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Y Messi dijo ‘aquí estoy yo’

La Pulga falló el tercer penalti del curso, pero solo Iniesta dio más pases que él en un partido en el que apabulló al City en 45 minutos

Hart desvía el penalti de Messi, el pasado martes en el Etihad.
Hart desvía el penalti de Messi, el pasado martes en el Etihad.Alex Livesey (Getty Images)

El Manchester City recibió a Messi en el Etihad Stadium con un mensaje de lo más hospitalario: “Bienvenido a casa”, se podía leer. Y la Pulga, a quien la prensa inglesa recibió más preocupada por una salida nocturna al casino de Barcelona con sus amigos Piqué y Fàbregas que por su juego, obró en consecuencia. Jugó como si estuviera en el jardín de su casa. Pareció decir aquí estoy yo y dio una lección mayúscula de fútbol para firmar un partido inolvidable en el que no necesitó ni marcar un gol. De hecho, hasta falló un penalti, una suerte que le humaniza: suma seis lanzamientos este año y tres de ellos los erró (Neymar también falló uno).

El hombre que ha convertido en habitual lograr goles imposibles falla lo que parece más fácil. Está acostumbrado a zigzaguear entre defensas densas como bosques de hayas, pero el martes, en el partido 100 de Leo en competiciones europeas, Joe Hart, portero del Manchester City, le acertó la intención desde los 11 metros y le privó del gol en el minuto 94, un tanto que habría supuesto el 1-3 en el marcador.

El error del 10 no empaña un partido espectacular que llenó con su fútbol

Es el tercer penalti que Messi falla esta temporada. Y de los 59 que ha tirado en su carrera con la camiseta del Barcelona ha errado en 13 ocasiones (un 22%), ninguna de ellas tan trascendente como aquella en la que mandó el balón al larguero el 25 de abril de 2012. Jugaba contra el Chelsea en un encuentro de Champions que terminó con empate a dos goles en el Camp Nou y que le costó la eliminación a su equipo.

En el fallo de Messi, por cierto, hay que ponerle algún mérito al trabajo de Hart y de Xabier Mancisidor, que durante la semana previa, como acostumbran, visualizaron los penaltis lanzados por Messi. Hart aguantó hasta el golpeo del argentino, consciente de que elige en función de sus variantes y sabedor de que Leo marcó el año pasado con un lanzamiento por el centro y tiró su último penalti al lado contrario, a la derecha del portero.

Los 13 penaltis fallados

Son 13 los lanzamientos desde los 11 metros fallados por Messi con el Barça, tres este curso. El último, contra el City, el martes en Champions (1-2).

También falló en el Camp Nou, ante el Atlético en Copa (1-0, 21-01-2015).

Y en Liga erró ante el Levante en Valencia (0-5, 21-09-2014).

El curso anterior también falló contra el Betis en el Camp Nou (3-1, 05-04-2014); o en la vuelta de la Supercopa que, pese a ello, ganó (0-0, 28-08-2013) ante un Atlético con el que ya había empatado (1-1) en Madrid.

Antes, en liga también había fallado en el Pizjuán (0-0, 22-10-2011), o ante el Recreativo (2-0, 11-04-2009) .

En Copa erró en Mestalla (1-5, 01-02-2012) y en el Villamarín (3-1, 19-01-2011) y en el Camp Nou contra el Benidorm (1-0, 12-11-2008) y el Villarreal (1-0, 31-01-2008).

Y en la Champions ya había fallado también contra el Chelsea (2-2, 25-04-2012) y el Panathinaikos (5-1, 14-09-2010).

Messi es nuestro lanzador de penaltis y los seguirá tirando. Y fallará, porque solo los fallan los que los tiran. Pero seguiremos confiando en su capacidad para transformarlos”, le defendió Luis Enrique tras el partido en el Etihad Stadium. “Que falle los que quiera, es el mejor”, terció Alba. “De Messi me quedo con su partidazo”, dijo Mascherano. “Aunque Leo hubiera acertado en el lanzamiento del penalti, nada hubiera cambiado y tendríamos que sentenciar en la vuelta porque no hay nada resuelto”, añadió Iniesta.

El error de Messi en los últimos minutos del partido es una mera anécdota, con incidencia exclusiva en el marcador. Ni siquiera aquel fallo —y su posterior remate de cabeza, peor todavía, se fue fuera— pueden empañar un partido espectacular, que llenó con su fútbol, por una vez, más allá del gol.

Además de participar en las jugadas de los dos goles —encontró a Suárez en el primero y abrió para Alba, que asistió al uruguayo, en el segundo—, Leo completó 70 pases buenos de 80 intentos con un 88% de acierto, y 10 regates de los 13 que intentó. Además, el 10 intervino en 114 ocasiones. Solo Iniesta (con 94 pases buenos de 101, y 117 acciones participadas), le superó en cifras en un partido marcado por unos primeros 45 minutos de un fútbol excepcional —“En el primer tiempo no logramos hacer tres pases seguidos”, se confesó Pellegrini, derrotado, en la sala de prensa—, de ese que despierta la nostalgia del culé: la presión era asfixiante, hasta Messi defendía (recuperó siete balones, solo por detrás de Piqué, con 14, Busquets y Alves, con 10 cada uno), y el balón circulaba de pierna a pierna azulgrana para terminar con una posesión del 63% de posesión. Pellegrini quería tener la pelota y jugarle de tú a tú al Barça, se esperaba un equipo más vertical, con la firma de Luis Enrique, y se encontró otra cosa. Su equipo no olió el cuero en el primer tiempo. Culpa de Messi, el mismo que le da cierta esperanza por un penalti que no entró.

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