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Un Málaga iluminado deprime al Córdoba

El conjunto de Gracia se apoya en la rapidez de piernas de sus principales jugadores para derribar al cuadro de Djukic

GORKA PÉREZ
Ghilas protege el balón ante Weligton
Ghilas protege el balón ante Weligton Jorge Zapata (EFE)

Jugó de nuevo el Málaga uno de esos partidos divertidos que acostumbra y que tanta luz proyecta gracias a sus vistosos jugadores, acostumbrados últimamente a brillar más que la propia bombilla. Ayer, ante un Córdoba en la penumbra, rodeado de una sombra espesa y fría, volvió a demostrar que su idea de juego es, además de atractiva, efectiva. Los goles de Juanmi y Amrabat acabaron con el achacoso cuadro de Djukic, necesitado más que nunca de un rayo de esperanza al que agarrarse antes de que la ceguera sea irreversible.

MÁLAGA, 2- CÓRDOBA, 0

Málaga: Kameni; Rosales, Weligton, Angeleri, Boka; Camacho, Darder, Samu García (Recio, m. 81); Horta, Castillejo (Luis Alberto, m. 59), Juanmi (Amrabat, m. 72). No utilizados: Ochoa, Tissone, Duda, Torres.

Córdoba: Saizar; Luso (Campadabal, m. 72), Crespo, Pantic, Fede Vico (Rossi, m. 66); Ekeng (Andone, m. 54), Krhin, Borja, Zuculini; Bebé, Ghilas.No utilizados: J. Carlos, Cartabia, Fidel, Abel.

Goles: 1-0. M. 48. Juanmi. 2-0. M. 83. Amrabat,.

Árbitro: González González. Amonestó a Andone y Bebé.

Unos 28.500 espectadores en La Rosaleda.

Jugó muy rápido el Málaga sabiendo que con las revoluciones al máximo su fútbol brillaría con intensidad. Tocaron y tocaron Samu, Castillejo y Juanmi, entregándose la pelota con la conciencia tranquila. Confiaban en que la volverán a recibir si conseguían antes hacerse con un espacio vacío. Por eso le resultaba tan complicado arrebatársela al Córdoba, era muy poco el tiempo de posesión en cada jugador.

A pesar de que el equipo de Djukic se defendía continuamente de las llegadas del Málaga, de vez en cuando soltaba un pelotazo que Bebé trataba de transformar en un pase para Ghilas. Weligton y Angeleri, dos centrales fuertes, se vieron tiernos a la hora de chocar con el delantero, lo que desembocaba en la posibilidad de que por sí solo fuera capaz de generar una ocasión. Mientras que los disparos a portería del Málaga en la primera parte pinchaban con mayor frecuencia, fue Ghilas el que dispuso de la mejor oportunidad con un remate a bocajarro que Kameni acertó a desviar con una estirada más que meritoria. Ese fue el único borrón de un Málaga valiente y centrado que había tenido en un disparo de Boka al poste su oportunidad más destacada.

Al poco de comenzar la segunda parte Juanmi recibió en posición adelantaba un pase de vaselina de Castillejo que acertó a enviar al fondo de la portería del Córdoba con un remate tan discreto como eficaz. El árbitro dio validez al tanto y a partir de ahí todo fue sencillo para los de Gracia. El segundo tanto de Amrabat, un disparo raso desde dentro del área, fue la puntilla para un Córdoba al que se le apagó la luz de golpe ante un Málaga radiante.

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Sobre la firma

GORKA PÉREZ
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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