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Al Madrid se le agotan los pasadores

“Nos ha faltado frescura física y mental”, dice Cristiano Ancelotti avisó al club en agosto que el mediocampo se resentiría sin Alonso

Diego Torres
Cristiano, cabizbajo en el campo
Cristiano, cabizbajo en el campoJavier Lizón (EFE)

“¡Oooooolé! ¡Oooooolé! ¡Ooooooléeee…!”. La multitud apelotonada en las gradas del Calderón gritaba extasiada, indiferente a la ola de frío, al sopor de la siesta, al viento típico del valle del Manzanares. El Atlético tocó, tocó y tocó el balón ante la mirada impotente de los jugadores del Madrid. No había manera de sacarles la pelota a Thiago, Arda y Griezmann cuando la hacían circular en el medio campo. Corría la segunda parte del derbi y ocurría algo extraordinario. Raro para los hinchas, para la audiencia, y para los propagandistas, que no están acostumbrados a ver al Atlético adueñarse del balón. Previsible para los profesionales del fútbol. Para el entrenador madridista, por ejemplo. Para Carlo Ancelotti, que permaneció de pie 80 minutos en el mismo punto del área técnica con las manos en los bolsillos de su abrigo negro. Aguantando el frío. Sólo movía la mandíbula. Mascaba chicles, puñados de chicles, a un ritmo frenético.

Ancelotti lo avisó cuando comenzó la Liga. Lo dijo a los funcionarios de Valdebebas en agosto: sin Alonso, vendido al Bayern, la plantilla perdía a su mejor especialista defensivo. El vasco era el coordinador de todo el equipo, el que situaba a los demás en el campo, especialmente cuando no tenían el balón. El fichaje de Kroos había sido un acierto maravilloso de la directiva pero los técnicos nunca previeron que el alemán jugaría sin Alonso. Al contrario, lo veían como el gran escolta de Alonso. La marcha del mediocentro al Bayern, sorprendentemente facilitada por los mismos dirigentes que ficharon a Kroos, hizo que Ancelotti hiciera las evaluaciones más sombrías. Lo anunció en agosto para que el club lo supiera: con esta plantilla sería difícil consolidar un medio campo capaz de resistir toda la temporada sin altibajos. Y sin mediocampo no hay equipo capaz de consolidar un funcionamiento estable. Sobre todo cuando en la punta del ataque deben jugar Bale, Benzema y Cristiano por imposiciones de la estrategia deportiva.

Simeone bloqueó a su rival concentrando a todos sus vigilantes en tapar a Isco y Kroos

La profecía se cumplió. Más allá de las victorias, el Madrid cada vez tiene más problemas para ser competitivo. El bache que inició al volver de Navidades va ahondándose en la medida en que se resienten físicamente los pocos jugadores que ejercen de volantes. Mal partido en Mestalla, mal partido en Córdoba, mal partido ante la Real y ante el Sevilla. Mal cruce de Copa contra el Atlético. El juego se deterioró sin Modric y sin James ha descendido un peldaño más. Los primeros damnificados son los atacantes. Es la ironía de una política de fichajes que ha superpoblado la plantilla de puntas y medias puntas. Ayer solo hubo dos jugadores sobre el terreno con capacidad de alimentar con pases a Bale, Benzema y Cristiano. Solo Isco y Kroos. Pocos y demasiado visibles como para no facilitarle el trabajo táctico a Simeone: el entrenador del Atlético concentró a sus marcadores en estos dos pasadores. Koke, Saúl, Arda, Mandzukic, Gabi y Griezmann no dejaron en paz a Isco y a Kroos. Cada vez que recibieron la pelota fueron molestados. En estas condiciones, el Madrid se quedó previsiblemente seco. Como habían previsto Simeone y Ancelotti, si se cumplían las condiciones. Las condiciones del derbi.

Cristiano e Illarra fueron los autores de los únicos disparos de su equipo, ya muy tarde

El Madrid solo tiró dos veces. Las dos desde fuera del área. Una en el minuto 63, cuando Cristiano mandó un balón blandamente a las manos de Moyá. La otra, pasado el minuto 80, fue un disparo de Illarra a la salida de un córner y se marchó fuera. “No se puede hacer una temporada perfecta”, dijo Cristiano. “Ganamos casi todos los partidos. Alguna vez hay que perder. Hoy hemos cometido errores: el principal ha sido la falta de actitud. Nos han faltado ganas. Ni mental ni físicamente estuvimos frescos. He notado al equipo un poco cansado porque hay futbolistas que no se pudieron recuperar del partido del miércoles con el Sevilla”.

“Ahora”, prosiguió el goleador, “tendremos que pelear la Liga hasta el final porque el Barcelona y el Atlético se quedarán a pocos puntos. Ha sido un día jodido pero tenemos que pensar en positivo porque seguimos siendo primeros. Lo importante son los resultados, ganar y sumar puntos. Y estoy seguro de que el Madrid es mejor que el Atlético y ganaremos la Liga”.

Cristiano hablaba mientras unos cien hinchas madridistas, embolsados por la policía en un rincón del estadio, le gritaban lanzando la clase de mensajes que siempre conectan con la desesperación: “¡Once juanitos! ¡Queremos once juanitos!”.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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