_
_
_
_
_

Hezonja y Oleson rinden al Madrid

El croata y el estadounidense decantan para el Barcelona un espléndido clásico (85-80)

Robert Álvarez

El Barcelona se reivindicó ante el Real Madrid, al que derrotó en un espléndido clásico. Vibrante y con muchas alternativas, se decantó en los dos últimos minutos, absolutamente en las antípodas de quienes especularon con la posibilidad de un resultado tan utópico como el que necesitaba el Barcelona para desbancar del liderato al Real Madrid: ganar por 25 puntos. Lo hizo por cinco, pero no por ello dejó de ser menos intenso y espléndido el duelo. Rudy llevó en volandas al Madrid, como en el primer partido, como en la final de la Copa, y Sergio Rodríguez estuvo sensacional cuando salió al rescate en el tramo final. No fue suficiente respuesta para superar las fenomenales actuaciones de Hezonja, Oleson y Lampe. Venció el Barcelona, pero lo tiene mejor el Madrid para rodar hacia la final four que se disputará precisamente en Madrid, con el peaje previo del playoff de cuartos de final.

BARCELONA, 85; REAL MADRID, 80

Barcelona: Satoransky (5), Navarro (6), Thomas (7), Nachbar (6), Tomic (8) –equipo inicial-; Hezonja (15), Marcelinho (0), Abrines (5), Pleiss (9), Oleson (12) y Lampe (12).

Real Madrid: Llull (8), Carroll (4), Rudy Fernández (20), Felipe Reyes (8), Ayón (10) –equipo inicial-; Rivers (0), Nocioni (8), Maciulis (1), Sergio Rodríguez (17), Bourousis (0) y Slaughter (4).

Árbitros: Conde, Guirao y Cardús. Señalaron una falta técnica a Nachbar.

Parciales: 17-25, 24-16, 23-21 y 21-18.

Palau Blaugrana. 7.149 espectadores. Penúltima jornada del Top 16 de la Euroliga. El Madrid lidera el grupo E con 10 victorias y 3 derrotas y el Barcelona es segundo, con el mismo balance. En la última jornada, el viernes 10 de abril: Galatasaray-Barcelona y Real Madrid-Zalgiris.

El Barcelona tuvo que superar un montón de problemas para ganar. Primero, extrañó la ausencia de Doellman, lesionado. Segundo, Tomic sumó dos faltas en solo seis minutos. Tercero, Thomas no fue capaz de sujetar a Rudy Fernández. Cuarto, Navarro apenas empató con Llull. Quinto, Sergio Rodríguez marcó la diferencia ofensiva entre los bases. Sexto, a los jugadores blaugrana les costó adaptarse a los constantes cambios de asignaciones y de sistemas defensivos de Xavi Pascual, que por momentos recurrió a la zona. La penitencia del Barcelona ascendió a ocho puntos de desventaja en varias ocasiones (17-25 y 26-38).

El Madrid dio un bajonazo en la segunda unidad, especialmente cuando Rudy se tomó un respiro en el banquillo. Lampe se fue de Ayón primero y de Nocioni después, Maciulis no cerró en algunas ayudas defensivas, Slaughter sumó dos faltas en tres minutos. Todo mientras proseguía el dominio del Barcelona en el rebote. El Madrid se encallo ante la defensa blaugrana, con más cemento desde que compareció Oleson. El Madrid solo anotó 16 puntos en el segundo cuarto. Emergió Hezonja con dos triples y puso por delante al Barcelona (37-36). El partido se igualó, se animó, cada alarde ofensivo tenía inmediata respuesta. Daba Hezonja, daba Nocioni; daba Olesson, daba Sergio Rodríguez.

Rudy se escapa del marcaje de Nachbar
Rudy se escapa del marcaje de NachbarANDREU DALMAU (EFE)

El caso de Hezonja, recién cumplidos 20 años pero desde hace tiempo una de las perlas del baloncesto europeo, resulta intrigante. Es diferente, eléctrico, contundente, certero en muchos momentos, desde luego, espectacular. Y sin embargo, desde la final de la Copa en la que jugó 11 minutos, con cero en casi todos los apartados estadísticos, apenas había levantado cabeza. De él, apenas se oyó el eco de una entrevista concedida poco antes del partido ante el Zalgiris, en Kaunas, en la que dicen que dijo que debería ser el número uno del próximo draft de la NBA. Pascual, casualidad o no, lo descartó en aquel partido. Entre una cosa y otra, Hezonja sumó cero puntos en cuatro de sus últimos partidos en la Liga.

Hezonja espoleó al Barcelona, Lampe le aportó la gasolina que suele garantizar Doellman y Oleson le imprimió carácter, aplomo y los triples que le dieron su máxima ventaja, ya en el último cuarto (78-70). No se arredró el Real Madrid. Sergio Rodríguez se comió a un Marcelinho desquiciado, enfurecido con los árbitros y relevado por Pascual. El Real Madrid devoró la desventaja con parcial de 0-8. Las tablas volvieron a poner el tablero al rojo vivo. El Barcelona, con una maniobra final de Pascual que prescindió de un pívot y asignó a Hezonja el marcaje de Nocioni, acabó resolviendo con un triple de Oleson, después de que Carroll y Rudy hubieran desperdiciado los dos últimos cartuchos del Madrid en un espléndido clásico.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_