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DIARIO DEL PALOMERO
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un zapatillazo, un porterazo y un debate

Arda, rodeado de jugadores del Barça
Arda, rodeado de jugadores del Barçauly martín

29/01 Jueves

Sigo mi pelea con un intruso que se me ha colado en el cuerpo y que tiene a todo mi organismo revolucionado. Siempre que sufro un ataque de este tipo (afortunadamente son pocos y espaciados en años) me pongo en modo “Erase una vez el cuerpo humano” y no paro de imaginarme el zafarrancho de combate decretado en mi centro de control cerebral, manejado por unos cuantos sabios ancianitos y desde donde se ordena toda la maquinaria defensiva y ofensiva, cuyos soldados corren por venas, arterias y órganos en busca del invasor. Por ahora no han tenido éxito y voy perdiendo, pero esto puede cambiar en cualquier momento.

Se sigue hablando del partido-combate copero entre rojiblancos y azulgranas, con protagonismo especial al lanzamiento de zapatilla de Arda Turan, cuyo destinatario era evidente, salvo para el árbitro, lo que le va a permitir al turco irse de rositas, cosa ciertamente sorprendente. Como decía un ingenioso tweet, “si en lugar de Turan, la zapatilla la tira mi madre, el linier no se salva”. Zapatillazos aparte, en el Atleti el proceso de Simeonización colectiva sigue su curso, y su espíritu ya vive en todos y cada uno de sus jugadores. Futbolísticamente todavía se aprecian diferencias entre Raúl García, Arda Turán o Godin, pero en cuanto a disposición mental, despliegue emocional, juego al límite o dejarlo todo, no ya en cada partido, sino casi en cada jugada, en eso son clones de su entrenador. Ver a un Torres peleón, protestón y metido en broncas con rivales es la última adhesión a la causa de Todos somos Cholo.

Sergio Rodríguez disputa la bola con Alex Tyus
Sergio Rodríguez disputa la bola con Alex TyusABIR SULTAN (EFE)

Algo de cholismo reconozco en el Maccabi de Tel Aviv, que vuelve a ganar al Madrid ocho meses después de asestarle una puñalada en el corazón en la final de la Euroliga de la que todavía se está recuperando. Es un equipo molesto como pocos, intenso siempre, guerrero hasta decir basta, confiado en sus métodos y aupado y soportado por una hinchada ruidosa e incondicional. Como le ocurre al Atleti, la ausencia de nombres rutilantes puede provocar cierto menosprecio hacia su valor, que el juego una y otra vez desmiente. Al Maccabi hay que ganarle varias veces en un partido, sobre todo en Tel Aviv. El Madrid sólo lo hizo un par, y terminó otra vez doblegado por la marea amarilla.

No hay marea todavía, pero las aguas de la F1 comienza a agitarse lentamente. Es admirable el manejo publicitario de este universo, cómo tienen el calendario salpicado siempre de momentos mediáticos que mantengan la carpa del circo abierta, haya carreras o no. Esta semana toca primeras fotos de los coches 2015 y primeras pruebas en Jerez. Nuevos diseños externos o que si el condensador de fluzo ya no va a la derecha sino a la izquierda, todo vale para cumplir las máximas comerciales de estos tiempos, donde nada, ni una camiseta ni un chasis, puede durar más de una temporada. Obsolescencia programada y bien programada

30/01 Viernes

Pues va a ser que no. España no podrá revalidar su título de campeón Mundial de balonmano. Francia se volvió a cruzar por el camino y nos ganó justamente. Ya nos cazaron en cuartos de final en los Juegos de Londres, en semis en los europeos del año pasado, y ahora otra vez en semis. No me diréis que no es como para cogerles manía. Yo sé que estos sentimientos no son los mejores, más habiendo sido deportista, pero ver un partido como el de ayer, observar a ese portero francés con alopecia llamado Omeyer parar una y otra vez los lanzamientos de los jugadores españoles hasta convertirse en el héroe del partido y no acordarte de su familia era francamente difícil. Además, lo del portero francés haciéndonos la pascua viene ya de lejos, pues en esas derrotas anteriores ya señaladas, tuvo también un protagonismo casi milagroso. En fin, habrá que esperar a que se retire a hacer quesos a la campiña francesa para ver si logramos pillarles.

Joan Cañellas lanza ante Omeyer
Joan Cañellas lanza ante OmeyerSTRINGER (REUTERS)

Resulta cruel esto de perder las semifinales, pues no hay margen para mucha lamentación y sí necesidad de metabolizar rápidamente la decepción para acudir al partido por el bronce de la mejor forma posible. Estos partidos tienen que ver más con esa capacidad de recuperación anímica que con el estado de las piernas y los brazos. Esperemos que los españoles se olviden de Omeyer cuanto antes pues aunque la ilusión fuese el oro, quedarse al final sin un metal colgado al cuello, eso sí que duele mucho más.

