LeBron James se quita la espina ante unos Bulls sin chispa

La reacción de LeBron James y los Cavaliers fue fulminante tras su derrota en el primer partido de la semifinal ante los Bulls. En el segundo asalto, David Blatt cambió el quinteto inicial que ya modificó en el primero. Descartados Love, recién operado de la clavícula, y JR Smith, que cumple dos partidos de sanción, esta vez incluyó a Tristan Thompson de salida. Los Cavaliers, más intensos y mejor organizados, desarbolaron a los Bulls. Su primer cuarto fue pletórico: 38-18. A partir de ahí mantuvieron una velocidad de crucero que les permitió ganar con mucha tranquilidad (106-91) e incluso dosificar los minutos de algunos de sus titulares.

LeBron James lideró a los Cavaliers. Recuperó la cinta en la cabeza, después de varios partidos en los que prescindió de ella, y también su agresividad y su acierto. Fue el amo y señor de la cancha con 33 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias. El marcaje de Butler, a diferencia del primer encuentro, no impidió la eficacia de LeBron, acompañada por los 21 puntos de Kyrie Irving y los 17 de James Jones y los 15 de Shumpert.

Los Bulls pagaron su mal inicio y ya no tuvieron opción. Fueron inferiores en el rebote y los porcentajes de sus mejores hombres fueron muy bajos. Derrick Rose concluyó con 14 puntos, 7 rebotes y 10 asistencias. El base de los Bulls sumó su tercer partido consecutivo sin acudir a la línea de tiros libres. Pau Gasol, que falló sus cuatro primeros tiros y se quedó a cero en el primer cuarto, concluyó con su peor registro en los playoffs: 11 puntos, 4 rebotes y 0 asistencias. El único que mantuvo relativamente el tipo en ataque fue Butler, con 18 puntos, pero poco más.

Mirotic, con el que Thibodeau apenas cuenta desde que se recuperó Gibson, solo jugó siete minutos, los de basura además, cuando todo estaba ya decidido. El ala-pívot montenegrino-hispano aportó 8 puntos. Los Bulls ratificaron las lagunas y desconexiones que, de manera intermitente, ya han dejado ver a lo largo de la temporada.

HOUSTON, 115; CLIPPERS, 109

1-1 en la serie.

Houston Rockets: Terry (10), Harden (32), Ariza (15), Terrence Jones (10), Dwight Howard (24) –equipo inicial-; Josh Smith (8), Prigioni (5), Capela (0) y Brewer (11).

Los Ángeles Clippers: Rivers (10), Redick (12), Barnes (6), Griffin (34), DeAndre Jordan (16) –equipo inicial-; Glen Davis (4), Crawford (19), Turkoglu (3) y Hudson (5).

Parciales: 35-24, 21-41, 27-20 y 32-24.

Toyota Center de Houston. 18.310 espectadores.

Los Houston Rockets remontaron 13 puntos de desventaja en la segunda parte y vencieron a Los Ángeles Clippers (115-109) en un partido marcado por los tiros libres. Los Rockets lanzaron 64 y los Clippers 32, algunos de ellos forzados por la controvertida táctica del ‘hack-a-Shaq’: cometer falta sobre jugadores con bajos porcentajes de acierto, como DeAndre Jordan o Dwight Howard. Ahora, la semifinal está igualada a uno, como todas las demás.

Chris Paul, convaleciente del desgarro muscular en la pierna izquierda que sufrió en la anterior eliminatoria ante los Spurs, volvió a ser baja. Pese a ello, los Clippers cuajaron una espléndida primera parte, en especial Blake Griffin, clave en la victoria de su equipo en el primer partido en el que obtuvo un triple doble.

Griffin sumó 26 puntos en la primera parte y los Clippers llegaron a dominar por 13 puntos. Pero el decorado cambió por completo en la segunda parte, Harden empezó a carburar mucho mejor y los Rockets remontaron. Harden concluyó con 32 puntos, 15 de ellos obtenidos sin fallo desde la línea de tiros libres. Dwight Howard también se lució con 16 rebotes y 24 puntos, aunque falló nada menos que 13 de los 21 tiros libres que lanzó.

Por los Clippers, Blake Griffin fue de más a menos y concluyó con 34 puntos y 15 rebotes. Jamal Crawford le secundó con 24 puntos, aunque solo anotó uno de los 8 triples que intentó. Las estadísticas de ambos equipos desde la máxima distancia dejaron mucho que desear. Los Clippers convirtieron 6 de los 25 triples que lanzaron, y los Rockets, 5 de 26.