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Una inyección de adrenalina

En su mejor versión en meses, Nadal vence a Berdych (7-6 y 6-1), se cita con Murray y aspira a su quinto cetro en Madrid, a su 28º Masters 1.000

Alejandro Ciriza
Nadal, en un saque ante Berdych
Nadal, en un saque ante Berdychdani pozo (AFP)

Un mensaje de ilusión, una inyección de adrenalina en el momento más oportuno. Busca desde hace tiempo Rafael Nadal estímulos positivos, buen karma para salir del bache y enfilar el futuro con optimismo y señales saludables. Por eso, el brinco que dio después de neutralizar a Tomas Berdych (7-6 y 6-1 en una hora y 44 minutos), como si fuese un delantero centro y hubiera marcado un golazo, fue de lo más sintomático. Hacía mucho tiempo que no se le veía así al de Manacor, en los últimos meses alicaído y contenido, encerrado en una celda opresiva que ayer entreabrió a base de buen tenis y excelentes vibraciones. Venció Nadal con autoridad al checo, seis del mundo, y se dio una alegría: primera final de un Masters 1.000 en este 2015, la séptima en Madrid. En ella espera este domingo (19.00, La Sexta) el escocés Andy Murray, superior (6-3 y 6-4) a Kei Nishikori.

Si el salto sobre la arena fue expresivo, la reacción natural propia de quien se libera, desde el micrófono de la sala de prensa continuó el positivismo. “Estuve bien, realmente bien. Creo que jugué un muy buen partido, el mejor en este torneo, el mejor desde hace mucho tiempo”, disparó Nadal, que a diferencia de su aterrizaje en Madrid, más parco en palabras, algo esquivo, irrumpió con la sonrisa en la boca. Un signo estupendo. “Creo que la parte importante del trabajo está hecha. Tenía que ir de menos a más, recuperar buenas sensaciones y jugar a un nivel elevado. Y lo he hecho, especialmente los dos últimos días”, indicó el español, rehecho después del mal trago de hace tres semanas en Barcelona, aspirante a su tercer cetro consecutivo en La Caja Mágica, el quinto en total.

Esta vez, mi ‘drive’ no fue vulgar. Fue muy bueno, de alto nivel. Hoy fue todo fue muy positivo”

Tras batir a Johnson y Bolelli en las dos primeras rondas, el viernes al indescifrable Dimitrov, el de Berdych suponía ya un test de nota. El checo, finísimo este curso –semifinalista en Australia y Miami, finalista en Montecarlo y en citas de menor caché como Doha y Rotterdam– ya le había batido en enero en Australia. No era, por tanto, un adversario bienvenido. Atacó a Nadal con golpes largos y profundos, pero se encontró con un frontón. El español –82% de puntos ganados con su saque y 40% al resto, por el 60% y 18% del rival– exhibió su mejor catálogo: solidez en el servicio, derechas cortantes y revés respondón. “Esta vez, mi drive no fue vulgar. Fue un gran drive, de alto nivel. Digo las cosas como las siento y cuando es lo contrario también las digo. Pero hoy no solo fue bueno el drive. Las piernas, la energía, todo fue muy positivo. Lo hice muy bien durante todo el partido”, destacó Nadal, el mejor Nadal del año, cada vez más cerca de ese Nadal guerrillero y dominador, a apenas dos semanas vista de París.

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“No quiero hablar de Roland Garros o Roma. Estoy aquí, en Madrid, y estoy en la final de uno de los torneos más importantes del año. Cuando llegue Roland Garros ya hablaremos de Roland Garros”, aplazó. “Vine aquí con una sensación complicada y ese sentimiento es diferente, pero debo ser prudente porque nunca sabes cuándo pueden cambiar las cosas. Vamos a disfrutar de este día y a intentar estar preparados para mañana [por hoy]”, dijo antes de poner rumbo al Bernabéu para animar al Real Madrid. Tiene la oportunidad ahora de lograr su 28º título del Masters 1.000 y para ello deberá noquear a Murray, con el que tiene un 15-5 a su favor.

Segundo título para Kvitova

Después de eliminar a Serena Williams en las semifinales, la checa Petra Kvitova, número cuatro de la WTA, derrotó en la final a la rusa Svetlana Kuznetsova por 6-1 y 6-2. La lesión en el muslo de esta última, atendida dos veces, desdibujó el pulso. Es el segundo título de Kvitova en Madrid tras el de 2011.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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