_
_
_
_
_

Cuauhtémoc Blanco se despide del fútbol

El delantero mexicano cierra 23 años de carrera en la final de la Copa MX y comienza su campaña política a la alcaldía de Cuernavaca

Sonia Corona
Cuauhtémoc Blanco, al final de la Copa MX.
Cuauhtémoc Blanco, al final de la Copa MX.Francisco Guasco (EFE)

El último emperador del fútbol mexicano se retira de las canchas. Cuauhtémoc Blanco, el temperamental delantero de 42 años, ha jugado este martes sus últimos minutos en la final de la Copa MX con la camiseta del Puebla F.C. y enfrentándose a las Chivas de Guadalajara. Su equipo se ha alzado como campeón del torneo (4-2), aunque él solo ha jugado los 25 minutos finales sin anotar. En sus primeros días de retiro, Blanco dejará el uniforme deportivo y se volcará en su campaña política para ganar la alcaldía de la céntrica ciudad de Cuernavaca. Sus 23 años de carrera, llenos de momentos altos y bajos, lo ubican como un emblema del fútbol en México.

La antesala de su despedida fue su último partido en el Estadio Azteca en enero. Unos 100.000 aficionados ovacionaron al futbolista mientras entraba a la cancha en el minuto 76 de un Puebla- América. Blanco tocó la grama, se persignó y corrió por última vez en el sitio en el que comenzó su carrera en 1992 usando la camiseta amarilla del América. El público, sin distinción de equipo, aunque el mexicano vestía del Puebla, se levantó y le aplaudió. La piel de más de uno se erizó y todos guardaron en su móvil una imagen del jugador en el estadio que fue por muchos años su casa.

Blanco es una leyenda que lleva a cuestas la experiencia de jugar en 10 clubes y formar parte de la selección mexicana en tres Copas del Mundo

A partir de ahora Blanco es una leyenda que lleva a cuestas la experiencia de jugar en 10 clubes y formar parte de la selección mexicana en tres Copas del Mundo. El delantero firmó igual con equipos de primera fila como América, Veracruz y Santos que con los de segunda división (Irapuato y Lobos BUAP). Tocó las mieles del éxito con su contratación con el Chicago Fire, por más de dos millones de dólares anuales, y con el Valladolid. Su estreno en el año 2000 con el club español lo marcó con un gol para empatar con el Real Madrid. El mexicano se ganó entonces la confianza de la afición vallisoletana pero perdió 4,8 millones de euros (5,1 millones de dólares) porque antes de partir a Madrid el equipo apostó en una quiniela que perderían ante los de Chamartín.

Aunque la carrera de Blanco la catapultó el club América en 1992, el chico ya era conocido en algunos barrios de la Ciudad de México por su habilidad para dominar el balón. El delantero se hizo en las ligas llaneras, esos partidos en canchas de tierra de la periferia de la ciudad. Blanco vivía con su madre y sus cinco hermanos en Azcapotzalco, en un humilde barrio al norte del Distrito Federal, cuando llamó la atención de los entrenadores por su creatividad. ‘Temo’ logró que las miradas se posaran en su capacidad para la improvisación en el Mundial de Francia de 1998: En el partido ante Corea del Sur se vio acorralado por dos defensas y optó, en un segundo, en escapar de sus oponentes saltando con el balón entre sus piernas. Los coreanos quedaron atónitos y había nacido la cuauhteminha.

El estilo feroz del mexicano en la cancha se ha traducido en una vida rodeada de polémica. Con un carácter explosivo, el jugador no ha escatimado en enfrentarse igual con árbitros y jugadores que con periodistas y empresarios. El periodista deportivo José Ramón Fernández, uno de sus críticos, reconocía este martes su legado: “Es un futbolista técnicamente bien dotado, físicamente no tanto, pero genial en muchos aspectos de su carrera”. Blanco ha sido adorado y despreciado también por sus festejos de gol, dos son los más emblemáticos: la ‘Temo señal’, una inclinación de los brazos en diagonal hacia la izquierda; y la imitación de un perro orinando en la portería contraria. Su vida amorosa también ha estado en los tabloides, un costoso divorcio y numerosas infidelidades con fotos incluidas.

Cuauhtémoc Blanco lleva el nombre del último emperador azteca y es devoto de San Judas Tadeo. Aunque con el paso de los años su condición física ha mermado, nunca dejó de ser el ánimo entre los jugadores del equipo en el que entrenara. En su último equipo, Puebla F.C., rara vez ha sido titular y cuando lo ha conseguido no ha jugado más de 60 minutos, pero en los vestidores es quien anima al resto del grupo que ahora lucha desesperadamente contra un descenso casi inevitable. “Cuauhtémoc Blanco representa los valores, acaso en extinción, de la picardía en la cancha. Su cuerpo desafía al del atleta común. Camina como un pato y carece de cuello. Pero el fútbol es democrático en cuestiones físicas y Blanco anota goles con la joroba”, contaba el escritor Juan Villoro, en 2010 cuando ya se avistaba el ocaso de la carrera del ‘Temo’.

“Todo el mundo que me conoce sabe que me gusta ayudar a la gente”, comentó el delantero a la cadena ESPN el día que anunció su candidatura a la alcaldía de Cuernavaca. Las historias sobre las donaciones económicas que el futbolista ha hecho abundan en México. De su desapego al dinero hablan en su familia y lo demuestran los contratos que ha firmado con los 10 clubes en los que ha jugado y que tienen diferencias de más de tres ceros. Blanco nunca firmó un compromiso de publicidad con Nike o Adidas, en su lugar siempre optó por una modestas zapatillas de la marca Concord, el primer fabricante mexicano de calzado que le ofreció su patrocinio. Alguna vez apareció en breves anuncios de Pepsi y Budweiser, y en 2014 aceptó hacer un anuncio del Banco Santander al lado de Pelé.

El candidato Blanco no vota pero intentará en los próximos 45 días convencer a los habitantes de Cuernavaca de que tachen su nombre en la boleta electoral el próximo 5 de junio. Las tertulias deportivas debaten sobre si el ‘Cuauh’ llenará los zapatos del político o si el Partido Social Demócrata (PSD) lo usa para conservar su registro a sabiendas de que no ganará, pero de que sí atraerá al electorado. La prensa política ya analiza sus primeros pasos en la arena del voto: un anuncio de 30 segundos en los que corre y solo pronuncia una línea. Hoy termina el futbolista y empieza el político.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Sonia Corona
Es la jefa de la redacción de EL PAÍS en México. Cubre temas de Política, Economía, Tecnología y Medio Ambiente. Fue enviada especial para las elecciones presidenciales de 2020 en EE UU. Trabajó en Reforma y El Huffington Post. Es licenciada en Comunicación por la Universidad de las Américas Puebla y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_