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El Alba Berlín acentúa las dudas en un Barça voluble

El equipo blaugrana roza el desastre y acaba decidiendo en la prórroga pese a haber dominado por 17 puntos

Robert Álvarez
Satoransky, con el balón, junto a Vargas.
Satoransky, con el balón, junto a Vargas.JOSEP LAGO (AFP)

La visita del Alba Berlín al Palau Blaugrana acentuó las dudas que dejó en el Barcelona su derrota en la final de la Copa del Rey. El juego del equipo azulgrana fue desconcertante. Lo delataron sus vaivenes en el marcador y la falta de consistencia y seguridad que transmite.

El Barcelona no fue capaz de mantener unas constantes ni de sellar la victoria cuando llegó a dominar por 17 puntos en el tercer cuarto (59-42). Su final de los 40 minutos fue tan lamentable como su inicio. Radosevic, Redding y Renfroe burlaron la defensa blaugrana, inconsistente, con huecos por todos los flancos, y forzaron la prórroga. Durante los cinco minutos de prolongación, el Barcelona revivió sus mejores momentos con una buena aportación de Satoransky, Navarro y Doellman. El nuevo vuelco en la decoración del partido le permitió al Barcelona sellar una victoria que le resultaba poco menos que imprescindible e igualar la diferencia de puntos de la inesperada derrota que sufrió en la primera jornada del Top 16 en Berlín (80-70).

Nada parecía prever tantas dificultades cuando Abrines irrumpió en el segundo cuarto del partido y refrescó el juego blaugrana. Su triple, el primero de un equipo que había fallado los seis que había intentado, abrió la espita después de 12 minutos de un juego plomizo. Se acumularon los errores y el Alba Berlín dominó a pesar de las importantes bajas de dos titulares, el base Cliff Hammonds y el ala-pívot Jamel McLane, en una plantilla ya de por sí limitada.

BARCELONA, 92; ALBA BERLÍN, 82

Barcelona: Satoransky (11), Oleson (4), Thomas (11), Doellman (17), Tomic (16) –equipo inicial-; Hezonja (0), Marcelinho (5), Abrines (7), Navarro (14), Pleiss (0), Jackson (1) y Lampe (6).

Alba Berlín: Renfroe (20), Redding (20), King (7), Banic (4), Radosevic (19) –equipo inicial-; Giffey (2), Tabu (2), Vargas (2), Wohlfarth (4) y Freese (2).

Parciales: 13-14, 27-18, 19-14, 18-31 y, en la prórroga, 15-5.

Árbitros: Rocha (Portugal), Anastopoulos (Grecia) y Kowalski (Polonia). Eliminado por faltas personales: Tabu (m. 42).

Palau Blaugrana. 4.897 espectadores.

El Barcelona precisó de ese triple de Abrines y de una fase de asfixiante presión por toda la cancha para espabilar, salir del sopor y abandonar el decaimiento que exhibió en los primeros compases. Los cuatro triples que consiguió en el segundo cuarto empezaron a marcar diferencias.

El Alba Berlín, pese a los quebraderos de cabeza que le planteó Radosevic a Tomic, y los escarceos de sus exteriores, Renfroe y Redding, se diluyó a medida que Doellman, Satoransky, Navarro y Abrines iban marcando diferencias. Por encima de todos ellos, DeShaun Thomas. El alero estadounidense se reivindicó después de una serie de partidos en los que no había rendido como en meses anteriores. Hizo un poco de todo: anotó, reboteó, defendió. En cambio, algunos jugadores que ya salieron malparados de la final ante el Madrid, reincidieron en su gris aportación. El rendimiento de Hezonja y Pleiss volvió a ser muy pobre.

El Barcelona abrió una brecha considerable en el marcador (59-42) y parecía encarrila una victoria plácida y poco menos que imprescindible para reforzar sus objetivos. Pero entonces se produjo un desplome inesperado y el Alba Berlín cambió por completo la dinámica del juego. El Barcelona no fue capaz de administrar su tremenda ventaja y después de dos triples de King y Redding, Radosevic, a dos segundos para el final, acabó enviando el partido a la prórroga. El Barcelona se rehízo en el tiempo añadido.

La prioridad del equipo de Xavi Pascual es clasificarse entre los cuatro primeros para poder disputar los cuartos de final. Además, mantener la posibilidad de atrapar la segunda plaza del grupo que le daría ventaja de campo en esa eliminatoria directa al mejor de cinco partidos. Para conseguir ese segundo objetivo, resultará vital su próximo compromiso el 5 de febrero, en la cancha del Panathinaikos.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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