Un gol de Gerard Moreno ante el Getafe lleva al conjunto castellonense a semifinales por primera vez en su historia (0-1)

Gerard Moreno, justo antes de marcar.
Gerard Moreno, justo antes de marcar. SUSANA VERA (REUTERS)

Club modélico donde los haya en los tres últimos lustros, subcampeón de Liga, semifinalista de Champions y de la Liga Europa, el Villarreal, sin embargo, no había sido capaz de pasar de los cuartos de final de la Copa del Rey hasta la presente edición. Un gol de Gerard Moreno certificaba definitivamente el pase del club castellonense a la semifinal del torneo en la que se encontrará con el Barça, con quien también se enfrentará el domingo en Liga en el Camp Nou. Sin ambición el Getafe, con demasiados reparos el Villarreal, le faltó alma y brillo al encuentro que se llevó el conjunto de Marcelino con orden, trabajo y paciencia.

El gol de Bruno en la ida daba una ventaja al Villarreal que supo mantener y refrendar con el tanto de Gerard Moreno, su quinto en el torneo, tras regatear al portero Jona. Se redimió el delantero catalán del encuentro disputado una semana atrás en El Madrigal, en el que falló hasta cinco ocasiones claras. Cosas de delanteros. El Villarreal también batió en el Alfonso Pérez su récord de partidos invicto estableciendo un nuevo registro de 18, superando en uno al gran equipo de la etapa de Pellegrini.

Con cuatro jugadores del filial el Getafe, sin Bruno descansando en casa y con siete cambios en la alineación el Villarreal respecto al encuentro ante el Levante, la semifinal de Copa a 90 minutos y con el Barça a la espera, más que una ilusión, parecía un estorbo para ambos equipos. Comprensible en el Getafe, cuya completa energía la debe dedicar a la Liga como aconseja Quique Sánchez Flores. Para el Villarreal sí era un objetivo el alcanzar el penúltimo escalón de la competición en la presente temporada. Inmerso el conjunto castellonense en tres competiciones de máxima exigencia, para Marcelino las rotaciones son innegociables para mantener la frescura de los jugadores y la cohesión del grupo. Incluso se atrevió el técnico asturiano a alinear fuera de posición a alguno de sus futbolistas, situando en el eje de la zaga a dos centrales zurdos (Víctor Ruiz y Dorado), o a Rukavina en el lateral izquierdo siendo diestro cerrado. El costarricense Campbell, con dos entrenamientos junto a sus compañeros, se estrenó de amarillo tras su cesión del Arsenal.

GETAFE, 0-VILLARREAL, 1

Getafe: Jona; Arroyo, Velázquez, Alexis, Escudero; Astray, Álex Felip; Pedro León (Álvaro, m. 75), Emi, Hinestroza (Sarabia, m. 66); e Ivi (Sammir, m.87). No utilizados: Codina; Naldo, Juan Rodríguez y Diego Castro.

Villarreal: Asenjo; Mario, Víctor Ruiz, Dorado, Rukavina; Campbell (Cheryshev, m. 61), Pina, Trigueros (Jonathan dos Santos), Moi Gómez; Gerard Moreno y Uche (Giovani, m. 68). No utilizados: Juan Carlos; Jaume Costa, Musacchio y Vietto.

Goles: 0-1. M. 78. Gerard Moreno.

Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Rukavina, Asenjo, Pedro León y Cheryshev.

Unos 8.000 espectadores en el Coliseum Alfonso Pérez.

La ilusión de los cuatro veinteañeros del Getafe y la derecha de Pedro León a balón parado incomodaban a un Villarreal, al que le costó hallarse en un terreno de juego duro. No encontraba el tacto con el esférico ni metros en las carreras hacia Jona, sostenido en su parcela por una defensa poco sometida por un Getafe correcto y sin picante. Un buen saque de falta de Pedro León casi al principio que no encontró rematador fue la oportunidad más cercana que tuvo el conjunto del club azulón en el primer acto para igualar la eliminatoria, que pudo quedar sentenciada para el Villarreal poco después si a Uche no se le hubiese marchado su vaselina unos centímetros encontrándose solo delante de Jona. Funcionaban los repliegues y no los ataques. Faltaba la pasión que se supone implícita en una eliminatoria. Convencido el Villarreal de que con el mínimo esfuerzo mantendría al menos la ventaja de 1-0 de la ida en El Madrigal.

Aumentó el ritmo el Villarreal en el inicio del segundo acto buscando el gol que le evitase agobios finales. Obligado o a conciencia, se replegó el Getafe buscando el contragolpe letal que no concedían los castellonenses. Y en un centro desde la izquierda de Hinestroza terminó en el larguero de la portería de Asenjo casi sin quererlo, como la escasa ambición del equipo de Quique. Menos espacios, menos claridad en el ataque amarillo fiado a alguna acción esporádica o a una carrera de Cheryshev al que Marcelino tuvo que recurrir al igual que a los hermanos Dos Santos. Y a falta de un cuarto de hora para el final, llegó el gol de Gerard Moreno que certificaba el pase del Villarreal por primera vez a semifinales de Copa.

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