_
_
_
_
_

El Betis ocupa el liderato

Dos goles de Jorge Molina, muy bien asistido por Portillo, destrozan a Las Palmas, que perdió sus opciones en la primera mitad

Rafael Pineda

El Betis se empeña en ser feliz. Cada semana es un incendio por cuestiones extradeportivas, pero llega el domingo y se transforma para goce de los suyos. Cuatro goles le hizo al Valladolid la jornada pasada y tres ahora a otro rival directo, Las Palmas, en su estadio. Dos victorias que le permiten acceder al liderato de la disputadísima Segunda División. Además, el Betis pega un golpe en la mesa y le gana el coeficiente goleador a un contrincante directo. La victoria de los de Mel respondió a un menú variado. La buena suerte en el primer tiempo, donde Las Palmas gozó de dos claras ocasiones con dos balones a los palos. Luego, el talento de Portillo, que asistió en dos de los tres tantos del equipo andaluz. Y por supuesto, el olfato goleador de Jorge Molina, imputado por el turbio asunto del amaño de partidos e imprescindible para su equipo. Tras el 0-1, el Betis cuajó un encuentro soberbio, destrozando a un rival que acabó bajando los brazos. Vuelve a ocupar el liderato, algo que no hacía desde la jornada segunda.

LAS PALMAS, 0 - BETIS, 3

Las Palmas: Casto; David Simón, David García, Aythami, Ángel; Javi Castellano, Hernán (Valerón, m. 80); Nauzet (Ortuño, m. 68), Vicente Gómez (Guzmán, m. 68), Momo; y Araujo. No utilizados: Lizoain, Jesús, Christian y Roque Mesa.

Betis: Adán; Molinero (Cejudo, m. 81), Bruno, Jordi, Varela; Portillo, Lolo Reyes (Xavi Torres, m. 69), Ndiaye, Pacheco (Dani Ceballos, m. 62); Jorge Molina y Rubén Castro. No utilizados: Dani Giménez; Rodas, Fabián y Rennella.

Goles: 0-1. M. 65. Jorge Molina. 0-2. M. 73. Jorge Molina. 0-3. M. 77. Dani Ceballos.

Árbitro: Surera Cuenca. Amonestó a Varela, Aythami, Hernán y Xavi Torres.

Estadio de Gran Canaria. Unos 20.000 espectadores.

No fue brillante el inicio de partido entre los dos primeros clasificados de Segunda. Se midieron tanto Las Palmas y Betis que acabaron por convertir un duelo a priori trepidante en eso que los entrenadores consideran un duelo táctico y se convierte en un verdadero agobio para el espectador. Quizás influyera el pésimo estado del césped del estadio de Gran Canario, pesado y muy desigual su césped. Lo cierto es que Las Palmas y Betis se movieron con mucho respeto, sin capacidad para desbordar y sin que ninguno de los equipos tuviese capacidad para asestar un golpe al contrario. El Betis no pudo combinar como suele, con sus dos jugadores imputados por amaños, Jordi y Jorge Molina, en el once. Harto de contemporizar, fue Las Palmas el que decidió soltarse la melena. Lo hizo aprovechando las lagunas en el juego del Betis, demasiado previsible, plagado de toques intrascendentes y falto de profundidad. Adán le hizo un paradón a Vicente Gómez a la salida de un córner y en la jugada posterior Aythami la envió al larguero. Tuvo suerte el Betis, como en una espléndida acción de Araujo, que se recorrió todo el campo del rival para golpear con furia con su pierna izquierda. El palo volvió a salvar al Betis.

Mel movió bien su banquillo y ordenó un paso adelante en la segunda mitad. Portillo y Dani Ceballos se gustaron y surgió la figura imponente de Jorge Molina. El Betis marcó tres goles de magnífica factura y pasó por encima del rival. Gestó de esta forma una victoria importante, gracias a un brillante segundo tiempo, puesto que en el primero Las Palmas mostró sus credenciales. El larguero y el palo le privaron de ponerse por delante en el marcador en los peores momentos de los andaluces. Entonces les sonrió la fortuna. Luego brilló su fútbol.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_