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El Madrid se pone serio

El líder gana con autoridad en Elche y vuelva a marcar distancias con sus adversarios

José Sámano
Cristiano celebra su gol, el segundo del Madrid.
Cristiano celebra su gol, el segundo del Madrid.JOSE JORDAN (AFP)

El Barça holgazán marcó el camino al Madrid, que tomó buena nota de la galbana de su gran rival y marcó territorio en Elche, donde siempre jugó para ganar e impuso sin demora sus galones. No hubo debate, no lo concedió el líder, que jugó como tal, firme, autoritario, decidido y preciso. Como la risa por barrios, el Madrid de bajonazo dio un paso al frente, y hoy marca trecho en la cabeza tras un mes de pufillos. Ahora, tras el patoso tránsito por el Calderón mira con calma por el retrovisor. Vuelve a sumar y sumar, y en Elche no dejó tachas. No fue un equipo de época, pero sí un conjunto con poso, bien dispuesto para la faena en una plaza donde solo podía y debía ganar o ganar. Así fue, con la gente ilicitana entregada a Isco, la nota cumbre de este Madrid de vuelta. O eso pareció.

ELCHE, 0 - REAL MADRID, 2

Elche:Tyton; Damián, Enzo Roco, Lombán, Albacar; Adrián (C. Herrera, m. 81), Pasalic (Gálvez, m. 75); Víctor Rodríguez, Fayçal, Aarón (Rodrigues, m. 64); Jonathas. No utilizados: Manu Herrera; Cisma, Coro y Álvaro.

Real Madrid: Casillas; Carvajal, Pepe, Varane, Marcelo; Lucas Silva (Illarra, m. 83), Kroos, Isco (Arbeloa, m. 87); Bale, Benzema (Jesé, m. 92), y Cristiano. No utilizados: Keylor Navas; Chicharito, Nacho y Medrán.

Goles: 0-1, M. 55. Benzema, de rechace. 0-2, M. 68. Cabezazo de Cristiano a pase de Isco.

Árbitro: Iglesias-Villanueva. Amonestó a Enzo Rojo, Albacar, Aarón, Jonathas y Marcelo.

Lleno en el Martínez Valero.

Apretó el Madrid, se atrincheró el Elche, que llegó entero al descanso. Un milagro de esos que depara el fútbol. No es que el líder fuera una apisonadora, sino que con voluntad y empeño puso a los de Escribá contra el rincón. Un monólogo, con el gol a tiro, solo cuestión de tiempo, el único agobio del Madrid, que se demoró en la puntería. Llegaron los madridistas, por fuera y por dentro, solo penalizados por el novato Lucas Silva, todavía a otro ritmo, piano, piano. Europa va en otra vía, lo sabe Lucas, que aún rueda por esta Liga más titánica.

Solo el tiempo menguó al Madrid, cuyo gol estaba por llegar, por firmeza en el juego y por la entrega ilicitana, con un equipo telonero, tan animoso como manso, solo pendiente de abortar por las buenas o por las malas cerca de su portero. El destino de tantos y tantos "elches" de este campeonato marcado por la distancia presupuestaria. No siempre florecen los "málagas" excepcionales, máxime si el afán del grande corresponde a su hidalguía. Ese fue el Madrid, que no se contrarió con la espera del gol, fue paciente en la medida que su adversario admitió su inferioridad desde el calentamiento. Lo adivinó el grupo de Ancelotti, que puso distancia sin demora, primero con Kroos al mando, luego con Isco al violín. Lo de este chico es serio, la mejor noticia del fútbol español, un futbolista cada vez menos episódico, más bien un jugador de cuajo, de aquellos que dejan huella entre la gente. Hay mucho bueno en Isco, bien lo sabe Benzema, su mejor socio, quien mejor goza con la sinfonía del malacitano. Tuya-mía, mía-tuya, dame y te doy, voy, freno, acelero y vuelvo.

Con Isco al frente y Benzema para el punto y seguido, el Madrid fue un pim, pam, pum hasta que embocó el francés, de palomero en una pifia de Lombán, que despejó contra el muñeco de su guardameta. Lo mismo dio, el destino era madridista, por las buenas o por las malas. Ni media concedió al Elche, lo que subraya la seriedad con la que se tomó la jornada.

Se le retrasó el gol, pero nunca se inquietó, estaba a la vista. Al de Benzema siguió el de CR

No se retrasó el Madrid, que partió la jornada con el Málaga entre ceja y ceja. En Elche no recuperó el buen tino de finales de 2014, pero sí la perseverancia mínima que se pide a un equipo de semejantes vuelos. Consciente de que el partido no admitía racanear, el Madrid hizo de Madrid. Pilló el partido por el pecho desde el inicio y no dejó más resquicios que el de Lucas Silva, que flotó durante el encuentro. No supuso distorsión alguna, porque los suyos encapotaron al Elche desde el amanecer. Sin discusión, lo mejor de los blancos, que no se dejaron ir jamás, que fueron al frente desde el inicio. Como el talento no se discute, al Madrid solo le cabía mostrar empeño. Lo hizo, y de sobra. Se le retrasó el gol, pero nunca se inquietó, estaba a la vista. Así fue, y al de Benzema siguió el de Cristiano, que cabeceó como un ángel un jugadón de Isco. Otra buena noticia para el Madrid, necesitado de un CR sin rebajas, de vuelta con el gol. No son pocas las veces que el gol devuelve el fútbol, y el portugués está en ello tras una semana con tino. Si regresa el mejor CR, el Madrid estará de vuelta. En Elche dejó huellas, al menos no se dejó llevar como otras veces, como alguno de sus enemigos hizo el sábado.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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