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Premier League
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El ‘show’ más grande del mundo

El Rayo Vallecano es al Newcastle United, por ejemplo, lo que Chopin es a los Sex Pistols

Brown Ideye, del West Bromwich Albion celebra ante el público su segundo gol al West Ham.
Brown Ideye, del West Bromwich Albion celebra ante el público su segundo gol al West Ham.DARREN STAPLES (REUTERS)

"Pon tu dinero donde está tu boca”. Dicho popular inglés

La española es más guapa y elegante pero la inglesa —tan vulgar, tan chillona— tiene más sex appeal. Da rabia; causa perplejidad. Pero los números no mienten.

Esta semana se han renegociado los contratos para los derechos televisivos de la liga inglesa de fútbol, la Premier League, y de nuevo constatamos que la gente está dispuesta a pagar mucho más por verla que la liga española. Las televisiones británicas pagan más de tres veces más por los derechos de la Premier que las españolas por los derechos de la Liga BBVA.

Incluso más alarmante es la discrepancia entre lo que el resto del mundo está dispuesto a desembolsar por el privilegio de ver ambas ligas. Los derechos internacionales generan cinco veces más dinero para la inglesa.

La noticia ha causado estupor en el fútbol español. ¿Cómo puede ser? Se juega más bonito en España. El Rayo es al Newcastle United, por ejemplo, lo que Chopin es a los Sex Pistols. El producto español es más fino pero no se vende. ¿Por qué?

¿Qué hubiese pensado un chino o un tailandés o un canadiense que vio el Barça-Villarreal en directo por televisión? Entre otras cosas, “¿qué hago yo viendo esto si ni siquiera le interesa a los españoles?”

El reflejo habitual de los españoles es culpar a los de arriba. A las federaciones, los consejos, los ministerios, al Barcelona, al Real Madrid, a los popes de la televisión. O sea, como dicen por ahí, a la casta. Si la casta no fuese tan avariciosa, corrupta e inepta todos seríamos más felices.

Pero, ¿no será que los pueblos tienen las castas que se merecen, tanto en lo político como en lo futbolero? Echar balones para afuera es fácil, pero para dar con las soluciones hay que empezar con un examen honesto de conciencia, lo cual en el caso del fútbol español nos lleva a la triste conclusión de que la culpa es colectiva.

La terrible verdad es que en Inglaterra el fútbol se toma más en serio.

Si se paga tanto más por los derechos televisivos del fútbol en Inglaterra es porque tantos más ingleses viven el fútbol con locura: casi 13 millones pagan por ver los canales donde transmiten los partidos; en España son dos millones.

Muchos más ingleses pagan también por ver el fútbol en directo en los campos. El Newcastle United juega feo y va hoy undécimo en la tabla, sin posibilidades de ganar nada ni de perder nada, pero su estadio siempre está repleto. Más de 50,000 personas van a cada partido, y eso que la ciudad está en el noreste de Inglaterra, la región más económicamente dañada por la reciente crisis. En cambio, para la semifinal de Copa el miércoles entre el Barcelona y el Villarreal, dos de los equipos que mejor juegan al fútbol del mundo, el estadio estaba medio vació.

¿Qué hubiese pensado un chino o un tailandés o un canadiense que vio aquel partido en directo por televisión? Entre otras cosas, “¿qué hago yo viendo esto si ni siquiera le interesa a los españoles?”

Esta pregunta no se la hacen los extranjeros que siguen la Premier League o la FA Cup. Los estadios no solo están llenos sino que derrochan energía. Si los canales de televisión internacionales pagan tanto por los derechos a transmitir el fútbol inglés es porque entienden que es el show más grande de la tierra.

España puede que tenga los dos clubes de fútbol más grandes de la tierra. Pero esto no parece aportar mucho a la salud económica del fútbol español en general, lo cual nos lleva al debate del día: si se debe repartir el escaso dinero de los derechos de televisión de manera más equitativa o seguir con la injusticia de darle más del 30 por ciento del total al Barça y al Madrid. De esto también se culpa a la casta futbolera, pero, a ver… ¿no es verdad que lo que vemos aquí es un fiel reflejo del desequilibrio sentimental español a favor de los dos grandes? ¿Incluso no se podría argumentar que el 30 por ciento del dinero no es suficiente para el Barça y el Madrid ya que bastante más del 30 por ciento de los que siguen el fútbol en España se consideran aficionados de uno de los dos?

Sí se podría, lo cual delata una vez más la relativa falta de seriedad y compromiso en la relación que el español tiene con el fútbol. Sí, claro. La casta futbolera española es tan inepta como la política. Pero si el fútbol inglés es mucho más rico que el fútbol español es ante todo porque los ingleses aman el deporte con más pasión.

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