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Vietto ennoblece al Villarreal

Dos goles del argentino y uno de Giovani dan lustre al buen trabajo del grupo de Marcelino que se clasifica para octavos

El argentino del Villarreal Vietto pelea un balón con Ramalho.
El argentino del Villarreal Vietto pelea un balón con Ramalho.José Jordán (AFP)

El Salzburg Stadium fue una continuidad de El Madrigal. Una secuela de la misma buena película. Dos equipos sin ambages, directos, ofensivos. Físico el Salzburgo, con más poso y empaque el Villarreal que supo contener primero a los austriacos, crecer posteriormente a través del esférico y finalmente matar a la contra. Se adelantó el Salzburgo en el marcador y el equipo de Marcelino no cambió de guion. Con paciencia cuando lo requirió y con vértigo cuando lo necesitó, dio a la vuelta al partido con dos goles de Vietto y uno de Giovani que ennoblecieron el trabajo de un gran Villarreal que estará con todos los honores en los octavos de la segunda competición continental.

SALZBURGO 1-VILLARREAL 3

Salzburgo: Gulacsi; Schwegler, Hinteregger, Ramalho, Ulmer; Minamino (Filipe Pires, m. 46), Keita, Laimer (Bruno, m. 69), Sabitzer; Djuricin (Berisha, m. 83) y Soriano. No utilizados: Walke; Ankersen, Caleta-Car y Lazaro.

Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Víctor Ruiz, Jaume Costa; Jonathan dos Santos, Pina (Campbell, m. 85), Trigueros, Cheryshev; Uche (Giovani, m.68) y Vietto (Moi Gómez, m. 81). No utilizados: Juan Carlos; Bailly, Sergio Marcos y Gerard Moreno.

Goles: 1-0. Djuricin.1-1. M. 33. Vietto.1-2. M. 76. Vietto.1-3. M. 79. Giovani.

Árbitro: Kenn Hansen (Dinamarca). Amonestó a Musacchio, Pina, Hinteregger, Trigueros, Schwegler y Jonathan dos Santos.

Unos 30.000 espectadores en el Salzburg Stadium

Calma y cabeza pedía Jonathan Soriano a sus compañeros del Salzburgo antes del comienzo. No la tuvo. el Salzburgo solo tiene una idea de entender el juego, al ataque y sin especulación. Al igual que en El Madrigal, el equipo centroeuropeo se mostró enérgico y ambicioso. Contuvo el Villarreal el inicio intenso de los austriacos. Y Vietto, en una genialidad, regateando a dos jugadores desde la línea de fondo, advirtió que el partido iba a tener doble dirección al igual que sucedió una semana atrás en la ida.

En tal dinámica, el Salzburgo golpeó primero. Remató mordido Djuricin desde el borde del área amarilla y Asenjo no adivinó, sin una visión clara del esférico con demasiados jugadores de ambos equipos cerca del portero palentino, que el disparo del delantero austriaco se iba esquinando lentamente hasta alcanzar la red. Necesitaba el grupo de Marcelino revitalizarse, encontrar respuesta a la intensidad del Salzburgo, ganador en los envites particulares, en los balones divididos.

Cuando el colectivo no acaba de coordinar, las soluciones individuales resultan fundamentales. Vietto, tocado con una varita mágica, encontró el gol tras un saque de falta lateral lanzado por Jonathan con una rosca dulce de derechas. El argentino, sin oposición alguna, remataba de cabeza con un gran giro de cuello alojando el esférico en el marco de Gulacsi.

A través del esférico, el Villarreal atemperó el ánimo austriaco, dominó los espacios y pudo matar el encuentro en dos contras a las que le faltó el gol para ser perfectas. A la tercera fue la vencida. Se plantó Giovani solo ante Gulacsi y, generoso el mexicano, cedió el gol a Vietto para que anotara. Devolvió el regalo posteriormente el argentino para que Giovani clasificara al Villarreal a lo grande.

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