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El Barça de la inmediatez

El equipo funciona ahora, pero algunos jugadores sugieren su marcha en el próximo curso, cuando el club no podrá fichar por sanción

Jordi Quixano
Rafinha, Xavi y Adriano festejan un gol.
Rafinha, Xavi y Adriano festejan un gol.GUSTAU NACARINO (REUTERS)

Xavi dio marcha atrás este verano y decidió quedarse en el Barça, por lo que desde la dirección deportiva respiraron aliviados al no tener que buscar un sustituto que garantizara el orden en el juego, alguien que llevara las manijas del fútbol azulgrana. Prefirieron, además, aguardar a la evolución de Samper, jugador del filial con un cerebro en los pies, y le antepusieron a Kroos, futbolista que finalmente recaló en el Madrid.

Los dos relevos naturales de Xavi ya emigraron del Barcelona. El primero fue Thiago, que prefirió el Bayern porque suponía que tendría más continuidad y porque Guardiola le hizo ver lo importante que sería en su equipo. Ahora, después de una lesión de rodilla que le apartó un año de los campos, ha regresado con el toque y la clarividencia de siempre, futbolista que descuenta líneas de presión con un pase y que alborota el fútbol en las zonas concluyentes. Acaba de celebrar la Bundesliga y pide turno para medirse con el Barça en Europa. También se marchó Cesc, molesto por unas cuantas pitadas del Camp Nou y con el sentimiento de la incomprensión porque no hubo quién diera más asistencias de gol (22) y quien ofreciera más posibilidades en su fútbol, bien de mediocentro, de mediapunta o de falso delantero. También acaba de festejar la victoria de la Premier con el Chelsea tras 23 asistencias.

Thiago y Cesc se marcharon, por lo que no queda un relevo natural de Xavi más allá de Samper

Ahora, la opción de Samper parece haber perdido un poco de fuelle porque no ha podido brillar en el filial, equipo destartalado que pelea sin demasiado éxito por no descender a Segunda B. La falta de un relevo para Xavi, en cualquier caso, es un mal endémico en este Barcelona, toda vez que varios jugadores ya han deslizado su intención de marcharse o, al menos, sus serias dudas de continuidad. Es el caso del mismo Xavi, de Pedro, de Adriano y de Alves. Luis Enrique tiene contrato hasta 2016, pero no habla sobre su futuro. “No concibo el Barça del año que viene sin este entrenador”, expuso Bartomeu. Pero tampoco se sabe quién será el nuevo presidente, con las anunciadas elecciones a la vuelta de la esquina, por más que la fecha de los comicios esté por determinar.

El Barça funciona de rechupete ahora, con técnico, plantilla compensada y Xavi como baluarte para guardar el balón en caso de necesidad; pero no se sabe en qué acabará el año que viene, sancionado por la FIFA a no fichar hasta enero de 2016 por la contratación irregular de menores.

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