Al que no le pillan ni a lazo es a Djokovic que ya está en la final del Open de Australia después de vengarse de Wawrinka, que le eliminó el año pasado en cuartos para finalmente ganar el título. Creo que el domingo Djokovic sumará su octavo Grand Slam ante Murray. Y eso que mi olfato está algo perjudicado por la gripe, pero toda la confianza que me da el serbio en los grandes partidos se convierte en sospechas de fragilidad cuando se trata del escocés. Hubo un momento donde Djokovic tampoco era fiable, se enredaba mucho consigo mismo y no habiendo dudas sobre su talento, sí las había sobre su mentalidad. Hasta que algo hizo click en su cabeza, todo se ordenó mejor y pasó a convertirse en el Carpanta tenístico que es hoy en día. A Murray no se le ha escuchado ese click, que pudieron ser los Juegos de Londres de 2012 o el Wimbledon de 2013. Pero el cambio no se ha producido y se le sigue viendo sin el colmillo del mejor Djokovic, Nadal o Federer.

31/01 Sábado

Interesante reflexión de Luis Enrique sobre las críticas hacia Neymar. “Ofende más un caño que te revienten con cuatro patadas. Curioso”.

Desde Estados Unidos resuena un nombre: Jon Rahm. Podría ser de Wisconsin, pero resulta que es de Barrika, Vizcaya, y por lo que cuentan es la nueva gran esperanza de nuestro golf. A sus 20 años es todavía amateur, pero este fin de semana está disputando el Phoenix Open, un torneo del circuito profesional, donde anda metido en cabeza junto a los mejores. Le ves y le escuchas y no parece que le falte arrojo ni carácter para ser insolente con las jerarquías, condición necesaria para que pueda asaltar con éxito el tremendo cambio entre el mundo amateur y profesional y ser competitivo rápidamente. Le apodan Rahmbo y al menos por ahora, siente las piernas y le acompañan correctamente los brazos y la cabeza. Habrá que seguirle la pista.

Javier Fernandez, durante el Europeo en Estocolmo (Suecia)
Javier Fernandez, durante el Europeo en Estocolmo (Suecia)Ivan Sekretarev (AP)

Uno que ya ha conseguido atraer el foco cuando compite es Javier Fernández, que ayer se proclamó por tercera vez consecutiva campeón de Europa de patinaje artístico. Me gusta mucho esta modalidad deportiva, pero como me ocurre con las dos gimnasias deportiva y artística, no puedo seguirlas en directo por televisión, pues sufro con la idea de que en cualquier salto, pirueta o doble mortal, terminen en el suelo. Y así es difícil disfrutar. O sea, que cuando veo a Javier, ya sé que es campeón, lo que por otro lado le quita incertidumbre y la necesaria tensión. Un callejón sin salida el mío con estos deportes.

01/02 Domingo

Día de cierre definitivo de un par de historias que nos han mantenido ocupados dos semanitas. En Melbourne Djokovic y Murray han hecho lo que esperábamos que hiciesen, por lo que el resultado final ha sido el que presentíamos. Murray ha mostrado su enfado por las “casualidades” que se suelen dar en los partidos del serbio. Cuando peor están las cosas para él, sufre algún tipo de percance que detiene el partido para que entre el médico. El parón le ayuda a rearmarse al mismo tiempo que rompe el momento dulce del rival y cuando vuelve a la pista, la situación ha cambiado a su favor. Es posible, pues se ha repetido en más de una ocasión, que Djokovic utilice este tipo de tretas, pero aunque no le hagan merecedor del premio del fair play, en esos planos también se juegan los partidos. La frase que dijo el escocés después del partido, “prefiero perder y no ser miserable” parece excesiva y más producto de su propia rabia al haber caído en la trampa.

Djokovic besa el trofeo de campeón del Open de Australia
Djokovic besa el trofeo de campeón del Open de AustraliaMANAN VATSYAYANA (AFP)

Se ha echado la persiana también al Mundial de balonmano, del que volvemos sin nada. La realidad nos ha colocado en el lugar más frustrante de todos, el que ves escapar el pódium por dos veces consecutivas y te vuelves a casa con el enorme desencanto de tocar la gloria con los dedos para terminar viéndola escurrirse. No estuvo fino el equipo español, quien sabe si todavía bajo lo efectos de lo de Francia, o como dijo Aginagalde al terminar, los polacos tenían más ganas de ganar el partido. El caso es que se escapó un bronce que se tuvo casi colgado al final del tiempo reglamentario, lo que aumentó (solo hacía falta ver las caras de los jugadores) la enorme decepción que ha supuesto la conclusión del mundial.

Un par horas después Francia confirmaba su actual ascendencia en el balonmano mundial y derrotaba a la sorprendente Qatar. Su legado es ya extraordinario y parece que tiene cuerda para rato. Por su parte, el éxito del equipo anfitrión, construido de la forma y manera que ya sabemos, abre un interesante debate sobre el futuro que nos espera, asunto donde se mezclan leyes, dineros y sentimientos nacionales. Una mezcla con fronteras difusas y difícil encaje.

Donde todo tiene encaje es en la Super Bowl que un año más no veré en directo. Deporte, espectáculo, negocio, televisión, publicidad y música se juntan de manera ejemplar para que todos salgan ganando. Incluso los que pierden. Bendito iplus que me permite irme a la cama ahora y verlo todo por la mañana con un café y más fresco que una lechuga.

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