_
_
_
_
_

El Atlético no puede con el Athletic

El equpo de Simeone, al que el colegiado anuló dos goles legales, pierde una oportunidad de asegurar el tercer puesto

Ladislao J. Moñino
El arbitro asistente anula el gol de Griezmann
El arbitro asistente anula el gol de Griezmann alejandro Ruesga

Los números decían que una victoria acercaba mucho al Atlético al tercer puesto definitivo en el campeonato. No ganó, le arrancó un punto el Athletic, pero en el aire quedan los dos goles anulados a Griezmann y a Tiago, obtenidos en posición legal. También colea un posible penalti a Fernando Torres. Tuvo más empuje el Atlético y buscó más la victoria, pero de juego uno y otro equipo anduvieron cortitos. Demasiadas montoneras y avisperos alrededor de la pelota. Demasiadas imprecisiones en el pase.

ATLÉTICO, 0 - ATHLETIC, 0

ATLÉTICO: Oblak; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Raúl García (Arda, m. 55), Gabi, Tiago (Saúl, m. 87), Koke; Griezmann y Fernando Torres (Mandzukic, m. 55). No utilizados: Moyá; Giménez, Gámez y Mario Suárez

ATHLETIC: Herrerín; Bustinza, Laporte, Etxeita, De Marcos;Iturraspe (Gurpegui, m. 83), San José; Iraola (Unai López, m. 57), Mikel Rico, Williams; y Kike Sola (Guillermo, m. 66). No utilizados: Iraizoz, Toquero, Aurtenetxe y Viguera.

ÁRBITRO: Jaime Latre. Expulsó a Bustinza (m. 92+) por doble marilla. Amonestó a Fernando Torres, San José y Laporte

Formó de salida Simeone con Fernando Torres y dejó a Mandzukic en el banquillo. También prefirió a Raúl García antes que a Arda. La alineación mandaba de primeras un mensaje de juego vertical y a fogonazos. En los últimos enfrentamientos, con eso le había bastado al Atlético para superar al Athletic, que se deshacía como un equipo demasiado tierno. Sucede que esta vez, el equipo de Valverde se vigorizó. Metió más hombro, endureció la pierna, recurrió a la falta táctica y no se dejó intimidar de inicio como en otras ocasiones por la agresividad del Atlético en las segundas jugadas. La presencia del rocoso Kike Sola por el lesionado Aduriz arriba reforzó ese perfil de equipo duro, que no violento. Hasta explotar en Osasuna, Sola pasó parte de su carrera en campos de tierra conviviendo entre centrales que defienden territorio en el choque y en el contacto. Su combate aéreo con Miranda y con Godín tuvo esas reminiscencias. Cerca de él se colocó Williams, que tuvo un comienzo muy atrevido con un caño a Godín y un par de desmarques amenazantes. Estuvo suelto, aunque como novato él sí recibió unas cuantas clases de cómo tiene que colocar el cuerpo y manejar los brazos cuando de por medio andan Miranda y Godín, que de eso pueden escribir un manual.

En cierto modo, el Atlético recuperaba el molde del curso pasado con Torres en la punta de ataque. Con Raúl García en vez de Arda, Simeone buscaba llegada de segunda línea y también un peón que suele ser muy eficaz en ese juego en línea recta, sin apenas transiciones. Arda en el banquillo debió digerir el porqué de su suplencia ante el juego físico y trepidante que intentaban sus compañeros, a la búsqueda continua de lanzar a Griezmann y Torres. No les encontraron demasiado con claridad. Todos los centrocampistas rojiblancos están reñidos con el pase en las últimas semanas. Si Simeone se equivocó en el Bernabéu con su planteamiento, también hay que decir que sus medios ligaron poco juego. El primer tiempo fue otra muestra de ese virus de mal pie que pasa toda la línea media, acentuado porque el Athletic se metió de lleno en el barrizal de los espacios reducidos.

Los de Valverde no fueron tiernos como otras veces, metieron hombro y pierna

Ese fútbol le dio al Atlético para unos cuantos arreones que desembocaron en saques de esquina y algún centro desde los costados. En uno de ellos, Torres le ganó la espalda a Etxeita y le dio para rematar junto a la base del poste, aunque lo tuvo que hacer agarrado por el central del Athletic. En ese primer acto, San José tuvo un cabezazo a la salida de un córner. Reconvertido a mediocentro, durante la primera mitad fue el jugador bisagra que le complicó mucho la vida al Atlético. Se colocaba entre los centrales para generar superioridad ante la presión de Griezmann y Torres. Tuvo temple para aguantar el primer pase hasta que se le ofrecían Mikel Rico o Iturraspe. También estos dos generaron mucha incertidumbre en Gabi y Tiago. Su pase casi siempre rompía línea. La continuidad de ese circuito no era muy punzante, pero sí causaba inquietud y obligaba a Miranda y a Godín a estar muy pendientes de Sola y Williams.

Los centrocampistas rojiblancos están muy reñidos con el pase en las últimas citas

Esa salida de balón ya no fue tan clara en el segundo tiempo porque el Atlético se ajustó y se fue más decidido a la presión. Eso le dio un dominio casi absoluto, agitado por Siqueira y la movilidad de Griezmann. El francés vio cómo Herrerín le sacaba un mano a mano antes de que superarle con un tiro cruzado tras picar Tiago un balón por encima de la defensa. El asistente lo anuló por fuera de juego. Igual que otro remate de Tiago con la puntera, que también se adelantó a sus marcadores en posición legal. Tampoco este subió al marcador. Para entonces ya estaban en el campo Mandzukic y Arda. No cambió demasiado el paisaje del partido. Siguió el Atlético dominando, aunque se asustara en un par de contras. Buscó y rebuscó con más alboroto que juego la victoria que no alcanzó.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Ladislao J. Moñino
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_