_
_
_
_
_

“Desde Anoeta cambió todo”

Messi reconoce un cambio de actitud suyo y del Barcelona en esta temporada

Jordi Quixano
Messi, en la tienda de Adidas.
Messi, en la tienda de Adidas.ALBERT GEA (REUTERS)

Messi está contento, reparte sonrisas y abrazos a sus compañeros y goles a los rivales, al tiempo que vuelve a jugar como los ángeles. Y este jueves, envuelto en un mar de aficionados en el centro de la ciudad porque reinauguró una tienda de Adidas, la marca que le patrocina, así lo expresó. “Me encuentro bien, estoy feliz por cómo salen las cosas y ojalá pueda seguir así hasta el final”, resumió el delantero. Con estruendosos compases de Hip hop de fondo, bien escoltado por los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana, Leo llegó en una furgoneta azul oscura media hora tarde al local, que ya le tenía preparada una alfombra roja. No hubo turno de preguntas, sino que el speaker le tiró unas cuantas que el 10 no rehusó como ya hiciera el miércoles al programa Mundo Leo.

Acusado el año anterior de absentista, Messi perdió ritmo y fútbol por más que llevara a Argentina a la final del Mundial. “No fue un año bueno, tuve muchos inconvenientes dentro y fuera de la cancha”, se justificó. Por lo que en esta temporada se impuso recuperar su nivel hasta el punto de que ya suma 37 goles y 21 asistencias en los 33 encuentros que ha disputado. “Intento cuidarme, en el descanso, en la comida. Trato de llegar bien a los entrenamientos y a los partidos porque uno va creciendo. Ya son 27 años, no es lo mismo que con 20 cuando puedes comer cualquier cosa y el cuerpo no lo nota”, reflexionó el jugador, conforme por cómo juega el Barça. Si bien protagonizó un conflicto con el entrenador Luis Enrique que desde el vestuario definen de normal, desde entonces y tras el duelo en Anoeta todo se encauzó. “De ese partido a hoy cambió todo”, argumentó el 10; “la actitud, las ganas, la forma de presionar…”. Y abundó: “El vestuario quiso cambiar la imagen de ese partido y lo hizo”.

Resulta que Messi ya no es falso delantero sino que arranca desde el costado derecho para dar cabida a Luis Suárez en el eje de la delantera. Y funciona porque por sus botas pasa todo el juego: bien en ataque estático; bien al contragolpe. “Podemos jugar a la contra por los puntas que tenemos, pero seguimos teniendo nuestro juego, que no lo perdimos”. Una riqueza de recursos que ha devuelto al Barcelona al elenco de equipos que aspira a cualquier entorchado. “Estamos obligados a pelear por todo. El año pasado no logramos ningún título y no queremos que se repita”, dijo. Aunque añadió: “Estamos en dinámica muy buena, pero todavía no se consiguió nada”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_