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“Que los niños vean que no hay nada imposible”

Marc y Pau Gasol enaltecen el simbolismo de su salto inicial en un partido de las Estrellas ganado por el equipo del Oeste

Robert Álvarez
Salto inicial del All Star.
Salto inicial del All Star.JASON SZENES (EFE)

La plasticidad del salto inicial de un partido se convirtió, por una vez, en una de las imágenes más buscadas y significativas en la historia del baloncesto mundial. Pau Gasol ganó el balón para el equipo del Este y su hermano Marc, con la competitividad como axioma, soltó una palmada de contrariedad. Una acción rutinaria quedó grabada para la posteridad como símbolo del triunfo de dos hermanos europeos, de la globalización del baloncesto, del éxito ganado a pulso a lo largo de muchos años de esfuerzo y superación.

La puesta en escena no pudo tener mejor escenario, el Madison Square Garden de Nueva York, ni mejor envoltorio, el All Star de la NBA. Venció el equipo de la Conferencia Oeste por 163-158, un récord de anotación en un partido en el que no se conjugó el verbo defender y en el que Russell Westbrook se erigió en el MVP tras anotar 41 puntos.

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La importancia de ese salto inicial estriba en dos datos muy significativos: Pau y Marc han sido los dos primeros europeos votados para formar parte de los quintetos iniciales en un All Star y también los primeros hermanos titulares en la historia de una competición que empezó a celebrarse en 1951.

“Ha ganado el baloncesto. Ha sido un hito no sólo para nosotros, sino, sobre todo, para mucha otra gente, para muchos aficionados. Este escenario, Nueva York, el All Star… Espero que la afición española se haya sentido orgullosa”, declaró el mayor de los Gasol. Para no variar el 16 de los Bulls, del equipo del Este en esta ocasión, sumó 12 rebotes y 10 puntos en los 25 minutos que estuvo en la cancha. Fue otro doble doble, una estadística combinada en la que lidera la Liga con 35 en 51 partidos y en la que está a solo uno de igualar la marca de Michael Jordan en la temporada 1988-1989, con 15 consecutivos.

"Espero que la afición española se haya sentido orgullosa", declaró el mayor de los hermanos

“El baloncesto agradecerá lo que ha sucedido. Los que han crecido con mi hermano, con Navarro y con tantos otros, deben grabar en la memoria lo que aquí ha pasado. Yo, desde luego, pienso hacerlo”, sentenció Marc, que contribuyó a la victoria del equipo del Oeste con seis puntos, 10 rebotes y dos asistencias en los 25 minutos de los que dispuso. “No estoy acostumbrado a tantas emociones”, añadió. “Esto en Memphis no me pasa. Me he levantado todo lo que he podido, que no es mucho, en el salto inicial, sobre todo para no quedar mal en la foto. Pero por encima de todo queda la sensación, lo grande del momento, algo que no se repite”.

Todavía abrumado por la nube de periodistas que le rodeó cada vez que compareció, Pau explicó: “Ha sido algo muy bonito, un momento muy especial, para compartir. A Marc simplemente le dije: ‘Felicidades y a por el balón’. Me lo llevé yo, pero eso fue lo de menos. Él ganó el partido, que es lo más importante. Lo que queda es la emoción de ese segundo”.

Pau trató de adivinar la posible influencia del momento vivido en un futuro. “No sé qué tipo de impacto o reconocimiento vamos a tener”, comentó. “Esperamos que sea motivo de inspiración, también para los hermanos, que puedan pensar ‘Eh, nosotros también podemos conseguirlo. Nosotros también podemos tener una carrera exitosa’. Ya sea en el baloncesto o en la profesión que ejerzan. Ha sido emocionante pasar por esta experiencia a este nivel”. Marc apostilló: “Espero que esta sirva para que muchos niños vean que no hay nada imposible”.

“El baloncesto agradecerá lo que ha sucedido", sentenció Marc

La cita de los mejores del baloncesto atrajo a un montón de celebridades. Bill Clinton, Spike Lee, Rihanna, Ethan Hawke, Beyonce o Jay Z, las más grandes leyendas vivas del baloncesto, Magic Johnson, Julius Erving, Kareem Abdul Jabbar, Oscar Robertson y Bill Russell. Todos querían ver a los mejores jugadores del mundo y todos observaron con expectación ese salto inicial.

El partido concluyó con récord de anotación conjunta. Fueron 321 puntos, que baten la plusmarca de 318, el año pasado en Nueva Orleans, con victoria entonces del equipo del Este por 163-155. Westbrook, a pesar de que no fue titular, y con sus 41 puntos se quedó a uno de igualar el récord, en poder de Wilt Chamberlain en 1962.

El encuentro, como suele suceder, fue muy abierto, sin apenas defensas, de guante blanco. LeBron despegó muy fuerte, con 15 puntos en el primer cuarto pero después emergió con muchísima fuerza Westbrook, que anotó 27 puntos en menos de 12 minutos, contribuyó a la victoria del equipo del Oeste con sus 41 puntos y encarriló su elección como MVP.

Consumados los cinco días de festejos del All Star, repletos de actos comerciales y culminados con el partido-fiesta, vuelve la competición a la NBA, el segundo tramo de la temporada. Las apuestas comienzan a cruzarse a la espera de un nuevo duelo entre hermanos, entre Chicago y Memphis, en las finales. “Sólo sé que mi próximo partido es en Portland. Es lo único que sé con seguridad del futuro. Eso sí, reconozco que sería maravilloso poder jugar la final, y hacerlo contra el equipo de mi hermano”, señaló Marc. “Veremos qué pasa. Quedan muchos partidos y todos tenemos que ver cómo volvemos a la competición tras este fin de semana tan largo y agitado. Veo complicada esa final, pero sería una cosa estupenda. Ahora sólo quiero pasar unos días con la familia y cargar las baterías”, dijo Pau.

En el momento de la despedida, Marc recordó a los suyos. “Para mi familia, que siempre está ahí, y sobre todo, para los amigos de la infancia que han podido venir, la gente que siempre está a tu lado, la que, por encima de todo, te despierta sentimientos, como mi hija. Sólo de pensar que estaba ahí, viéndome, me emociono”. Fue el broche de una velada memorable para la familia Gasol, para el baloncesto español, europeo y mundial.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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