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El mejor ataque es una buena defensa

La productividad ofensiva del Barça ha disminuido en los últimos partidos al mismo tiempo que se ha fortalecido la defensa de su área con el portero y los dos centrales

Ramon Besa
Messi y Neymar se lamentan de una ocasión fallada en Balaídos.
Messi y Neymar se lamentan de una ocasión fallada en Balaídos.MI. RIOPA (AFP)

Al Barcelona le aguarda un calendario aparentemente más complicado que al Madrid, sobre todo porque debe rendir visita al Sánchez Pizjuán, Cornellà-El Prat y sobre todo al Calderón, un estadio por el que ya pasó el equipo de Ancelotti, de manera que cada victoria es celebrada en el Camp Nou como un partido menos —y quedan nueve— más que como un encuentro que se ha ganado, como pasó el domingo en Balaídos. No es necesariamente un problema para un equipo curtido en la cultura del esfuerzo y del sacrificio como el del atleta Luis Enrique.

A cambio de ganar piernas, el Barcelona ha perdido vínculo con la pelota, circunstancia que penaliza la contribución de los centrocampistas, hasta el punto de que a día de hoy no se sabe muy bien quiénes son los buenos y los malos, ni tampoco los que aportan más o menos, una observación que no permite distinguir ente Iniesta y Rafinha en la valoración del partido de Vigo. La vida del Barcelona no depende de la divisoria sino de su peso en las dos áreas, y de momento es el mejor en la propia y ha perdido el liderazgo en la ajena después del 9-1 del Madrid.

Enfocado al marco contrario por la presencia de tres delanteros de la talla de Messi, Luis Suárez y Neymar, la mayor preocupación azulgrana no es el peso de los medios sino la fecundidad de sus puntas, últimamente más escasa que de costumbre, remitida desde la goleada contra el Rayo en una matinal tan soleada como la del Madrid ante el Granada. La productividad barcelonista ha menguado desde entonces y especialmente después del partido siguiente en Eibar, resuelto con dos goles de Messi.

Los azulgrana sólo han marcado cuatro tantos en los últimos tres encuentros

El 10 no ha vuelto a marcar y el Barça sólo ha contado cuatro tantos en tres partidos: uno contra el Manchester City y el Celta y dos frente al Real Madrid. La actuación del 10 se ha justificado por sus dolencias en un dedo del pie derecho de la misma manera que no se piden explicaciones al 9 después de su gol contra el Madrid. El foco se sitúa en el 11: Neymar se ha quedado parado, se equivoca en la toma de decisiones y no encuentra la portería en la Liga desde el 15 de febrero, cuando se goleó al Levante (5-0). El brasileño se ha quedado en 17 goles en la Liga, por ocho de Suárez y 32 de Messi.

Ha quedado para el recuerdo la fotografía del trío de delanteros que celebra un gol contra el Atlético en el Camp Nou. Ahora se impone en jornadas como la del domingo pasado la defensa del marco propio como defensa también del liderato de la Liga con cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid. Los azulgrana son los menos goleados del campeonato, con 17 tantos, después de mejorar en las jugadas de estrategia: no sólo han marcado 13 goles a balón parado sino que no han encajado ninguno desde la derrota en el Bernabéu.

La defensa de su portería ha provocado imágenes tan sangrantes como el puntapié de Iniesta en Vigo, calificado de sacrilegio en medios que se reían del estilo cuando era la bandera del Camp Nou. Al manchego se le escruta de forma particular en cada partido, en casa y fuera, como si fuera el síntoma de los muchos males del Barça. Una crítica que para nada preocupa a Luis Enrique por no decir que hasta cierto punto le divierte si llega desde Madrid. Al entrenador azulgrana no le ocupa el juego sino el marcador: “Nos juzgarán por los resultados”. Y, de momento, el Barça más físico de los últimos tiempos, donde los futbolistas corren detrás del balón, ha ganado los 10 partidos disputados en campo ajeno desde la caída de Anoeta.

Luis Enrique es parte muy importante de la actual situación del Barça. No hay, si embargo, sector del barcelonismo que no se sienta representado de alguna manera en el equipo que lidera la Liga, sobre todo porque convergen distintas tendencias, unas representadas por Xavi, otras por Mathieu, Rakitic y Bravo, todas al servicio de la causa encabezada por Messi. Hoy el fin justifica los medios en el Camp Nou. Aunque pueda parecer mentira en un equipo admirado por su capacidad ofensiva, los azulgrana hacen bueno el viejo dicho de que el mejor ataque es una buena defensa.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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