Torres evita un problema mayor

Esta vez, Fernando Torres sí celebró un gol que evitó al Atlético un problema mayor. Restaban diez minutos y el Levante mandaba por segunda vez en el marcador, cuando apareció Torres para ejecutar a Mariño. Fue un cabezazo contundente en el primer palo a otro saque de esquina de Koke. No acaba de escapar Koke de la confusión y la espesura que muestra con el balón corrido, pero a pelota parada mantiene su trascendencia.

El tanto de Torres deja al Atlético a tres puntos de asegurar la tercera plaza siempre que el Valencia sume los seis. Para el Levante, las tablas son un paso más que le deja al borde de la salvación.

Plantó Alcaraz una defensa tres centrales para contrarrestar la presencia de Mandzukic. Como todos sus equipos, fue un rival incómodo más allá del dibujo. Se la jugó concediéndole al Atlético las bandas. Desde la derecha, cargó Juanfran de inicio. Todo destinado para alimentar a Mandzukic. Por derecha y por izquierda. Le encontró primero Juanfran en un remate mando y después Siqueira, que le templó un balón para que lo conectara en plancha. Mariño se estiró certero al remate de ariete. Por arriba, al menos, Mandzukic dominó el área. Por abajo, una vez más estuvo agarrotado, peleado con la coordinación y la habilidad que requieren los espacios cortos.

Sin apenas, ruido, más allá de su orden, sorprendió el Levante al Atlético con una contra tras un saque de esquina. Quedó señalado en el repliegue Siquiera, que no estaba en su sitio cuando Miranda despejó hacia atrás el centro pasado. La pelota la recogió Iván López, que se la entregó rasa a Barral para que la empujara en la sombra de Oblak.

Se rehizo Siqueira al lograr el empate. Le sobró ingenuidad al Levante al querer sacar el balón jugado desde su área tras una escaramuza. Tiago lo interceptó y sacó un centro blando a media altura que Siqueira lo enganchó de media tijera.

No cambió el paisaje en el segundo tiempo. Mantuvo Simeone durante una hora la presencia de Mandzukic y la consiguiente premisa de tener que jugar en campo contrario y con mucho centro de los costados. Su marcha y la entrada de Torres coincidió con el segundo tanto del Levante. Un centró cómodo de Iván López, lo desvió Griezmann con la puntera y cayó en los dominios de Uche, que se aprovechó del rechace de Oblak en su primer remate. Con el nudo en el estómago por lo que significaba esa derrota, Simeone reforzó la llegada y el juego aéreo con las entradas de Saúl y Raúl García. Por arriba llegó ese empate que alivia ligeramente al campeón. Torres evitó con ese cabezazo la probable obligatoriedad de tener que ganarle al Barcelona.