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El Rayo, víctima de sí mismo

La intensidad del Elche le concede una victoria que le saca del descenso y mete en problemas al conjunto de Jémez

Damián Suárez ante Bueno.
Damián Suárez ante Bueno. FITO GONZALEZ (DIARIO AS)

En la peor versión de Jonathas, el Elche, al que no le sobra el gol, encontró el alivio en un zapatazo Damián Suárez desde 35 metros que abrió el cielo para el conjunto de Escribá, que refrendó su victoria con un segundo tanto de Rodrigues en el tramo final de un encuentro nefasto para los vallecanos, que perdieron a Baena en el último cuarto al resultar expulsado. A partir de la intensidad decantó el partido el grupo de Escribá ante un Rayo falto de finura. Ni la anarquía habitual que propone Paco Jémez cuando su equipo va por detrás del marcador le proporcionó rédito alguno ante un Elche muy comprometido.

En el loable decálogo de Jémez está el desprecio al pelotazo, asume con gallardía el riesgo que comporta ser fiel a sus principios aunque sus defensores no sean unos estetas. El Rayo fue víctima de sí mismo.

Entendía Fran Escribá que el romántico proceder del Rayo le podría resultar conveniente para sus intereses. A sabiendas de que los vallecanos no rifan un balón, con gran intensidad se aplicó el Elche en la presión alta, lo que dificultó el despliegue de los de Jémez, incómodos en exceso, sin encontrar el tacto y los espacios, minimizadas sus prestaciones. Los equipos menores tienden a explotar cualquier recurso, a trabajar los detalles. Con el pie izquierdo de Albacar como lanzadera, la estrategia resulta fundamental para el conjunto ilicitano. Y en la continuación de un saque de esquina el Elche consiguió adelantarse en el marcador en un zapatazo de Damián que cimentó un triunfo balsámico.

ELCHE, 2- RAYO, 0

Elche: Tyton; Damián, Lombán, Enzo Roco, Albacar; Adrián, Pasalic; Aarón (Rodrigues, m. 73), Fajr, Víctor Rodríguez (Coro, m. 89); y Jonathas (Cristian Herrera, m. 87). No utilizados: Manu Herrera; Pelegrín, Cisma y Ángel.

Rayo Vallecano: Toño; Tito, Amaya (Jozabed, m. 78), Zé Castro, Insúa; Baena, Trashorras; Aquino (Álex Moreno, m. 46), Bueno (Manucho, m. 70), Kakuta; y Baptistao. No utilizados: Álvarez; Quini, Morcillo y Lica.

Goles: 1-0. M. 21. Damián. 2-0. M. 83. Rodrigues.

Árbitro: Teixeira Vitienes. Expulsó a Baena por doble amarilla (m. 75). Amonestó a Bueno, Baptistao y Fajr.

18.000 personas en el Martínez Valero.

El gol de Damián fue producto del laboratorio de Escribá. Los movimientos de arrastre, aclarado y bloqueo de los franjiverdes dejaron solo a Aarón, cuyo remate fue rechazado por los defensores vallecanos, muy metidos en torno a Toño. Al despeje acudió Damián Suárez, que se encontraba defendiendo la posible contra del Rayo. El disparo del lateral uruguayo desde 35 metros entró como un obús en la portería de Toño arropado en demasía por sus compañeros. Ninguno de ellos atendió a lo que podía acontecer fuera del área. A todos sorprendió la dureza y precisión de Suárez. De manera inmediata, con el Rayo digiriendo el gol, Lombán y Jonathas tuvieron la posibilidad de doblar la ventaja en sendos cabezazos. Desviado por un pelo el del defensor, despejado el del delantero por el pie izquierdo de Toño

El Elche sacó rendimiento a su intensidad inicial. A la media hora bajó las revoluciones. Y el Rayo comenzó a respirar y estirarse. Sin finura alguna. Sin probar a Tyton en el primer acto. Necesitaba cambiar algo o mucho el Rayo. Y no supo o no le dejó el Elche, que, abrigado y dando réplica con contragolpes, consiguió tres puntos de oro.

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