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“Si el Cholo necesita huevos ya sabe dónde está mi casa”

Arbeloa polemiza con el entrenador del Atlético, vecino suyo en un lujoso barrio de Pozuelo

Diego Torres
Simeone le da un balón a Arbeloa.
Simeone le da un balón a Arbeloa.C. Álvarez

Diego Pablo Simeone, de 44 años, y Álvaro Arbeloa Coca, de 32, son vecinos de un barrio residencial de Pozuelo. El ambiente de esta localidad madrileña en sus zonas más periféricas es bucólico. Prevalece la nota del aislamiento. Calles sinuosas jalonadas de encinas, pinos y arizónicas, separan los chalés y dispersan a los moradores. Solo de vez en cuando se cruzan unos con otros. Si es en la calzada, conduciendo deportivos de pintura mate. Si es en la acera, paseando los perros. Simeone y Arbeloa se encuentran con frecuencia cuando sacan a sus animales a la calle para que hagan sus necesidades fisiológicas. La próxima vez que se vean hablarán de dos de los asuntos que más los han intrigado como profesionales: los medios de comunicación y el proselitismo. Y luego, claro, el derbi del próximo sábado en el Calderón.

“El Cholo tiene la suerte de tener parte de la prensa a su favor y así es más fácil lanzar mensajes”, dijo Arbeloa hace dos semanas, en Onda Cero. La frase permaneció vibrando en el aire del Cerro del Espino, y se la recordaron a Simeone. “No sé a qué se refiere”, dijo el entrenador del Atlético, “la próxima vez que lo vea paseando los perros se lo preguntaré”.

Simeone era mucho más técnico que Arbeloa. Pero como futbolista se le parecía en la devoción que sentía por su profesión, por el talante aguerrido con que afrontaba los partidos, y por una velada inclinación al populismo. Ahora, el técnico argentino comparte con el jugador un mismo sentimiento de zozobra. Si bien ambos cultivan las buenas relaciones con la prensa de forma sistemática, simultáneamente son capaces de desarrollar una ilusión de asedio. Se imaginan rodeados, marginados, luchando contra elementos desconocidos de una crítica despiadada. “Todavía no me he cruzado con el Cholo”, replicó ayer Arbeloa, sonriente, cuando le comunicaron la ocurrencia del entrenador. “Sus perros son bastante más grandes que los míos y todavía no nos hemos cruzado esta semana. Pero gracias a Dios no tengo ningún problema con el Cholo. Si necesita huevos o sal ya sabe dónde está mi casa”.

Arbeloa enarboló la bandera de la portavocía madridista con vistas al derbi del sábado. Godín declaró hace unos días que “el fútbol no es ballet” para reivindicar el juego duro, viril, de sus compañeros de equipo. Arbeloa le respondió tras el partido contra el Sevilla, en el Bernabéu. “Ellos usan sus armas”, dijo. “En los últimos 14 partidos contra nosotros solo les han expulsado un jugador así que no tienen que temer nada de los árbitros, tienen que estar tranquilos en eses sentido. No tienen que preocuparse del ballet ni de bailarinas porque contra nosotros no les expulsan a nadie”.

“Cada uno juega sus bazas”, admitió el lateral madridista. “Ellos lo hacen perfecto. Les ha salido muy bien con el Cholo. Son un gran equipo, y si nos han ganado los últimos tres partidos ha sido porque han tenido sus ocasiones y las han materializado. Habrán sido mejores. ¡Claro que les tenemos ganas! Porque nos eliminaron en la Copa y porque si les ganamos les quitaremos tres puntos y se quedarán muy atrás en la clasificación de la Liga”.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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